Raúl Castro y sus apandillados siguen negándose a aceptar que la crisis nacional actual es terminal, y que es imprescindible dar paso a una transición que haga regresar al país a la racionalidad del mundo civilizado de la que fue apartada hace ya 63 años. Si ellos no lo hacen, el paso a la transición vendrá de todas formas, pero será violento.
Y encima de que agravan el hambre, la escasez de alimentos y la violación masiva de los derechos humanos, ahora se burlan de todos. Pretenden resucitar en "las masas" el cadáver del marxismo-leninismo, que fue cremado y sepultado en las murallas del Kremlin hace 30 años. Cadáver que ellos también sepultaron en Cuba cuando pusieron fin al pacto social socialista ortodoxo, que ofrecía empleo y ciertos servicios sociales a los ciudadanos por ser esclavos del Estado "revolucionario".
Aquel "Papá Estado" había sido posible por los subsidios de la Unión Soviética, pues la economía castrista era (y es) incapaz de sustentarse a sí misma. Y alcanzó su máxima expresión en los años 80.
Claro, estaba a años luz del contrato social que el filósofo-político franco-suizo Jean-Jacques Rousseau entregó al mundo en 1762, y que tituló El Contrato Social o Principios de Derecho Político, afincado en la libertad e igualdad de los hombres bajo un Estado basado en una especie de pacto o contrato social.
Rousseau, una de las principales figuras de la Ilustración europea del siglo XVIII, postulaba que el individuo es la piedra angular de la sociedad y necesita de un Estado de derecho que asegure su libertad y el derecho a la propiedad privada de los individuos, garantizado por la sociedad (el Estado). Del carácter antisocialista de dicho contrato social basta leer esta frase de Rousseau: "Cuanto más crece el Estado, más disminuye la libertad".
"Papá Estado" fue sustituido por una pandilla de mafiosos
No obstante, del lobo un pelo, como reza un viejo refrán. Ya que a los cubanos el comunismo les cercenó sus libertades más elementales, al menos el Estado proxeneta castrista mediante una cartilla de racionamiento y precios subsidiados les daba lo mínimo para no pasar hambre y sobrellevar su condición de "instrumentos parlantes", como llamaba Marco Terencio Varrón a los esclavos en la Roma clásica.
Era con el dinero del tío Sacha que los Castro sostenían sistemas de salud pública y de educación de nivel aceptable, daban empleo incluso de más, pues inflaban las plantillas laborales con miles de trabajadores sobrantes que hicieron de Cuba el país con más baja productividad laboral de Occidente.
Todo aquel paternalismo con dinero ajeno se vino abajo junto con la URSS. Después, con Venezuela como "paganini", la dictadura mantuvo a duras penas algunos "beneficios", hasta que la economía venezolana se hundió en una crisis profunda.
Con el nuevo destete, esta vez de la nodriza sudamericana, Raúl Castro y su Junta Militar siguieron sin aceptar la inviabilidad del modelo económico socialista que hasta el mismísimo Fidel Castro reconoció en un desliz senil durante una entrevista periodística en 2010.
Lo que hicieron fue echar a un lado el Estado socialista y, constituidos ya como mafia criminal transnacional, erigieron un modelo de capitalismo militar corporativo de Estado de corte fascista, ferozmente represivo, para beneficio exclusivo de ellos.
Hoy los cubanos continúan siendo esclavos sin libertades ni derechos, y ahora también abandonados por el otrora "Papá Estado". Para colmo, les prohíben producir por su cuenta lo que necesitan. Por eso cunde el hambre y la pobreza extrema, agravada con la terapia de choque Tarea de Ordenamiento.
¿Y qué hacen los responsables de tanta hambre y pobreza extrema, empeorada por esa Tarea de Ordenamiento? Empeorarla. Ahora con la burla grotesca del regreso a apelar a la "conciencia" del pueblo y a estudiar manuales de marxismo-leninismo, incluidos probablemente el folleto antihistórico de Blas Roca Fundamentos del socialismo en Cuba, y el ensayo anarco-trotskista del Che Guevara El socialismo y el hombre en Cuba.
El asistente de Castro II, Miguel Díaz-Canel, en un pleno del Comité Central del Partido Comunista, obviamente cumpliendo órdenes de su jefe, afirmó que los problemas del país se van a resolver si se vuelve a "apelar desde el materialismo histórico, desde el materialismo dialéctico, desde la economía política (…) para el análisis cotidiano que desde la revolución tenemos que hacer de todos los procesos que estamos enfrentando en lo político, en lo económico y en lo social".
Aseguró que para reducir los altos precios hay que hacer dos cosas: 1) "una discusión política" con los agricultores privados para que renuncien "a un determinado nivel de rentabilidad o de ganancia particular o colectiva en función de bajar los precios"; y 2) organizar al pueblo para que sea quien controle los precios. O sea, que ayuden a imponer multas abusivas y a meter a más cuentapropistas y agricultores en la cárcel.
Lo mismo dijo el ministro de Economía, Alejandro Gil, que para aumentar la oferta y bajar los precios de los alimentos habría que importarlos, pero como no hay divisas "la solución es política, hay que discutir con los productores, con los intermediarios y con los otros actores que intervienen en la cadena de valor, convocando a la conciencia, a la solidaridad, como corresponde a una sociedad socialista que lo da todo a favor del pueblo".
En tanto, el premier Manuel Marrero anunció que, aunque el objetivo de la Tarea de Ordenamiento "no se ha cumplido del todo", no se suspenderá. Se van a "rectificar" errores y seguirá vigente.
Es decir, en vez de liberarse las fuerzas productivas, el año 2022 comenzará con tres de deja vu: 1) retorno al estudio masivo del marxismo; 2) llamados a la "conciencia revolucionaria" de los trabajadores para que se esfuerce al máximo ganando cada vez menos, lo que equivale a volver a formar el "hombre nuevo" guevarista; y 3) otra "rectificación de errores y tendencias negativas" como la de mediados de los años 80.
¿Rectificación de errores?
De la conciencia del "hombre nuevo" vale aclarar que aquello fue un plagio del "hombre superior" nazi, derivado del "superhombre" que Hitler le tomó prestado al misántropo y nihilista filósofo Friedrich Nietzsche.
De dicha idiotez guevarista-hitleriana no vale la pena hablar. De la "rectificación de errores" recordemos que fue para retroceder, no para avanzar. Por pánico a la perestroika de Gorbachov, que ya estaba "alebrestando" a los cubanos, Fidel Castro paró la flexibilización socialista aplicada con el cálculo económico soviético, bautizada por él como Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SDPE), que había sustituido al absurdo sistema guevarista-estalinista de centralización a ultranza de la economía.
Con el SDPE se había dado cierta autonomía a las empresas, y estímulos monetarios a los trabajadores, se abrieron los mercados campesinos. La producción de bienes y servicios se recuperó un poco y la población sintió un pequeño alivio con el "mercado paralelo" y los "mercaditos". Pero el dictador voló en pedazos aquel respiro de la gente. Regresó al estalinismo-guevarismo ortodoxo y la economía se hundió en una crisis tal que si no hubo hambruna fue porque Moscú amentó sus subsidios.
Ahora igualmente la "rectificación de errores" lo empeorará todo. Volverán los topes de precios que agravarán la escasez y la inflación. Y convoyados por la institucionalización del chivatazo público. Obligarán a los consumidores a denunciar a los productores y cuentapropistas que para poder subsistir tienen que subir los precios.
La cúpula dictatorial, además de su crueldad, muestra su asombrosa incompetencia. Lejos de abrir la economía, provoca más escasez y caldea más el descontento popular. Crea condiciones para que el final del castrismo no sea pacífico. Porque el hambre sí tumba tiranías. Fue lo que ocurrió en París el 14 de julio de 1789. Los parisinos enfurecidos asaltaron la fortaleza de la Bastilla y pusieron fin a la monarquía parasitaria que los hambreaba.
Alejandro Castro, López Callejas y los otros líderes del cartel de Punto Cero lo único que pretenden salvar son sus rutas de narcotrafico y sus negocios de lavado de dinero a través de hoteles, misiones sanitarias y deportivas y las remesas de los exesclavos con Síndrome de Estocolmo.
La verborrea leninista es solo el background musical que deben escuchar y tararear los pioneros y todos los estudiantes para aspirar a una universidad y despues no ser expulsados, o los atletas en ceremonias de abanderamiento, pero los gangsters saben que sin los palos y la miseria repartida esas consignas hace décadas no levantan pasiones ni representan incondicionalidad proletaria.
Como bien dice el refran, "Tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe". Si Biden no afloja la mano y China no le regala cash a Castro, el hambre sí puede acabar con el castrismo. Lo que pasa es que Biden si terminará aflojando la mano, China regalará su poco de cash, Venezuela poco a poco aumentará sus entregas de petroleo y tambien de cash. Y encima, Boric, Lopez Obrador, Petro y Lula beneficiaran de mil maneras a La Habana. Pobre Cuba, que en los 529 años transcurridos desde 1492 a 2021, solo fue libre 50 años (de 1902 a 1952). Cualquier otro país de America Latina a ha sido libre no menos de 325 años.
Todo ésto parece mas bien pura demagogia, puro cinismo. Los cleptócratas saben que la economía que predican es un completo fracaso, y todo lo que dicen no es más que un montón de mentiras porque no dicen lo que piensan y el pueblo lo sabe. Lo malo del asunto es que si bien la economía comunista es un fracaso, que no produce con rentabilidad, si que existen sectores de la economía como son las remesas, la exportación de servicios médicos y el turismo que permiten importar alimentos básicos, eso si de forma insuficiente, además de una escasez enorme de elementos de consumo que en cualquier lugar del mundo son asequibles a la mayoría de la población. Todo ésto junto con la nula inversión en mantenimiento de infraestructuras y una sanidad de muy mala calidad permiten ir tirando a la cleptocracia. No veo probable que una revuelta por hambre de lugar al derrocamiento de la tiranía mientras pueda mantener el sistema represivo que es lo único que lo apuntala.
Solo hay una salvacion para esa letrina: las abiertas nalgas de Pedofiliaco Biden y de el PCC ComieCrat mas algunos Repubs de la Camara de Comercio
Me gusta y aplaudo la fina ironía y demoledora critica del autor con eso de la nodriza sudamericana, el segundo destete, los instrumentos parlantes en Roma, y el desliz senil formidable de Fidel.
Los unicos que carecen de "conciencia" en Cuba son precisamente Raul Castro y "sus apandillados", como bien dice el autor. Esa mafia criminal millonaria y narcotraficante debe ser juzgada en La Haya y condenada a cadena perpetua
Los regímenes comunistas siempre siguen el mismo patrón, ahogan al pueblo con miseria y represión, le echan la culpa al "enemigo" y luego se ofrecen como único salvavidas.
"el individuo es la piedra angular de la sociedad y necesita de un Estado de derecho que asegure su libertad y el derecho a la propiedad privada de los individuos, garantizado por la sociedad (el Estado)."
Es correcto.
"Lo que hicieron fue echar a un lado el Estado socialista y, constituidos ya como mafia criminal transnacional, erigieron un modelo de capitalismo militar corporativo de Estado de corte fascista, ferozmente represivo, para beneficio exclusivo de ellos."
Suena a una tiranía. Por ejemplo:
"Tenía Trujillo muchas empresas, dominaba las contrataciones del Estado y cobraba por las inversiones que se hacían, posiblemente un 15 por ciento; controlaba la nómina estatal y todo empleado público debía pertenecer al Partido Dominicano y pagar una cuota, que era de dominio del dictador."
En RD el PRD pelio contra la restricción de oposición y el secuestro de poder de Trujillo. Revolución para mi es proteger el derecho del pueblo elegír su gobierno. NO de monopolizar poder.
Las viejas fotos no le hacen un favor al Bastardo Barbudo, pues cada vez lo muestran más claramente por lo que era--un orate de un histrionismo vulgar, un mentiroso nato, un farsante de marca mayor. Pero, esa claridad también muestra a los cubanos en general en peor luz. Santocielo, el bochorno.
En política a veces hay una escisión entre lo que se dice y lo que se hace, efectivamente el grupo de poder parece moverse hacia un rescate de la demagogia socialista como herramienta de seducción y dominio, pero en realidad su modo operativo es el de una despiada empresa sin alma, sólo atenta a sus propios beneficios. Es decir, la preocupación máxima son las ganacias de los generales-empresarios dueños de las sociedades anónimas.
El pronóstico para Cuba no es bueno, porque el derrumbe de los magros beneficios sociales a que fue acostumbrada la población resultan imposibles de satisfacer, ni siquiera los más elementales y vitales como los de salud pública y alimentación, por razones económicas muy reales: se han quedado sin dinero. El de los paraísos fiscales, aunque intocable, daría para apenas unos meses de soporte a la sustención de los gastos del Estado.
Gracias al señor Roberto Alvárez Quiñones por su excelente, enérgico artículo.