Inundar las calles de cloro, endurecer el toque de queda y suspender todos los servicios no basta para contener el avance del coronavirus en Santiago de Cuba, donde la situación se agrava por días y desde el inicio de la pandemia hasta la fecha se han reportado más de 1.400 contagiados.
Este fin de semana llegó al territorio un grupo de trabajo del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) con el propósito de corregir las fallas en la aplicación de los protocolos sanitarios y revertir el progresivo deterioro del panorama epidemiológico en la provincia.
El análisis estadístico confirma que la curva de Covid-19 continúa en ascenso, pues durante la última decena de diciembre del año pasado 202 pacientes contrajeron la enfermedad, al cierre de los diez primeros días de enero 368 personas se infestaron y, sin concluir la segunda decena de 2021, se detectaron otros 543 casos positivos.
Aldo Muñoz Hernández, jefe del grupo y director de asistencia médica del MINSAP, aseguró al diario Sierra Maestra que para revertir la dispersión del SARS CoV-2 hay que erradicar el descontrol, elevar la eficacia del pesquisaje, mejorar la organización de la atención primaria, reforzar la inspección estatal y trabajar de forma coherente en todos los municipios.
Camas hasta en la Escuela Provincial del PCC
Por la gravedad de la situación y para que no colapsen los servicios hospitalarios se habilitaron otras 600 camas en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, el hospital de campaña de Veguitas, la Escuela Provincial del Partido Comunista, el Policlínico de Especialidades del Infantil Norte y un bloque de la Facultad de Ciencias Médicas.
Luis Manet Lahera, director provincial de Higiene y Epidemiologia, aseguró durante una comparecencia televisiva que permanecen ingresados entre infestados y sospechosos alrededor de 1.000 pacientes, mientras que cientos de cuadras continúan en cuarentena.
El funcionario reconoció que "en la ciudad de Santiago de Cuba también se encuentran hospitalizados pacientes de Granma y Guantánamo".
Mientras Lahera explicaba la situación e intentaba disuadir las tensiones que provoca el mal manejo de la crisis, los santiagueros interactuaban en las redes sociales y culpaban al Gobierno local del desastre sanitario y los peligros que se avecinan.
Los temores de la población se sustentan en los pronósticos de los expertos, quienes vaticinan que "a partir de ahora, se espera un pico de transmisión que superará los 100 casos diarios; situación que irá en ascenso hasta el cierre de febrero y prevalecerá durante los meses de marzo, abril y mayo". Según Manet Lahera, el control del rebrote "comenzará al término del primer semestre".
Al referirse a las causas del retroceso, el directivo señaló que "luego de 187 días sin reportar casos se resquebrajó la exigencia, aumentaron las indisciplinas, se violaron los protocolos, la percepción del riesgo desapareció y el control sobre los viajeros fue ineficaz y deficiente".
El semanario Sierra Maestra publicó en su sitio en internet que solo en municipio cabecera "existen 271 focos activos y, con la excepción de La Pimienta, ubicada en el macizo de la cordillera de la Gran Piedra, todas las áreas de Salud están infestadas".
En los repartos Sueño y Santa Bárbara se localiza el panorama más asolador, sobre todo en el último, con 157 casos positivos al SARSCoV-2 en apenas 20 días.
Georgina Igarza, de la Dirección Provincial de Farmacias, admitió que mientras las autoridades abogan por la higiene y las medidas de bioseguridad, el precio del hipoclorito subió diez veces, incongruencia que afecta la batalla contra el Covid-19.
Esa realidad contrasta con los parques, plazas, avenidas y las principales arterias de todos los municipios anegadas en agua clorada, y en la mayoría de los casos sin el sentido de utilidad que demanda la amenaza sanitaria.
En tanto, Eugenio Valdés, jefe del equipo asesor del Consejo de Defensa Provincial, reconoció que "siete enfermeras y trabajadores de apoyo se contagiaron durante el manejo de los pacientes, el instrumental y la lencería de los hospitales Ambrosio Grillo y Saturnino Lora".
Viajeros, "mulas" y Covid-19
"Al Aeropuerto Antonio Maceo han arribado 5.972 viajeros internacionales y de ellos 175 resultaron positivos al coronavirus, mientras que por países son Surinam y Haití, y no Estados Unidos, los más inciden en la contaminación local", dijo el funcionario.
A su juicio, en ello influye "la cantidad de cubanos que por la situación económica que vive el país viajan al exterior en condición de 'mulas' y en el empeño por abaratar los costos de las mercancías se exponen en los mercados, terminan hacinados en hospedajes improvisados y cometen imprudencias que vulneran su salud y tienen un costo elevado para la vida".
El jefe del grupo de asesores recalcó que "no se deben crear falsas expectativas con respecto a los cuatro candidatos vacunales que se ensayan clínicamente en Cuba; solución que ni siquiera estará al alcance este año, pues validarla y producir los 22 millones de dosis que hacen falta para inmunizar a la población llevará más tiempo".
En Santiago de Cuba permanecen abiertos 17 seminternados y 24 círculos infantiles, en otra decisión discutida y que pretende apoyar a las madres trabajadoras.
Antes de decretarse la paralización del curso, cerca de un millar de padres habían decidido no enviar sus hijos a las aulas por la fragilidad sanitaria, la desconfianza y el alto nivel de propagación en los centros docentes.
De hecho, en la secundaria básica Espino Fernández, el politécnico Pepito Tey, el Preuniversitario Cuqui Bosch y otras siete escuelas se reportaron profesores y estudiantes contagiados con Covid 19.
Una epidemia en detrimento de la otra
Además de la provincia, los municipios de Santiago de Cuba, Palma Soriano y Guamá retornaron a la Fase 1 de transmisión autóctona limitada, insertándose dentro de las 34 demarcaciones de ese tipo con mayor complejidad a nivel nacional.
El Laboratorio de Biología Molecular de la ciudad cabecera informó de la primera cadena de contagio en la demarcación de Tercer Frente, propiciada por una estudiante de Medicina que expuso al contagio a varios habitantes de la Sierra Maestra.
Tras cumplirse las primeras 72 horas del "toque de queda" continúan las indisciplinas nocturnas y las violaciones de la restricción de movimiento establecidas por las autoridades locales.
En su desesperación por resolver un problema, el Consejo de Defensa de Santiago de Cuba creó uno con peores consecuencias: en las zonas infestadas por Covid-19 se suspendieron las labores para combatir y neutralizar el dengue.
Un nivel de improvisación de esa envergadura no solo genera un desbalance sin precedentes a la hora de encarar los riesgos epidemiológicos de dos letales epidemias, sino que desnuda la falta de coherencia que desconcierta a los especialistas, compromete la lucha antivectorial y prioriza una epidemia en detrimento de la otra.