Ocho madres cubanas no lo pensaron dos veces y, este viernes, con sus 11 hijos, forzaron la puerta de un taller estatal abandonado en la calle Villegas, entre Teniente Rey y Muralla, en La Habana Vieja. Allí permanecían este lunes.
Según las mujeres, tomaron esa decisión porque carecen de vivienda o aquellas en las que viven están en peligro de derrumbe.
"Nos vimos en la necesidad de hacer esto porque no tenemos donde vivir. Yo, por ejemplo, he vivido en muchos lugares con mis tres hijos y estoy cansada de rodar. He ido mil veces al Gobierno a que me den aunque sea un local, y nada. No aguantamos más y nos pusimos de acuerdo para meternos aquí, pues aunque está sucio y abandonado al menos nuestros hijos no se mojan", comentó a DIARIO DE CUBA Yailén Romeu Portuondo, una de las madres.
El local fue un taller de herrería de la Escuela de Oficios, perteneciente a la Oficina del Historiador de La Habana. Sin embargo, desde hacía varios años permanecía cerrado. Parte de su techo, al fondo, tiene filtraciones.
"Apenas nos metimos vino el intendente del municipio y un funcionario de la Dirección Provincial de Vivienda a decirnos que debíamos salir, porque si no los supuestos dueños nos sacarían con la Policía. Nosotros le hemos dicho que solo salimos de aquí si nos dan un lugar digno para vivir", relató Mel Balmaseda, otra de las madres.
"Lo único que queremos es tener una vivienda propia donde podamos vivir con nuestros hijos, porque a las casas de donde venimos no podemos volver. No pedimos más nada. Mientras no podamos resolver una casa digna, aquí permaneceremos", afirmó Sandra Collazo, madre de un bebé de apenas un año.
Entre los 11 niños hay tres bebés lactantes. Una de las mujeres está embarazada.
Acciones como la de estas madres desesperadas se han vuelto bastante comunes en La Habana Vieja, el municipio más antiguo de la capital y con un fondo habitacional altamente deteriorado tras décadas sin mantenimiento y reparación.
DIARIO DE CUBA ha reportado cómo en este y otros municipios mujeres y familias enteras han tomado locales estatales por la falta de viviendas o debido al grave estado de las que habitan.