La vida de Liliana Torres Ramos dio un giro inesperado cuando su hija de 16 años quedó embarazada. Esta mujer de 34 años vivía hacinada en una casa de un solo cuarto junto al resto de su familia. Por eso decidió en junio pasado instalarse en una bodega abandonada, ubicada en el barrio capitalino de Santos Suárez.
"Me vi obligada a hacer esto porque ya en casa de mi mamá no hay espacio para que nazca el niño que viene en camino. Enseguida vino la Policía y me dijo que aquí no podía estar", dijo Torres Ramos. "Me dirigí enseguida al Gobierno municipal y expliqué mi situación y la razón de por qué me había metido en esa bodega, que lleva abandonada más de un año y ni siquiera tiene buenas condiciones para uno poder estar allí".
Torres Ramos ha recibido varias amenazas. Las autoridades le han dicho que debe abandonar esa bodega en ruinas o será sacada por la fuerza. Junto a ella y su hija embarazada está en el local su otro hijo.
"A los pocos días de estar aquí vino un funcionario de Comercio del municipio nombrado Miguel Ángel y me dijo en muy mala forma y en tono amenazante que debía irme o me sacaría con la Policía. Le dije que Díaz-Canel había dicho que las madres con hijos no podían estar en la calle, y este señor me respondió que eso no importaba y que debía salir ya. Por suerte todo quedó así y no se apareció más".
La antigua bodega que ocuparon Torres Ramos y su familia está ubicada en la calle Juan Bruno Zayas esquina Estrada Palma. En varias ocasiones el local ha sido invadido por otras familias sin vivienda a las que las autoridades han terminado sacando.
Antes de que Torres Ramos ocupara el lugar con sus hijos, un mendigo dormía en él por las noches.
"Hace tan solo unos pocos días me citó el Intendente del Gobierno y me dijo que debía salir de ese lugar. Le expliqué que no tenía para dónde ir y que ya mi hija tiene casi nueve meses de embarazo. Este funcionario no me dio ninguna solución, y aunque aquí no hay condiciones para vivir, al menos es un lugar donde podemos poner la cuna para el bebé".
Cuando Torres Ramos decidió tomar el local, éste carecía de corriente eléctrica y agua, servicios que con la ayuda de los vecinos ha podido conseguir poco a poco.
La construcción, de principios del siglo XX está prácticamente en ruinas. El techo tiene un alto deterioro y varias paredes están llenas de humedad.
"Quiero que al menos me den un albergue o local, pero si eso no sucede tendré que permanecer aquí, pues a mi casa no puedo regresar porque no hay espacio allí para mí y mi familia", insistió Torres Ramos.
La ocupación de locales estatales abandonados se ha vuelto una práctica cada vez más común en Cuba ante la carencia de vivienda que afecta a decenas de miles de familias, especialmente en la capital, la ciudad más densamente poblada del país.
DIARIO DE CUBA ha informado en los últimos meses de varios casos de este tipo, en especial en La Habana. Con el sistema de albergues colapsado y unos planes de construcción que nunca se cumplen, el Estado es incapaz de darles solución.
Tremendo bigote tiene la madre.......y se metió con un Prieto, y no con Abel, muy inteligente la compañera.........No esperen por los Cagastros.
¿Y el puesto a dedo no decía que iban a construir 1,7 casas diarias? ¿O es que aún está buscando los limones y el guarapo y no ha podido ocuparse el asunto de la construcción?
El deterioro SOCIAL es peor que el deterioro físico de los edificios . Joven de 16 años embarazada sin marido, un ''vagabundo'' dormía en ese lugar, funcionario que desconoce a su Excelencia Presidente, etc, etc...
"planes de construcción que no se cumplen"..... ahora me entero