Los reclamos de una ley integral de género en Cuba se intensifican desde que en 2019 un grupo de 40 mujeres feministas entregaron a la Asamblea Nacional del Poder Popular una solicitud al respecto. Han pasado tres años y la ley no se incluyó en el cronograma legislativo; tampoco se ha respondido a demandas como la implementación de refugios o la tipificación del delito de feminicidio dentro del Código Penal.
Por eso, desde el lunes 14 de noviembre y hasta el 10 de diciembre está activa una campaña de la Red Femenina de Cuba que busca visibilizar la necesidad de "una ley integral de género ya".
Tres activistas feministas que promueven la iniciativa hablan con DIARIO DE CUBA de la urgente necesidad de protección integral para las mujeres en la Isla y de qué no puede faltar en una normativa como esta.
"Es una demanda sistemática que ya tiene varios años y que es importante retomar a la misma vez que exigimos otras demandas como el cese de la criminalización, la libertad de los presos políticos, la democracia para Cuba, el fin del autoritarismo", señala al activista feminista Yanelys Núñez Leyva.
Para la historiadora del arte, "la exigencia de una ley integral tiene que ir acompañando al resto de las demandas ciudadanas que se están dando desde hace 60 años".
Sobre "qué no debe faltar" en una normativa como esta, Núñez Leyva considera "importante el principio de transversalidad", y abunda: "no se pide una ley focalizada, se busca que (la ley) permita actuar y obligue a otras normas a que presten atención a la violencia de género".
"Otro asunto importante es el tema de lo punitivo, las sanciones contra los agresores, acosadores, depredadores; también el tema de la prevención, que es algo en lo que el Gobierno no hace ningún tipo de esfuerzo, pese a que recibe dinero internacional para esto", señala la activista, miembro de la iniciativa feminista Las Afueras.
"La prevención no solo incluye campañas en las redes sociales o en los medios de comunicación públicos, sino que también va en los programas escolares, y por eso también se pide la ley integral, para que se haga incidencia en los programas de estudio y que comience de una vez por todas una educación que busque erradicar la violencia de género y la desigualdad", sostiene.
Núñez Leyva insiste en "medidas urgentes como el de las estadísticas públicas de feminicidios, los datos desagregados y públicos de las distintas expresiones de la violencia de género en Cuba, al igual que el tema de los refugios".
"Si realmente queremos trabajar en la raíz del problema tenemos que ir a los programas de estudio, a las familias, a las comunidades, hacer trabajo de terreno, y por supuesto, permitir la libre asociación, que está en contradicción con el autoritarismo que hay en Cuba. La libre asociación es indispensable para la lucha contra la violencia de género", concluye.
Contra la violencia política y por el derecho a formar parte de la vida pública
Para Marthadela Tamayo, de la Red Femenina, "si bien es cierto que desde el día 23 de abril de 2021 el Consejo de Ministros colocó la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género en el escenario familiar, aún existen lagunas".
Pone como ejemplos "los temas relacionados con la violencia política en Cuba y la situación de desamparo que sufren las propias activistas o defensoras de derechos humanos por el solo hecho de expresarse, de realizar su trabajo de manera independiente y asociarse en organizaciones".
"Por el solo hecho de querer formar parte de la vida pública de nuestro país somos condenadas, excluidas, vigiladas, hostigadas y encarceladas", denuncia.
"Es triste y lamentable ver el número de mujeres presas políticas cubanas, que son madres muchas de ellas", añade.
Asimismo, habla de la "necesidad de que el Estado cubano transparente los datos de violencia de género y los mismos casos de feminicidios en la Isla". Recuerda que en este 2022 ya van 32 casos, que en 2021 fueron 36 y en 2020 unos 20.
"Solo sumar y ver la cifra (82) y que estos datos se han identificado gracias al trabajo de los grupos de género en Cuba", añade Tamayo.
"Por esa misma labor que realizan la Alianza Cubana por la Inclusión, Alas Tensas, Yo Sí Te Creo, la propia Red Femenina y activistas independientes, somos reprimidas desde los círculos de poder y la hegemonía de la Seguridad del Estado", condena.
Más allá de las redes sociales, Tamayo aboga por "el trabajo en el terreno, el trabajo de base social, el intercambio frecuente".
"Es allí donde podemos interactuar con las mujeres que son violentadas por sus parejas, ver las necesidades que tienen, escucharlas y ofrecerles nuestro apoyo", considera.
"Estos son terrenos en los que ni el mismo Estado interactúa, son espacios donde se puede capacitar en cuanto a educación afectiva sexual integral desde edades tempranas, con enfoques basados en la igualdad y de prevención de la violencia", añade.
"Es allí en el barrio donde deberían actuar las llamadas casas de orientación a la familia", dice la activista, que echa en falta la anunciada "Estrategia o programa que dice llevar adelante la Federación de Mujeres Cubanas (FMC)".
"Estamos frente a un país con elevado índice de violencia machista y es solo asomarse a las cifras actuales de casos de feminicidios. No podemos esperar al año 2028. ¡La ley de género es ya! ¡Ahora!", zanja.
El año 2028 es la fecha prevista por la Asamblea Nacional del Poder Popular para aprobar las próximas disposiciones jurídicas, entre las que podría estar una ley de género.
"La violencia de género requiere normas, acciones y estrategias específicas"
Para la activista feminista Kiana Anandra, "la necesidad de una ley parte del hecho de que la violencia de género no es igual a otros tipos de violencia y que requiere normas, acciones y estrategias específicas".
"Esto aseguraría, en cierto modo, el compromiso que debe tener el Estado cubano en la lucha contra esta forma de violencia", afirma Anandra y recuerda que "en las últimas décadas ha aumentado en casi todo el mundo la atención jurídica a este tema".
"En Cuba se aprobó una Estrategia en este sentido, que la reduce al marco familiar. Verla solamente en el plano doméstico, cuando es un problema sistémico, reduce muchísimo las reales implicaciones que está teniendo producto de las desigualdades estructurales", dice.
Recalca que "el estatus de ley da la potestad de intervenir sobre otras leyes, gana jerarquía y capacidad jurídica por sobre otras leyes y políticas, y por ende, sobre otros ámbitos del Estado y la vida social".
"La ley no va solamente de sancionar o aplicar penas a los delitos. Un estatus de ley crearía las bases para implementar un sistema integral de prevención y atención que sea realmente efectivo para la ciudadanía. De alguna manera transversalizaría a todo el cuerpo normativo cubano", añade.
En ese "sistema integral", Anandra inscribe "la creación de protocolos y capacitaciones en instituciones policiales, jurídicas, centros de trabajo y estudio, espacios de militancia política, espacios culturales y medios de comunicación, frente a casos de violencia de género y para su prevención o para el posterior reparo de las sobrevivientes".
"Considero que no puede faltar la transparencia en cuanto al presupuesto público que va a alimentar (la Ley), el tipo de medidas que van a considerar (de protección a las víctimas, prevención, reparación, etc.) o cómo se van a monitorear y evaluar sus resultados", concluye.
Yanelis,que daño te ha hecho el feminismo de España!!! La Irene les ha llenado la cabeza de bazofia progre y se esta enriqueciendo a costilla de tontas utiles como tu. Mira ahora,han hecho una ley super “ progresista y feminista”, el solo si es si, que ha permitido que violadores y pederastas vean reducidas las condenas. Es todo un escandalo y no renuncia ni la cesan,obvio, hay mucho dinero en su ministerio de igualdad ademas de que su nivel profesional es de analfabeta funcional. Y esa es tu guia😱😱 Que mal vamos
Así es. Las cubanas copiando problemáticas inexistentes de países desarrollados cuando no tienen ni que poner en la mesa, la casa se les está cayendo encima… y ni hablar de libertades fundamentales.