El exespía Antonio Guerrero, uno de los cinco condenados en EEUU por espiar para el régimen de la Isla antes que Barack Obama los indultara y enviara de vuelta a Cuba, fue designado como nuevo presidente de la oficialista Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC).
Durante la clausura del IX Congreso de esa asociación, el también conocido como "El Fakir" por su afición al yoga y la meditación, y convertido en poeta por la propaganda del régimen a fuerza de publicarle decenas de libros con sus escritos desde prisión, dijo que era "un alto honor el que me hayan escogido para la responsabilidad de representarlos".
Según el reporte del sitio oficial Cubadebate, Guerrero se hará cargo de una organización dentro de la cual se han alzado voces para cuestionar la erección de hoteles mientras las ciudades se deterioran, la construcción de proyectos faraónicos dedicados a Fidel Castro, o que el Capitolio de un país donde no hay alimentos exhiba un techado de chapas de oro.
El sector de los arquitectos e ingenieros de la construcción se convirtió en un problema para el régimen después que en 2021 las autoridades dieran un portazo a su exigencia del ejercicio privado de sus profesiones.
Bajo el nuevo mandato del exespía, la UNAICC tomó su primer acuerdo: otorgar la condición de Asociado de Honor a Miguel Díaz-Canel, lo cual anuncia su ruta futura.
La UNAICC fue fundada por iniciativa de Fidel Castro en 1983.
Guerrero, nacido en EEUU en 1959 antes que sus padres volvieran a Cuba tras la llegada al poder de Castro, es ingeniero en Construcción de Aeródromos, carrera que estudió en la antigua URSS.
En Cuba trabajó en Cubana de Aviación, donde se encargó, por ejemplo, de la ampliación de la pista del Aeropuerto Internacional Antonio Maceo, de Santiago de Cuba.
Tras regresar de prisión a la Isla, fue nombrado vicepresidente de la Organización Superior de Dirección Empresarial de Diseño e Ingeniería de la Construcción (OSDE).
La propaganda del régimen lo califica como "uno de los cinco jóvenes revolucionarios que se infiltró en grupos terroristas que desde la cuna de la mafia anticubana, Miami, organizan impunes sus ataques criminales contra el territorio cubano", aunque evita decir que fue reclutado por los órganos de inteligencia cubanos para esa misión.
De regreso a EEUU, se sirvió de su empleo en el Departamento de Obras Públicas de la estación Aeronaval de Cayo Hueso para obtener información que contribuyó al derribo por cazas del régimen de avionetas civiles de la organización del exilio Hermanos al Rescate.
Fue condenado a cadena perpetua y a otras dos penas de cinco años de privación de libertad tras ser hallado culpable de los cargos de conspiración y conspiración para cometer espionaje, sentencia revisada en 2009 y reducida a 21 años más diez meses en prisión y 5 años de libertad supervisada. De haber cometido esos delitos en Cuba, estaría de por vida encarcelado.
Por su servicios, Fidel Castro lo condecoró junto a los otros cuatro espías condenados, con la orden de Héroe de la República de Cuba.
El régimen ha otorgado cargos políticos al resto de los exespías. Gerardo Hernández dirige la organización de delación Comités de Defensa de la Revolución (CDR); Ramón Labañino es vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC); Fernando González preside el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
Por su parte, René González Sehwerert es vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí. Desde ese cargo es muy activo en Twitter, donde según su perfil, es un "orgulloso revolucionario cubano, fiel al legado de Fidel. Ataquitos al mensajero, pa'l basurero".
