Hace una semana Virgen Agüero García ocupó una bodega vacía junto con su hijo de cuatro años en la barriada de Luyanó, La Habana. Este jueves fue amenazada por la Policía para que salga del local, que desde hace varios años permanece abandonado.
"El jefe de sector de la zona me amenazó con que si no me iba de este lugar podían quitarme a mi hijo o que podían retirarme la dirección que poseo de la capital, ya que yo vengo de Santiago de Cuba. También me dijo que este local supuestamente tiene un dueño. En estos momentos tengo mucho miedo", expresó a DIARIO DE CUBA Agüero García, quien no accedió a abrir la puerta en ningún momento.
"Yo vivía con mi mamá y su esposo aquí mismo, en este barrio, pero ella decidió separarse e irse para Santiago porque no tenía casa" en La Habana. "Yo no deseo regresar y, como ya no podía vivir más con ese hombre, no tuve otra opción que tomar este lugar que estaba lleno de escombros y que he limpiado", añadió Agüero García, de 32 años.
Por el momento, esta madre ha decidido no salir del local y solo abre la puerta a personas de su confianza.
El fenómeno de las "madres okupa" se ha expandido por la capital ante el déficit de viviendas y la saturación de los albergues estatales existentes. Tan solo el año pasado esta publicación pudo contabilizar siete sucesos de esta naturaleza en varios municipios de La Habana, la mayoría en la Habana Vieja.
El Gobierno cubano reconoció que al cierre de 2020 existía un déficit habitacional de 862.879 viviendas y que hay grandes atrasos para resolver la necesidad de casa de miles de familias, entre ellas las de más de 20.000 madres con tres o más hijos.
