La cubana Yorlanka Font Monteagudo denunció que su cuñado, llamado Bárbaro, se infectó de Covid-19 y padece de insuficiencia renal crónica, por lo que su salud está muy deteriorada, en especial su hemoglobina. Sin embargo, los médicos del Hospital Provincial de Ciego de Ávila le han dicho que no había sangre para transfundirle.
Días atrás, según el testimonio de Font Monteagudo, su cuñado dio positivo al Covid-19 y fue trasladado al Hospital Provincial, donde "no hay condiciones creadas para" los pacientes de la enfermedad, ni "tampoco hay sangre para transfundirlo", pese a que tenía su hemoglobina en 6.
El tratamiento con Rosefín que está recibiendo el enfermo afectó los glóbulos rojos de su sangre, por lo que su hemoglobina bajó a 4.
Font Monteagudo añadió también que, pese a su estado de salud, Bárbaro fue trasladado a la sala para pacientes de Covid-19 donde no hay cama para acostarlo, por lo que lleva unos cinco días sentado.
"No comió en el hospital porque no le dieron comida, así débil como está lucha por su vida (…), mi hermana solita con él caminó el hospital completo para conseguir donde acostarlo y el resultado fue negativo, al parecer no se puede hacer una gestión a ver si otras provincias le puedan dar aunque sea una bolsa (de sangre) para ponerle. No pide más para asimilar el medicamento en el cuerpo", agregó.
La cubana residente en Sancti Spítirus también afirmó que su cuñado la llamó "sin fuerzas" desde la silla donde permanece en el hospital lamentando la imposibilidad de hacerse una transfusión de sangre.
"¿Cómo van a dejar a un ciudadano de bien morir así por falta de sangre?", preguntó Font Monteagudo.
"No encuentro ayuda por ningún lado, se niegan a trasladármelo con la hemoglobina en 4, sin fuerzas para hablar. No encuentran sangre para ponerle, el mismo médico me dijo que me lo llevara, que se me iba a morir", añadió.
"Yo estoy atada de manos, soy una don nadie, (…) solo lo pido para salvarle la vida a una persona y es triste lo que estoy pasando. Ver una persona que te pida ayuda para vivir y no poderle dar la mano porque los dirigentes de aquí dicen que no se puede, que no hay sangre, que hay que dejarlo así morir en una cama", agregó.
La crisis sanitaria en Cuba se agravó notablemente a inicios del mes de julio, cuando los casos de Covid-19 se dispararon y el país se convirtió en uno de los diez del mundo con mayor tasa de infectados por habitantes.
Un cubano llamado Lenier Miguel Pérez, residente en Matanzas, relató a BBC Mundo que perdió a su esposa embarazada cuando faltaba muy poco para que diera a luz, y al bebé que esperaban, principalmente por falta de atención médica.
Según contó Pérez, pasó también días recorriendo hospitales de su provincia en busca de atención médica para su hijo de cuatro años, quien dio positivo al virus.
Pérez tuvo que esperar todo un día para que su hijo pudiera ser trasladado a un hospital, debido a la falta de camas.
"Llega una doctora de guardia y nos dice: 'el hospital está colapsado. No hay camas para los niños, solo podemos dejarlos en el pasillo a esperar a que le den altas a los que están (ingresados) para poderlos ubicar. No se sabe si es en la mañana o en la tarde o al otro día, porque todo está lleno'", contó al medio británico.
Pérez dijo que esa noche la pasó deambulando y buscando a dirigentes del Partido Comunista provincial u otras autoridades del Gobierno para que le dieran una respuesta a su situación, hasta que finalmente fue trasladado con su hijo a una clínica.
Pero su odisea no terminó ahí, pues para esa fecha fue su esposa embarazada, Lydda María, quien comenzó a padecer los síntomas de la enfermedad.
"Estuvo un día (esperando) en el policlínico porque le dijeron que había una cama para ella en Maternidad en Matanzas, pero no había en qué trasladarla. La trasladan al otro día en la mañana. Le llevan al hospital de Maternidad y bum… no hay cama para la embarazada. Se la llevan al Faustino (otro hospital), llega, le hacen un test rápido y le da positivo. Para atrás de nuevo. No podía estar en el Faustino porque dio positivo", contó Pérez.
Tras dar varias vueltas buscando atención médica, Lydda María fue admitida en un centro de aislamiento para pacientes de Covid-19. "Ahí pasó hambre, dolores, malestares. Atendían a las embarazadas en la misma cama porque no había dónde. Se bañaba con agua fría, lo cual le avanzó más la neumonía que le descubrieron a última hora antes de su fin. (Tenía) falta de aire y no había boquilla para poder darle aerosol a ella, asmática y embarazada. No podía más y la trasladan al Faustino de nuevo porque ahí en donde estaba no había condiciones de nada. Eso era un infierno", denunció el viudo.
Tras agravarse la situación, la joven fue trasladada a un hospital militar, donde tuvo mejores condiciones. "De repente le encuentran que tiene neumonía y seguían las crisis de asma y le ponen medicamento, a esperar 72 horas. El martes 6 (de julio) muere, no aguantó tanta espera y sufrimientos de tantos días anteriores. Primero con lo del niño y después con ella".
Los testimonios de este tipo se han multiplicado en la Isla en los últimos días, mientras cientos de cubanos en diferentes países del mundo se agrupan para intentar enviar medicamentos e insumos con el objetivo de aliviar la grave crisis sanitaria que atraviesa el país.
La potencia medica era un globo, a los cubanos les han sacrificado su libertad, sus derechos y sus vidas en nombre de una educación y sanidad publicas que no existen. El socialismo del regimen vitalicio de la familia Castro llevo a Cuba a niveles similares a los de Haiti, Cubanos mueren en la plantación Cuba sin atenciones básicas, como en cualquier país del tercer mundo en lo que el regimen se gasta recursos comprando pertrechos anti motines de ultima generación. La nación cubana esta secuestrada por una mafia desvergonzada e inmisericorde, ajena al genocidio a que están sometiendo a un pueblo.