"La pandemia redujo a mínimos los visitantes internacionales recibidos en Cuba en el primer semestre de 2021", publicó el economista cubano Pedro Monreal en Twitter.
La afirmación se basa en la información preliminar publicada por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) de Cuba.
"Hasta el mes de julio se recibieron 270.639 viajeros, lo que representa el 21% respecto a igual período del 2020, lo que equivale a 968.460 viajeros menos", revela la ONEI, cuyas cifras cita el economista en su Tweet.
De estos viajeros, 141.316 eran visitantes y representan un 14.3%, es decir, 845.357 menos que en el mismo período de 2020.
De acuerdo a Monreal, para poder igualar la cifra de 1.085.920 visitantes de 2020 –que él califica como "un mal año"–deberían arribar 944.604 visitantes en el segundo semestre de 2021. Esto significa que debería llegar casi nueve veces la cantidad de visitantes que arribaron durante la primera mitad del año.
De esos visitantes internacionales, el 63% procedía de Rusia y el 10.1% correspondió a la comunidad cubana, señala Monreal.
Aunque el destino Cuba presenta como ventaja para los turistas rusos la exención de visado, tiene en contra una alta tasa de Covid-19, que continúa siéndolo pese a que las cifras oficiales reportan una disminución en el número de casos en los últimos partes, y las severas medidas para contener la expansión del virus.
Este tipo de medidas han generado conflictos con los turistas anteriormente. El pasado mes de julio el embajador de Rusia en Cuba tuvo que intervenir para que las autoridades de la Isla permitieran realizar actividades turísticas a un centenar de viajeros sospechosos de Covid-19.
Ahora el número de visitantes rusos que arriba a la Isla podría verse afectado por el reciente inicio de vuelos de aerolíneas rusas a República Dominicana. Los especialistas temen que los turistas rusos empiecen a cambiar Varadero por Punta Cana.
La empresa Azur Air inició sus vuelos hacia La Romana, uno de los principales balnearios de República Dominicana, el pasado 9 de agosto, mientras Nordwind y Royal Flight recibieron la autorización del Gobierno dominicano para operar desde Moscú a Puerto Plata, Samaná y Punta Cana.
También la mayor aerolínea rusa, Aeroflot, tiene autorización para volar a Punta Cana. Con estos vuelos las autoridades de ambos países no piensan incentivar solamente el turismo, sino también el comercio entre las naciones.
El desplome en la cantidad de visitantes que llegan a Cuba, debido la pandemia de Covid-19, contrasta con la indetenible construcción de hoteles por parte del Gobierno.
En agosto, la agencia estatal Prensa Latina informó que el Gobierno cubano trabajaba en la construcción de un nuevo hotel y una terminal de cruceros en el edificio de la Aduana, ubicado en la Avenida del Puerto de La Habana.
Numerosos economistas, entre ellos Pedro Monreal, han criticado las inversiones del Estado en el sector turístico en el país, que superan con creces a las de rubros como salud y educación, lo que resulta más controvertido en un momento donde el turismo se encuentra sumamente restringido por la pandemia del Covid-19.
Mientras empresas constructoras militares y ligadas al Ministerio del Turismo continúan construyendo hoteles a lo largo de la Isla, más de la mitad de las viviendas que se fabrican en Cuba están "paralizadas", según un informe de la propia ONEI.
