Díaz-Canel, a los voceros del régimen cubano: 'vamos a revolucionar la comunicación'

Miguel Díaz-Canel no para sus supuestos encuentros para dialogar en Cuba tras las protestas pacíficas del pasado 11 de julio, una clara estrategia del Partido Comunista para limpiar la imagen del dirigente que llamó al enfrentamiento entre ciudadanos ese mismo día. El dirigente se reunió este jueves con los voceros del régimen y "jóvenes estudiantes y profesores" de la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte "Manuel Fajardo", reseñó la prensa oficialista.

"Y como expresó Ariel Tarrero 'vamos a revolucionar la comunicación' y para eso contamos con ustedes y con la sensibilidad que nosotros podamos tener desde las estructuras del partido y desde el Gobierno. Yo estoy convencido que vamos a avanzar", dijo Díaz-Canel en referencia al periodista oficialista Ariel Terrero.

El dirigente pidió a los periodistas del PCC "hacer análisis objetivos, enfrentar lo que tengamos que enfrentar. Tiene que haber crítica, autocrítica pero también con la disposición de que vamos a hacer cosas, que se van a seguir haciendo cosas, que se estaban haciendo cosas que las quieren negar ahora y las políticas sociales estarán orientadas a los más vulnerables para mejorar un grupo de cosas. Hay que rescatar el trabajo social, el trabajo en los barrios porque ya todos los ministerios están metidos en los barrios". 

Díaz-Canel aclaró, sin embargo, este miércoles que "nosotros (el Gobierno) no vamos a intervenir los barrios, vamos a apoyar los barrios".

Aunque la prensa oficialista acusa a los medios independientes de usar el sentimentalismo para "acabar con la Revolución", Díaz-Canel dijo que hay que "entender la gestión de la comunicación como algo vital para la Revolución en estos momentos desde la verdad, desde la investigación, desde la responsabilidad, desde la objetividad y también desde los sentimientos y convicciones".

"Es verdad que hemos cometido errores, han existido trabas, burocracia, problemas, pero aquí hay mucha obra también que defender y muchas cosas que se han hecho y si hemos llegado a este momento es porque tenemos esa fortaleza. Ahora la modalidad nueva, lo que es nuevo y lo que tenemos que saber hacer y lo que ustedes han hecho un llamado inteligente a esto son las redes sociales. Hoy están las redes sociales permanentes ahí como un escenario que no se puede obviar, donde el enemigo estás los siete días por 24 horas", agregó.

Díaz-Canel fue despedido por los voceros del régimen, entre ellos Humberto López, con un aplauso en el supuesto diálogo en el Palacio de la Revolución.

"Aquí no cabe espacio ni para el desánimo ni para la pesadumbre, nos están tratando de bombardear en las redes sociales para desalentarnos, para fracturarnos, para dividirnos", dijo el dirigente a los jóvenes de la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte "Manuel Fajardo". 

"Nosotros tenemos que ser críticos con lo que no hemos logrado, con las insuficiencias. Más que críticos, también trabajar para superarlas pero por otra parte reconocer y beber en la savia de la experiencia de que las cosas que la Revolución sí ha conquistado, que está defendiendo y que precisamente una de esas conquistas es la Educación y el Deporte y también es la Salud", dijo pese al colapso hospitalario por las altas cifras de Covid-19.

La propaganda del PCC insiste en acercar a Díaz-Canel a los jóvenes y a la población después de las protestas del 11J, cuando el dirigente dijo que "la orden está dada: los revolucionarios a las calles", un evidente llamado al enfrentamiento entre cubanos. Sin embargo, un día después el también primer secretario del PCC negó que llamara a una Guerra Civil. 

El "maquillaje político" a Díaz-Canel incluyó saltos con jóvenes en la Universidad de La Habana, un trabajo voluntario el pasado 26 de julio, así como visitas a barrios marginales como San Isidro en la capital. El dirigente llegó a posar incluso con balones de oxígeno cuando escasea en Cuba en plena crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19.

Pese a los intentos de la propaganda del régimen, los cubanos piden a Díaz-Canel que visite los hospitales e incluso que se le aplique el Decreto-Ley 35 y sus normativas por incitar a la violencia en cadena nacional de radio y televisión.