Mientras funcionarios de la apicultura de Cuba anunciaron un récord histórico de producción de 10.500 toneladas de miel de abeja, otras autoridades de la industria alimentaria estatal han reconocido afectaciones recientes en el consumo de la leche de los niños y del café de la libreta de racionamiento ante la escasez de ambos productos.
Félix Cordero Álvarez, director de la estatal Empresa Apícola de Cuba, dijo al sistema informativo de la televisión oficial, que la entidad también implantó un récord histórico en la producción de otros derivados de la miel como propóleos y polen, además de las segundas mejores producciones históricas de jalea real y cera de abeja.
La otra cara de la moneda, la más frecuente ante la escasez generalizada de todo tipo de productos en Cuba, la dio el estatal Grupo Empresarial de la Industria Agroalimentaria.
Según una nota publicada en el portal oficial Cubadebate, "se realiza una actualización del comportamiento de la distribución de Leche en Polvo para los niños menores de siete años, lo cual se ha concluido en el mes de enero en todo el país y se puntualizan las acciones necesarias para asegurar la distribución correspondiente del mes de febrero".
El grupo reconoció "que la distribución en algunos territorios se ha visto fraccionada por lo que ha sido necesario incluir leche de otros mercados no tradicionales, generando cambios en su modo de preparación, lo cual se ha informado territorialmente a la población implicada".
Los cubanos, sobre todo las madres de pequeños menores de siete años, se han quejado de la calidad de la leche que han estado recibiendo. Las cubanas también se quejan de no poder ofrecer a sus hijos leche más allá de los siete años.
El Gobierno hace responsable al embargo de Estados Unidos de que los cubanos no puedan consumir leche. Lo culpa de que la producción lechera en la Isla no sea suficiente, de que la industria ganadera sea un desastre desde hace décadas y también de que no pueda importar la cantidad suficiente en polvo para satisfacer las necesidades de la población. Sin embargo, vende la leche en polvo de producción nacional en las tiendas en moneda libremente convertible (MLC).
La nota también se refirió a la situación de los enfermos crónicos con leche asignada, quienes desde octubre vienen presentando problemas para consumirla. Admitió "que hay otro grupo de consumidores como las personas que tienen dietas médicas que no ha sido posible su entrega a partir de no disponer de financiamiento para asegurarlas".
La entidad estatal también ofreció una información escueta sobre la situación con el café que se distribuye a través de la libreta de racionamiento.
"Este sistema empresarial agroalimentario tiene también la responsabilidad de distribuir el café de la canasta familiar normada, presentando problemas de distribución en los meses de diciembre y enero", señaló.
"Aun cuando se ha cumplido la producción nacional, hay un nivel que se asegura con café importado que no ha arribado al país por las dificultades existentes con las navieras", añadió el grupo empresarial.
Por último, dijo que "se ha concluido el procesamiento industrial del café y se trabaja en la distribución de los territorios faltantes antes del cierre del mes de enero".
En diciembre, los cubanos explotaron ante las explicaciones de la empresa estatal Cuba-Café sobre la falta de café en la bodega. Mientras la prensa oficial cubana intentaba justificar que el café con chícharos racionado no había llegado a las bodegas por fallos en la importación del grano, el producto nacional Cubita se vendía y se sigue vendiendo en Canadá.
Desde 2020, entre la incapacidad productiva, las trabas y la escasez de divisas, los cubanos padecen de la falta de café, incluso mezclado con chícharo, un producto indispensable en la cotidianidad de las familias de la Isla.
Cuba, antiguo referente en la producción cafetera, ha tenido que recibir asesoría de Vietnam, del cual importa unas 18.000 toneladas de café de baja calidad cada año, mientras el escaso que se produce en la Isla, de mayor calidad, es destinado a las exportaciones.
En octubre de 2020, el director general de la estatal Empresa Cuba-Café, Antonio Alemán Blanco, afirmó en una entrevista con el portal oficial Cubadebate que la escasez de café en la Isla se debía a un incremento de la demanda por parte de la población debido a la pandemia del coronavirus.
En la Isla el café se vende en las tiendas del Estado a precios altísimos. Un paquete de la marca Cubita cuesta en los mercados en divisas de la Isla unos 14,45USD.
La crónica escasez del producto ha hecho que los hogares cubanos se las ingenien para alargar el que venden ya racionado en las bodegas estatales.
