A pesar de los anuncios del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de que la "inmunización" con las vacunas cubanas avanza en todo el país y de la propaganda sobre la "eficacia" de esos productos, personas muy jóvenes, entre ellos dos médicos villaclareños, murieron a causa del Covid-19 el viernes.
"El dolor nos embarga al conocer el fallecimiento del joven cirujano villaclareño Osmar Paz (28 años), víctima del Covid-19", informó en su perfil de Facebook Dairon Pérez Urbano, narrador y comentarista deportivo en la emisora oficial CMHW.
Natural de Camajuaní, el especialista cubano dejó un niño pequeño.
"Tu pueblo de Camajuaní te llora y te recordará siempre con tu gran carisma y amabilidad. Las condolencias para tus padres, esposa, niño y demás familiares y amistades. En paz descansa, amigo", añadió Pérez Urbano.
El propio comunicador informó también de la muerte en el mismo municipio de la doctora Diana Rosa Saborido, quien tenía 25 años y solo un mes de parida.
"Otra noticia conmovedora. Lamentamos el fallecimiento por causas del Covid-19 de la joven de Sagua La Chica en Camajuaní, Diana Rosa Saborido Rodríguez (25 años), quien se graduó hace un año de Medicina y laboraba en el poblado de Calabazar de Sagua, municipio de #Encrucijada en #Villa Clara. El sentido pésame de todo el pueblo a sus familiares (niño de un mes de nacido) y amistades", escribió Pérez Urbano en su perfil de Facebook.
En medio de estas noticias de decesos, el Gobierno cubano anunció que el 38% de los cubanos recibieron ya las tres dosis previstas del esquema de vacunación con productos propios anticovid.
"En una población de un poco más de 11 millones de habitantes, los tres pinchazos los recibieron 4.258.396 personas, de las dos vacunas desarrolladas en la Isla: Abdala del estatal Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, y Soberana 02 y Soberana Plus, del Instituto Finlay de Vacunas", recogió la oficial Prensa Latina.
El director nacional de Epidemiología del MINSAP, Francisco Durán, dijo el domingo que fueron aplicadas 16.195.960 dosis desde el inicio de la estrategia de inmunización en el país, en mayo último.
Hasta la fecha, el 60,6%, o sea, 6.784.652 personas recibieron la primera dosis y se les administró la segunda a 5.141.557, lo que significa un 45,9% de la población.
En estos días, además, se completa con la tercera dosis de la vacuna en las ciudades capitales de las diferentes provincias en grupos de riesgo como embarazadas, puérperas que lactan, trasplantados y nefrópatas.
El pasado 3 de septiembre a los adolescentes de 18 años que cursan el último grado de la enseñanza preuniversitaria y técnica profesional se les aplicó la primera inyección con la vacuna Abdala, etapa que deberá culminar el 1 de octubre.
También la población infantil recibe en estos días el primer pinchazo del inmunógeno, primero a aquellos entre 12 y 18 años y en breve a los pequeños entre dos y 11 años.
Según las autoridades cubanas, las vacunas cubanas habrían contribuido a disminuir hasta en seis veces las muertes y los casos graves de Covid-19. No obstante, la arrancada de la campaña de vacunación en territorios escogidos en la Isla coincidió con el peor pico de contagios y decesos en 17 meses de pandemia.
El Gobierno de Cuba incumplió con su plan de inmunización con los productos cubanos para agosto, cuando se suponía que el 70% de la población debía estar vacunada contra el Covid-19. Ahora espera tener en noviembre al 92,6% de la población vacunada con las tres dosis y en este mes de septiembre con al menos una dosis.
En la Isla las autoridades han introducido la vacuna china Sinopharm para "complementar" los esquemas con los productos nacionales y ya se aplica, en medio de interrogantes de los cubanos, en al menos seis municipios de la provincia de Artemisa y en Cienfuegos.
Las vacunas cubanas son como el romerillo del cuento de Alvarez Guedes, una mier_da. Y los que insisten en utilizarlas, y niegan la posibilidad de usar el plan de la ONU para obtener vacunas de calidad, son criminales.
si, horrible, EDP, que tragedia
Pobres médicos. Mucho cuento el Gobierno, pero ningún Castro se enferma ni muere, ni sus secuaces cercanos tampoco. Sólo el pueblo, y algún que otro general o coronel desahuciado y jubilado, que dejó de ser útil, salvo una rara excepción al principio. QEPD. ¿Aceptará el gobierno cubano finalmente, las vacunas gratuitas y seguras que ofrecen los norteamericanos, o seguirá permitiendo con su irresponsabilidad que sigan muriendo cubanos por covid? A los cubanos no nos interesa un Presidente que no votamos y que se dedica a dar paseos por el malecón, recorrer tumbas de muertos importantes e ir a brincar a la universidad, cuando no manda a matar cubanos.