El Gobierno cubano reconoció que los casos pediátricos de dengue requieren una mejor atención, pues suelen convertirse en los de mayor gravedad, y que los trabajadores de la Salud vinculados al manejo clínico de la enfermedad deben tener mejor preparación para así evitar la muerte por este virus, aunque ha vuelto a ocultar cifras, incluidas las de los fallecidos en la actual epidemia.
En una reunión presidida por Miguel Díaz-Canel, el doctor Osvaldo Castro Peraza, especialista del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), dijo que la muerte por dengue puede evitarse, pero hay que cumplir con "cuatro elementos básicos que definen el tratamiento a esa enfermedad", publicó el portal oficial Cubadebate.
En primer lugar, dijo que "todo el personal médico y de enfermería que atiende a esos pacientes tiene que estar entrenado y capacitado en el manejo clínico", pues "no existen un medicamento, ni un fármaco milagroso, ni una vacuna, que puedan prevenir o curar el dengue".
Como segundo elemento mencionó que "los enfermos y la familia tengan conocimientos básicos sobre los síntomas y signos de alarma que pueden ser determinantes para atender con oportunidad la enfermedad y, en consecuencia, acudan a los servicios de Salud con prontitud".
"Los enfermos de dengue se salvan desde los primeros días y en ello desempeñan un rol importante la atención primaria y los servicios de atención secundaria que se encargan del seguimiento y la evaluación de los casos", dijo Castro Peraza.
El tercer aspecto, según el experto, radica en "tener una clasificación de casos de dengue basada en síntomas y signos, que incluye los de alarma, así como contar con las guías y los flujogramas de atención".
Por último, habló de la necesidad del "reordenamiento de los servicios médicos, o sea, la organización de la atención en los tres niveles".
Son numerosas las denuncias de cubanos sobre la atención de los casos sospechosos de dengue en las instituciones primarias de salud y en los propios hospitales. Se han visto en redes sociales, a través de fotos y videos, salas abarrotadas de pacientes, esperas prolongadas y denuncias sobre la dilatación en los tratamientos.
Sin ofrecer cifras, Castro Peraza dijo que "hay muchos casos (de dengue) en estos momentos, que ni siquiera sangran y, sin embargo, llegan graves a las terapias".
En palabras del especialista, ello está relacionado con el hecho de que "el principal evento fisiopatológico que agrava a un enfermo de dengue es la extravasación de plasma, que no es más que el líquido de la sangre que se escapa hacia afuera de los vasos sanguíneos y reduce el volumen de sangre, produciendo una insuficiencia circulatoria".
Cuando comienza este fenómeno, que se expresa clínicamente con los signos de alarma, la enfermedad pasa a ser grave, aseguró. Esos síntomas son dolor abdominal, vómito, acumulación de líquidos, sangrados de mucosa, desmayos y otros que expresan que han comenzado la fase crítica y el periodo de agravamiento.
Ante los riesgos que entraña esa enfermedad para los niños y adolescentes, mayor que el que puede significar para los adultos, el doctor en ciencias Eric Martínez Torres, especialista del IPK, dijo que el principal criterio epidemiológico que se debe seguir para su tratamiento, es considerar como posible caso de dengue a todo niño, proveniente o residente en una zona con transmisión de dengue, que presente un cuadro febril agudo.
"Todo niño, cuando hay transmisión y tenga fiebre, tiene dengue hasta que se demuestre lo contrario, eso hay que pensarlo para evitar demoras", enfatizó.
Al menos siete niños han fallecido en la actual epidemia de dengue en Cuba. Una niña que residía en Barreras, barrio del municipio habanero de Guanabacoa, perdió la vida en la segunda quincena de julio. Fue identificada en redes sociales como Kenia Orozco Mejía, de nueve años.
Días antes, una niña de cuatro años murió en el Hospital Pediátrico de Centro Habana, según informó el centro asistencial en su muro de Facebook, con síntomas semejantes al dengue.
Previamente se informó del fallecimiento de una niña a la que la influencer Yessy World identificó como Paola Patricia Rodríguez, de Cienfuegos; de Arlín Sailet Acuña Espinosa, estudiante de segundo grado de la escuela primaria José de la Luz y Caballero, en Contramaestre, Santiago de Cuba, y de Claudio Moisés Vera Gallart, de 16 años, también en Cienfuegos.
Esta misma semana, el activista cubano Albert Fonse denunció que otros dos niños habrían muerto por dengue en el Hospital Pediátrico Docente de San Miguel del Padrón, conocido como La Balear, de La Habana, pero no proporcionó detalles de los casos. Sobre esas presuntas muertes también publicó la usuaria Danaisy Fernández Serrano.
Una madre de un pequeño trasladado hacia La Balear con síntomas alarmantes de dengue se quejó en Facebook del tratamiento en el hospital.
En medio de estas denuncias, el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, se limitó a informar que "al cierre de la última semana, la número 36 del año, se constata transmisión del virus en todas las provincias cubanas".
Según Portal Miranda, en las últimas cuatro semanas se manifestó una disminución en la velocidad de transmisión del virus.
Sin precisar el número, dijo que, no obstante, "la tasa de incidencia de casos sospechosos se incrementó de manera general en el país con respecto a la semana anterior" y que esto "estuvo provocado fundamentalmente por el comportamiento de ese indicador en ocho territorios: el municipio especial Isla de la Juventud, así como las provincias de Santiago de Cuba, Las Tunas, Mayabeque, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Artemisa y Granma."
A fines de julio, el MINSAP reconoció que los casos de dengue ascendían a 11.634 en una semana, una cifra mayor que todos los enfermos reportados en el primer semestre de 2022. Fue la última cifra ofrecida en las reuniones de chequeo del régimen.
De acuerdo con la viceministra Carilda Peña, los niveles de infección provocados por el Aedes aegypti en el país superaban entonces en un 49,5% los valores del mismo periodo de 2021, aunque en aquella ocasión las autoridades tampoco hicieron públicas las cifras.
Las cuatro variantes (serotipos) del dengue que hacen casi imposible alcanzar la inmunidad natural de rebaño, se vuelven aun mas letales en una poblacion hambreada (desnutrida), sin ningun medio de proteccion (repelente) ni de control (fumigacion) ni de higiene, y con carencias de medios hospitalarios.
No la tiene facil ese pueblo esclavizado que aun no se ha dado cuenta que si no escapa o se rebela, el cartel de Punto Cero los matara a todos de hambre, mosquitos y palos.
Reconocer y exigir no implica el funcionamiento correcto de los hospitales pediátricos en la isla. Es fundamental aplicar las medidas que conducen a salvar las vidas de los niños. El cuerpo de inspectores debe recibir suficientes presupuestos para operar correctamente; y los directivos del sector participar en la supervisión directa de niños que sangran por dentro.
"Falta de preparación." Cómo si fuera una enfermedad nueva y desconocida, no algo que es cuento viejo en Cuba. Descarados sinvergüenzas. Bueno, lo de siempre. Alguna excusa tienen que dar.