La combinación del estudio y el trabajo —experimento instaurado desde los primeros años de la Revolución— derivó en la "Escuela al Campo por 45 días", que consistió en la movilización de los estudiantes de las enseñanzas media y media-superior a actividades agrícolas durante ese período en cada curso escolar. La Escuela en el Campo fue la continuidad de la Escuela al Campo. Esa segunda modalidad incluyó a las Escuelas Secundarias Básicas (ESBEC), donde los estudios se combinaban con el trabajo durante todo el curso en internados construidos en zonas rurales.
Ambos métodos estaban dirigidos a convertir a los estudiantes en fuerza productiva, y continuar la formación del "hombre nuevo", iniciada desde 1959 con la militarización de la enseñanza, propósito que Ernesto Guevara teorizó en "El socialismo y el hombre en Cuba".
El plan en su primera modalidad (Escuela al Campo) incorporó las movilizaciones masivas de estudiantes a la agricultura los fines de semana siempre que se considerara necesario, y 15 días del período vacacional de julio y agosto. Involucró, asimismo, a los jóvenes de todos los niveles de enseñanza: en la primaria se le denominó Fuerzas de Acción Pioneril (FAPI); en secundaria, y preuniversitario, Brigadas Estudiantiles de Trabajo (BET) —además de los 45 días en el campo—; y en la enseñanza superior, las Brigadas Universitarias de Trabajo Social (BUTS).
La intensificación del plan ocurrida en los años 70 fue determinada por la presión que el boom de nacimiento de la década anterior ejerció sobre la necesidad de nuevas aulas y maestros. La base económica para sostener tan costoso proyecto fue posible gracias al mejoramiento de las relaciones con la URSS, y posteriormente a los préstamos e inversiones de los países capitalistas.
Adoctrinamiento, militarización y hombre nuevo
Según cifras citadas por Fidel Castro en su discurso de clausura del II Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), el 4 de abril de 1972, la población de jóvenes y adolescentes entre 12 y 18 años ascendía entonces a aproximadamente un millón, del cual 250.000 estaban estudiando y 750.000 —mayores de 16 años atrasados de la escuela primaria— ni estudiaban ni trabajan.
La forma de la ejecución del plan la definió el líder de la Revolución de la siguiente manera: "La mitad de esos 750.000 son mujeres, que no estudian, que no adquieren un oficio, y que trabajarán si quieren o no. […] No están ni en la escuela, ni están en la fábrica, ni son estudiantes, ni están en la Juventud (UJC). ¿Quién las educa? ¿Cómo las educan? Y esos son problemas reales, que tenemos que encontrarles solución […] En 1980 los comprendidos en esa edad llegarían a ser más de un millón y medio; otros dos millones y medio de menos de 12 años; por tanto, hasta la edad de 25 años habrá una masa de unos de cinco millones […]. Es con relación a esa masa que la Unión de Jóvenes Comunistas tiene que trabajar […] El problema lo vamos a resolver […] Aplicando consecuentemente el principio de la combinación del estudio y el trabajo, aplicándolo en todos los niveles de la enseñanza. […] Vamos a empezar por los centrales azucareros. Y después, cuanta fábrica se construya en este país, con la industria hay que construir al lado el politécnico […] Cuanta fábrica importante se haga en este país hay que construirle la correspondiente instalación escolar al lado, para que se combine allí el estudio y el trabajo".
Transcurrida más de una década de poder revolucionario, 750.000 jóvenes en edad escolar —la materia prima para producir al hombre nuevo— ni estudiaban ni trabajaban. Cifra que, según las palabras de Fidel Castro, aumentaría hasta unos cinco millones para 1980. La combinación del estudio y el trabajo, que antes se había implementado de manera esporádica, ahora asumía carácter permanente, lo cual requería de la construcción de escuelas y la formación de maestros.
Con ese fin, en septiembre de 1972 —en un mismo día— se inaugurarían 40 ESBEC con capacidad para 20.000 alumnos; en 1973 se abrirían capacidades para otros 80.000 estudiantes; en 1974 las capacidades nuevas no bajarían de 100.000 por año. "De manera —expresaría Fidel— que en 1980 podemos tener un millón de jóvenes de ambos sexos estudiando y trabajando, entre los 12 y los 18 años".
En cuanto a los maestros, en aquel mismo discurso planteó: "Hay que desarrollar, a través de las organizaciones estudiantiles y de la Juventud (UJC), un movimiento de captación de jóvenes de décimo grado para que marchen a enseñar a las secundarias en el campo, bajo la dirección de profesores con más experiencia, e inscribiéndose en el Instituto Pedagógico […]. No hay otra fórmula que acudir a los alumnos del décimo grado, y reclutar no menos de 2.000 este año, y no menos de 5.000 el próximo año. Y así sucesivamente".
¿Cuál fue el resultado?
En las Escuelas en el Campo se destinaron millones de toneladas de cemento, así como otros tantos millones de toneladas de petróleo que la URSS enviaba a Cuba para los casi 2.000 ómnibus rusos encargados de transportar a los estudiantes semanalmente hasta sus viviendas. Se edificaron cientos de escuelas habilitadas con modernos laboratorios, y se garantizó una alimentación adecuada.
Tal estructura logística, que siempre fue insostenible, se derrumbó con la perestroika soviética encabezada por Mijaíl Gorbachov, quien disminuyó las subvenciones de dicho plan. El golpe a la dependiente economía cubana ocasionado por la posterior caída de la URSS, impactó en todos los órdenes de la vida en la Isla, y el sistema de educación no fue la excepción.
Para solucionar el colapso derivado de la insuficiencia crónica de personal docente —agravada ahora por la migración y el flujo masivo de maestros hacia otros sectores como el turismo en busca de mejores condiciones de vida o salarios más altos—, se formaron miles de maestros "emergentes" y se nombró un profesor general integral para cada 15 alumnos, que impartía todas las materias excepto Inglés y Educación Física. Algunas de esas escuelas contaron con banda de música, cuyos instrumentos fueron adquiridos en países como Inglaterra y Austria.
A pesar de la gigantesca inversión en construcciones, equipamiento de primera clase, alimentos y transporte, el experimento dirigido a aumentar la producción agrícola, crear al hombre nuevo y convertir a Cuba en "el país más culto del planeta", se fue a bolina.
Unos años después, con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido Comunista (2011), el programa de la Escuela al Campo fue desapareciendo. Los edificios fueron abandonados y desmantelados. Algunos se convirtieron en viviendas para los campesinos que se comprometieran a repararlos con el fin de garantizar la fuerza de trabajo en el campo, mientras otros pasaron a refugios para damnificados de los fenómenos atmosféricos. O sea, se los tragó la tierra.
Desde el punto de vista antropológico, el desgajamiento de los jóvenes de sus familias a tan temprana edad provocó traumas en niños y adolescentes que trabajaban como adultos sin ser remunerados, mientras el deterioro de las condiciones materiales en las instalaciones y las particularidades del sistema creado, propició un clima de promiscuidad y depauperación de la condición humana, que incidió en la deformación de varia generaciones de cubanos.
En las Escuelas en el Campo aquellos jóvenes "medio descarriados" que Fidel Castro mencionó en la clausura del II Congreso de la UJC, que ni estudiaban ni trabajan, en su mayoría se acabaron de "descarriar". Y el país recogió lo que se sembró. Lo positivo, si algo positivo hubo en el Plan de las Escuelas en el Campo, fue demostrar que tal método, lejos de materializar en la práctica el propósito martiano de educar, lo tergiversó y pervirtió en sus raíces más profundas.
Mano de obra esclava ... los KKKastros se le escaparon al diablo entre sus patas ... son peores que Satanás ...
En cuba no hay na! No hay futuro ! Ta' muerto
El Cagandante en Polvo sabía que miles de jóvenes en las zonas urbanas era una bomba de tiempo...y la atajó a tiempo. Las becas era el instrumento perfecto para generar patrones de servilismo y sumisión.
Pierre, totalmente de acuerdo contigo. Ese fue el principal motivo para crear las nefastas ESBEC. El cenizas no queria jovenes en las ciudades que le formaran lios. Yo estuve en varias y recuerdo que los padres no tenian ninguna potestad sobre los hijos becados. Nos lavaron el cerebro en aquellas carceles sin guardias.
En el show the Karlitomadrid un ex boina roja cubano, ahora esta en Alemania, comento que visito los campos nazis de exterminio en Polonia. Dice que las barracas donde tenian a los prisioneros eran muy parecidas a los albergues de las ESBEC. Y se lo creo pues en esos albergues no habia privacidad ninguna. Y la ley del mas fuerte prevalecia.
Todo indica que la experiencia de la ESBEC fue traumática para la mayoría. Yo siempre aspiré a estar en una y nunca lo logré. Hoy me alegro de no haberlo logrado ni por palanca, ni por resultados académicos. De todas formas al estar en una secundaria urbana mis seis (6) "Escuela al Campo" en la época que duraba 45 días fueron una auténtica tortura desde todos los puntos de vista.
Estuve becado Cuba,imagínense pepillos del Vedado con guapos de San Miguel del Padrón, Regla y Guanabacoa .Al principio la sangre no llegó al río debido a la vigilancia ferrea de los profesores.Pero al poco tiempo las broncas pululaban.Se mandó a un profesor al dormir permanente en cada albergue .Hubo uno que al envenarles los 4 perros que tenía un muchacho de 6 pies repitente,con problemas fue y golpeo al autor,el director de vida interna.Un hp abusador con su cargo y que sexualmente aprovechaba de alumnas en su oficina.Despues de una bronca con machetes,palos cabillas en un albergue ,vino la policía con un ómnibus y a la fuerza metió a lis más recalcitrantes para enviarlos a otra secundaria.En mi caso como cabecilla de los pepillos se me obligó a residir en el albergue de los profesores.No fue tan malo,creo que mejor,ahí podía fumar,beber y me levantaba a la hora que me daba la gana.Los profesores en su mayoria eran dos o tres años más jóvenes que yo.Eso sí, pasé un hambre del c...
La triste realidad de lo que fueron las ESBEC en acróstico:
Explotación Infantil.
Someter a lavado de coco.
Bullying escolar.
Exaltar a Castro.
Crear vicios muy temprano.
La unica aspiración de un joven cubano es ser esclavo mientras dure esa peste. En Cuba no hay nada, ni siquiera futuro.
Una gran parte del carnerismo del pueblo cubano tiene su origen en estas escuelas al campo, que no tiene precedentes en ningún otro país en el planeta
Es una tragedia poco documentada y debería tener más visibilidad para el mundo
Excelente artículo de otra de las fraguas del hombre nuevo. Los objetivos principales de las escuelas al campo:
1- Tener a los niños y jóvenes concentrados y controlados para poder adoctrinarlos y sobre todo usarlos lo mismo en actos públicos para recibir a un presidente que en jaurías de respuesta rápida o enviarlos a guerras africanas.
2- Usarlos como mano de obra esclava, no porque fueran productivos sino como parte del proceso de sometimiento.
3- Dividir a la familia para que la educación de valores fuera sustituida por el servilismo ideológico.
4- Hacer de la promiscuidad, el bulling y el robo los derroteros de la juventud.
5- Servir de propaganda al socialismo como proveedor de servicios básicos gratuitos
Recuerdo La Lenin como una vitrina de desigualdad donde los parásitos herederos (Alex, Alexis, Alejandro y Antonio Castro, Celia Guevara, Liset Velas, Hernan Roca, etc, etc) tenían todos los privilegios capitalistas que el 99% de los cubanos no podían ni soñar.
Rectifiquen: En realidad, los alumnos llamabámos a aquellas "escuelas,
"Los Tibores en el Campo.
En 8vo grado, año 73, me fui para una ESBEC y pasé 3 años de secundaria y 2 de pre. Buenos y malos recuerdos, tuve muy buenos maestros muchos de ellos del Contingente Pedagógico con muy buena preparación, en ese tiempo los laboratorios estaban muy bien equipados, en el pre el ambiente de estudio era excelente, época de oro cuando no habían cellphones y se hacian colas para leer un libro que alguien trajo.
Además de lo citado por Pim-Pam-Pum, esas becas eran focos de abusos entre los mismos adolescentes, y también por parte de los maestros, quienes no sobrepasaban en mucho la edad de los estudiantes. Sin guías en esa etapa tan difícil para cualquier persona, encerrados una semana entera y a veces quince días, haciendo un trabajo desagradable y por obligación, los que salieron cuerdos de ese invento del Difunto en Jefe cargaron sobre sí unos cuantos traumas. No le bastó que las becas del 62 con las Makarenkos fueron el desastre, sino amplió con las Escuelas en el Campo esa nefasta experiencia. Yo no estoy segura de que la intención fuera formar al Hombre Nuevo. De hecho fue una manera de control sobre esa masa de jóvenes, y también una manera de utilizar en la agricultura mano de obra gratuita. Gracias a Dimas por estos recuentos sobre "el logro" de la educación en Cuba.
Mi cuñada tuvo que sacar a una de mis sobrinas de una escuela de esas, la muchacha no hacía más que llorar y perder peso, las hacían trabajar muy duro y encima la encargada del dormitorio donde estaba era una tremenda hdlgp, si no le gustaba cómo había quedado fregado el suelo, les lanzaba un par de cubos de agua para que volvieran a limpiar.
Todo eso no era más que explotación infantil y juvenil. F.C. tiene bien ganado su lugar en el infierno.