El pasado 7 de febrero murió Nidio Báez Bello, hermano del activista de la Unión Patriótica de Cuba Zaqueo Báez Guerrero, después de que fuera confirmado como caso positivo del Covid-19. El coordinador de la organización opositora en La Habana denunció que fue un caso de "negligencia médica".
El pasado día 23 de enero de 2021, tras ser diagnosticado, Báez Bello fue trasladado a un centro de aislamiento en Casa Blanca y luego a la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI). Báez Guerrero dijo que allí permaneció por tres días sin tratamiento médico contra el coronavirus.
Según los hechos expuestos por el opositor cubano, su hermano de 58 años fue ingresado en terapia intermedia en el hospital La Covadonga, del Cerro, donde estuvo siete días. Fue dado de alta, a pesar de padecer una neumonía atípica y falta de aire. Volvió a ingresar en el Calixto García donde murió después de dos días.
La denuncia del opositor cubano, que calificó lo sucedido como un "crimen", no es la única expuesta en las redes sociales desde hace semanas.
Demoras en los traslados de pacientes confirmados con Covid-19, en la realización de test PCR y entrega de sus resultados, violaciones de los protocolos, así como otras situaciones generadas desde que se dispararon los contagios en la Isla, echan leña a un fuego que ha ardido con fuerza ya en Santiago de Cuba: dudas sobre la información que ofrecen las autoridades, incluido el número de muertes.
Leonelsys Ávila Herrera denunció que su madre, Nancy de la Caridad Herrera Pentón, murió porque los médicos "le pusieron un antibiótico que no le podían poner". Según Ávila Herrera, su madre diabética llegó al Arnoldo Milián de Santa Clara por una cortada, en una sala de medicina general estuvo en contacto con un caso de coronavirus y varios días después fue confirmada ella tras comenzar con síntomas como falta de aire.
Acusó a las autoridades médicas de "mal servicio, poca rapidez", mezclar a pacientes sanos con casos de Covid-19, suministrar antibióticos a una diabética desestabilizada y con defensas bajas y de no ofrecerle "ventilación pulmonar asistida".
"La mitad de las cosas que dice son inciertas. ¡Justicia!, reclamó Ávila, al compartir la información que ofreció el MINSAP sobre el caso de su madre.
El mes pasado Rujayne de Ben López, enfermera del policlínico Bernardo Posse, de San Miguel del Padrón, hospitalizada con Covid-19, estalló por la demora de las pruebas PCR que debían realizarse a sus familiares más cercanos. Llevaba seis días diagnosticada, ingresada y aislada y sus contactos cercanos sin ser sometidos a tests.
"Hasta cuándo es la falta de respeto, eso no es lo que dicen por el Noticiero, por eso es que tenemos estos problemas, por eso están apareciendo tantos casos, porque no se trabaja como es", escribió en Facebook.
Zailen Acuña, cubana residente en Santiago de Cuba, denunció que su padre Orlando Almenares Galan resultó positivo al Covid-19, fue trasladado desde su domicilio hasta la ciudad, y después de tres días no lograba dar con su paradero.
La semana pasada, una enfermera cubana identificada como Ania Sánchez Gutiérrez denunció la demora de las autoridades de salud para resolver el traslado de su madre, con síntomas de Covid-19.
"Qué hace un graduado de salud pública (yo) cuando ve a su madre después de dar positivo en el test rápido desde hace casi 24 horas, presentar falta de aire y mal estado general, ser una persona de riesgo por ser de la tercera edad y presentar patologías crónicas, y que todavía a estas horas aún no aparece 'disponibilidad' para trasladarla a un lugar de salud donde le puedan brindar los cuidados necesarios", lamentó.
"Es impresionante la labor del médico de la familia (…) y los que la atendieron en la consulta de Respiratorio, pero están atados de pies y manos", añadió.
"Me parece mentira que esto me esté pasando a mi y en este país", concluyó.
Muchos de estos problemas han sido citados de manera superficial en la prensa oficial, a través de declaraciones de autoridades que reconocen los problemas, pero por otra parte descargan culpas en la responsabilidad individual de las personas por exponerse al coronavirus.
Mientras, el Gobierno sigue presentando a la Isla como "potencia mundial" en salud pública y continúa negando las acusaciones de falta de transparencia que llegan hoy más que nunca a través de las redes sociales.
TODO menos efectividad y calidad en el trabajo.