El cardenal cubano Juan de la Caridad García, arzobispo de La Habana, pidió la intersección de la madre de Dios "por una Cuba mejor" y para que los cubanos, sin distinciones de ideas, dejen de enfrentarse unos a otros, en una homilía , en la Parroquia de la Medalla Milagrosa en Santos Suárez, en el municipio capitalino de Diez de Octubre.
"Como la Virgen en su vida terrena, como Santa Catalina Labouré, como San Vicente, como José Martí, lgnacio Agramonte, Carlos Manuel de Céspedes, Antonio de la Caridad Maceo y Grajales, creemos en el Dios que nos creó en el seno materno a su imagen y semejanza. Dios es amor, paz, misericordia, perdón. Y al ser hechos al molde de Dios es propio de nuestra vida cultivar una rosa blanca en julio como en enero", dijo García al recitar versos del Apóstol cubano y citarlo en varias ocasiones, publicó en Facebook la Pastoral Juvenil de La Habana.
"Los artistas dicen que es difícil distinguir entre un amanecer y un atardecer, entre un sol que se levanta y un sol que se pone. Confiamos en que al final de nuestras vidas podamos entregar a Dios una persona mejor, una familia mejor, una iglesia mejor, una Cuba mejor con la luz del Espíritu Santo y la Virgen", añadió el máximo representante de la Iglesia Católica en Cuba.
Más adelante, el cardenal sostuvo: "Nuestro José Martí nos enseñó sobre el amor en Cuba. Ha escrito: 'Nunca he de llamar vil a un cubano que no piense como yo. El amor es la mejor ley. La única fuerza de esta vida es el amor. La única ley de la autoridad es el amor. Lo que me duele no es vivir: es vivir sin amor'".
"Santa María de la Medalla Milagrosa, ruega por tus hijos y ponte en medio de ellos para que nadie insulte a nadie, nadie golpee a nadie, nadie mate a nadie y todos bañados por tu luz del amor hagamos de esta tierra la más hermosa que ojos humanos han visto", pidió.
Las palabras del cardenal se dan después de que varios sacerdotes y otras figuras de la Iglesia Católica cubana sufrieran en carne propia actos de hostigamiento por parte de la policía política del régimen y de otros cubanos movilizados por el Partido Comunista de Cuba para frustrar la marcha cívica por el cambio convocada por la plataforma Archipiélago para el pasado 15 de noviembre.
El jueves pasado, el padre Alberto Reyes Pías denunció los dos actos de repudio que sufrió, el primero en el Arzobispado de Camagüey, y el segundo en la puerta de su parroquia en Esmeralda, frente a un círculo infantil, y lamentó que dos autoridades del territorio (una funcionaria de la Oficina de Asuntos Religiosos de Esmeralda y otro en Camagüey) se negaran a recibirlo después de que solicitara una reunión con ellos.
"Tengo miedo de que llegue un día en el que este pueblo termine de cansarse y cambie su talante, y decida pasar a la violencia. Porque los pueblos, como las personas, se cansan, y cuando un pueblo se cansa se convierte en un río devastador. Me inquieta el aumento de aquellos que empiezan a creer que la solución solo es posible a través de la violencia. Porque una cosa es cierta, estamos hartos de aguantar, estamos cansados de una vida miserable sin otro horizonte que la emigración", sostuvo Reyes.
Por su parte, el presbítero Kenny Fernández Delgado contó lo sucedido el día 15 de noviembre cuando, a pesar del despliegue militar y paramilitar en la Isla, pudo caminar "casi 4 kilómetros por el pueblo de Aguacate, Mayabeque, regalando flores, bendiciones y saludos para todos".
El sacerdote Rolando Montes de Oca también denunció la semana pasada que sufrió la vigilancia y persecución de un carro marca Peugeot en Camagüey.
La Iglesia Católica cubana lleva meses realizando votos por un cambio en la Isla y respaldando los pedidos de los cubanos para manifestarse libremente y reclamar mejoras al Gobierno. La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) llamó a evitar la violencia en el país y a favorecer un clima donde cada cubano pueda expresarse sin ser marginado, días antes de la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba y el aumento del clima represivo en vísperas del 15 de noviembre.
Con todo respeto para el cardenal Juan García, su declaración es muy floja, ambivalente, y tardía. La culpa de que los cubanos se enfrenten entre sí es de la dictadura comunista. Los que atacan son los comunistas, no los patriotas indefensos. Eso eso es lo que hay que denunciar sin medias tintas amorfas, etéreas y ambivalencias para quedar bien con Dios y con el Diablo.
Con todo respeto para el cardenal Juan García, su declaración es muy floja, ambivalente, y tardía. La culpa de que unos cubanos es de la dictadura comunista. Eso eso es lo que hay que denunciar sin medias tintas amorfas, etéreas y ambivalencias para quedar bien con Dios y con el Diablo.
Si no hemos podido los cubanos que si existimos, dígame usted un dios imaginario. Jajaja.
Para eso tienen que acabar con el gen comunista, ¿ los dejarán ...?
Esto es hermoso pero las hienas no entienden del amor al prójimo.
El Cardenal tenía que decir algo porque el régimen lo mismo ha reprimido a civiles que a sacerdotes y monjas.
Jaja, estamos esperando para que los terroristas nos den el respeto como seres humanos ya hace 60 años. Si no eres parte de la banda del terror a joder.
“Ah, el Papa! ¿Cuántas divisiones tiene el Papa?”