Tras las quejas de cubanos por los altos precios en los restaurantes de La Habana, la prensa oficialista habló con dueños de negocios en la capital que señalaron que, si bien no hay justificación para todas las subidas, el desabastecimiento de productos y el aumento de los costes sí ha llevado a incrementos que acaban afectando a los clientes. En el reportaje, publicado por Cubadebate, no se menciona de manera directa, sin embargo, la inflación que muchos economistas señalan.
"Aunque se han abierto nuevas opciones, podemos comprar en la tiendas en MLC (moneda libremente convertible), con comercializadoras de importación como ITH y en tiendas mayoristas en pesos, aún no es suficiente", dijo Maikel Paz Leal, dueño de PaZillo, un proyecto de desarrollo local del municipio de Plaza de la Revolución.
Según contó Paz al medio oficialista, en las tiendas mayoristas "se pueden encontrar productos puntuales; en algún momento hay harina, azúcar, pero no hay mucho surtido. Ahora está online y es más difícil comprar".
Paz señaló que las entidades encargadas de importar a Cuba recortaron "los tiempos de entrega, ahora tienen servicio de mensajería... pero aún hay cosas que se pueden mejorar. Todavía tenemos limitada la cantidad de productos que podemos adquirir, y estos son en MLC".
José Peón Gutiérrez, dueño de El Tablazo, contó que el mercado estatal mayorista Mercabal solo aseguran una parte de los productos necesarios. "No llega ni al 15% de los insumos que requiero para brindar los servicios, pero es una ayuda. Tenemos la comercializadora ITH que tiene mayor variedad de productos, pero que tampoco cumple con todas las necesidades. Además, compramos en las tiendas en MLC".
Peón se quejó de los tiempos de entrega de ITH. "Necesitamos un mercado que sea diario o, al menos, que los tiempos de llegada del producto sean más cortos. Por temas de disponibilidad de dinero y almacenamiento, gestionarse para largos periodos de tiempo resulta difícil”.
Uno de los dependientes de El Jardín dijo que no brindan todos los servicios por falta de recursos. "Tenemos poca materia prima, pero hemos logrado que las personas se sientan satisfechas, aunque esperamos tener más opciones para los clientes", dijo Lázaro Miguel de la Puente Rodríguez.
En cuanto a los precios, el dueño de Pazillo dijo que existen casos donde son excesivos, sin ninguna justificación. "Hay lugares donde una copa de vino cuesta 375 pesos y no necesariamente lo vale, aunque todo eso depende del tipo de vino", dijo Maikel Paz Leal.
Sin embargo, Paz señaló que "cuando quitamos los extremos queda la situación de los costos. Subió la electricidad, el agua, el gas, los salarios de los trabajadores, los materiales para el mantenimiento, los insumos, las materias primas y todo esto se revierte en los precios. Los productos de Havana Club pasaron de pesos a MLC y aumentaron su precio. Además, desapareció el Añejo Blanco, que era la botella más barata. Esto necesariamente encarece el costo de los tragos”.
El dueño de un negocio particular, que no fue identificado, dijo que el conflicto de los altos precios se reduce a un asunto medular: las materias primas. "Estas se compran en una moneda, pero los restaurantes ofertan en otra. Los productos que necesito para abastecer mi restaurante están en las tiendas en MLC. Sin embargo, yo vendo en moneda nacional".
"Nos cierran las puertas al reabastecimiento en divisas, por lo que muchos emprendedores terminan comprando euros o dólares al cambio de la calle para comprar las materias primas", agregó. Aunque el cambio oficial en Cuba es de un dólar por 24 pesos, en la calle puede llegar a los 65 pesos, mientras el euro ronda los 85 pesos.
José Peón Gutiérrez, titular de Tablazo, espera que cuando comiencen a entrar turistas, mejore la situación de los insumos, se abaraten algunos costos y puedan bajar algunos precios. "En un escenario más favorable, la misma competencia entre los negocios hará que bajen", dijo a Cubadebate.
Aunque el reportaje no mencionó la inflación, varios cubanos señalaron en los comentarios que está detrás de la subida de los precios. "Ya es hora de que se toque el tema hiperinflación que repercute en el trabajo periodístico hecho y de la cual no se habla", dijo un usuario identificado como Ricardo.
"En Cuba se devaluó la moneda. Estoy convencido que fue un grave error, de por sí solo dispara los precios, si le agregamos el desabastecimiento, la pandemia, etc, el resultado es lo que tenemos: bares, cafeterías, paladares y cuanto timbiriche exista a precios de MLC, pero un MLC es igual a 75 o 80 pesos, no a 24, que es el cambio oficial", opinó.
"El resultado es lo que tenemos, no todos podrán degustar una rica comida en una paladar. ¿Para qué tanto salario si se deformo mi economía, si ahora compro mucho menos que antes?", agregó.
"Se llama inflación y consiste en hacer pagar al consumidor las ineficiencias económicas", dijo Juan. "La inflación, en la que el Estado se ha mantenido como observante, impulsa estos precios abusivos. Nuevamente el pueblo es abusado con precios desmedidos", apuntó Yoyo.
"En tiempos convulsos por la inflación, increíblemente los trabajadores son los que pagan las ganancias de estos y los demás, que inteligentemente y sin control se aprovechan de estas coyunturas para enriquecerse sin miramientos. Me pregunto, si uno de los problemas y el más importante para comenzar el ordenamiento era la dualidad monetaria, ¿cómo ahora va a ser diferente si tenemos en vez de dos 11 y nuestra moneda constitucionalmente de curso legal está devaluada más de 2.000 veces, pero es la que debe circular?" opinó Agarde.
El usuario agregó que en Cuba vuelven a caer "en el mismo lugar donde debía comenzar el proceso de reordenamiento y donde todos esperamos circulara solo la moneda en la cual se le paga a la gente. Ahora por la misma doble desviación y valor de cambio legal y real, le echamos la culpa al aumento desmedido y sin lógica de los precios. Ojalá un día, para el bien de la mayoría, circulara una sola moneda, el peso cubano, como está aprobado en la carta magna. Nada, que así no mejoraremos".