El vicepresidente primero del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Bladimir Matos Moya, justificó el aumento del precio del agua con la sequía que sufre el país, el gasto eléctrico y la construcción de infraestructuras para almacenar el líquido, según un reporte del noticiero televisivo.
El funcionario afirmó que la única forma de administrar el agua durante las épocas de sequía es "construyendo embalases y obras hidráulicas para almacenar" el líquido, por lo que el Estado debe realizar grandes inversiones.
"Esto hace que a su vez el elemento económico en torno al agua sea relativamente alto, porque no es solo el costo de una infraestructura en la que el Estado tuvo que realizar una elevada inversión, sino que el costo de mantenimiento anual se estima en más de 1.000.000.000 de pesos", agregó.
A esos presupuestos se adicionan otros costos millonarios por la compra de recursos de importación como insumos, productos químicos y piezas de repuesto, indicó el reporte televisivo.
Además, "para poder prestar el servicio de acueducto y alcantarillado en Cuba se requieren más de 600 gigawatt/hora cada año, lo la convierte en la segunda actividad que más electricidad consume a nivel nacional", afirmó Matos Moya.
Según el reporte televisivo, la única fuente de formación de reservas de aguas subterráneas y superficiales en Cuba la constituyen las precipitaciones, pero en los últimos años se han comportado de manera limitada con acumulados bajos.
Por otra parte, el funcionario afirmó que según varios estudios las cifras de consumo de agua potable en Cuba son mayores en las viviendas que no cuentan con contador que en las que sí lo tienen instalado.
"Las casas que están metradas en Cuba consumen como promedio unos tres metros cúbicos por persona cada mes, lo que equivale a 100 litros por consumo cada día, mientras que en los hogares no metrados el consumo está en el orden de los 425 litros por persona al día", explicó Matos Moya
Otro problema mencionado en el reporte que influye en el incremento del gasto económico para mantener el servicio de agua potable es el difícil acceso de la población a herrajes hidrosanitarios para evitar pérdidas en hogares, lo que calificaron como un asunto "no resuelto".
Tras la implementación de la Tarea Ordenamiento el pasado 1 de enero la la tarifa del agua aumentó en un 700% en Cuba, pero el vicepresidente de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) de Agua y Saneamiento, Yunior González, afirmó que es "casi simbólica" y reconoció que hay pocas probabilidades de que el incremento del precio repercuta en una mejora del servicio.
De acuerdo con la Gaceta Oficial No. 68 Extraordinaria de 2020, si bien la tarifa fija seguirá siendo de siete pesos mensuales por habitante, la metrada tendrá siete tramos de valor. Por ello, los primeros tres metros cúbicos costarán 1,75 pesos por habitante de cada vivienda, pero a partir de los 8,5 metros cúbicos esa tarifa asciende hasta los 21 pesos.
Aunque el aumento del costo del agua superó al incremento salarial, pues el pago a los trabajadores se multiplicó, como promedio, por 4,9, el funcionario dejó entrever que puede subir aún más, pues indicó a la revista estatal Bohemia que "habrá un período de hasta un año para estudiar y decidir a cuánto ascenderán finalmente".
En 2020 se perdió el 43% del agua bombeada en la Isla debido a los salideros y los problemas del sistema de acueducto, aunque la cifra disminuyó respecto a 2019, cuando las pérdidas alcanzaron un 47%.
