Tras el fin de la "misión" médica cubana en Martinica, donde 15 profesionales de la Isla trabajaron en labores relacionadas con el enfrentamiento a la pandemia del coronavirus durante tres meses, se desató la polémica entre diferentes organizaciones y políticos del país, reportó AFP.
Para la Colectividad Territorial de Martinica (CTM), que organizó la visita de los cubanos el pasado 26 de junio, la participación de los médicos fue "una proeza".
"Esta cooperación fue puesta en marcha para responder a una necesidad en tiempos de crisis sanitaria, pero sobre todo para suplir una falta de médicos en especialidades identificadas por los centros hospitalarios", explicó Alfred Marie-Jeanne, presidente del Consejo ejecutivo de Martinica.
La "brigada" cubana operó sobre todo en neumología, infecciología, radiología, en medicina de urgencias y dio atención a más de 4.000 pacientes, según la CTM.
Alfred Marie-Jeanne admitió, no obstante, que esta "acción irritó a más de uno y perturbó al sistema establecido".
"Fue turismo médico que costó muy caro, para una operación que no sirvió de mucho", criticó la senadora Catherine Conconne, del Partido Progresita Martiniqués (PPM), quien apuntó que Martinica "necesita médicos a largo plazo".
Esos médicos "no respondían a las exigencias, sobre todo hablar francés. Ese dinero habría podido servir para algo más", insistió.
"Ninguno hablaba francés y no conocían la farmacopea", subrayó el director del Centro hospitalario universitario, Benjamin Garel.
"Realmente, llevamos a cabo una batalla muy difícil, enfrentamos numerosas vicisitudes con la lengua, con las características locales", admitió Abel R. Fuentes, jefe de la brigada, de vuelta a Cuba el 9 de octubre.
"Pero nada nos impide cumplir con nuestras funciones", agregó, en unas declaraciones recogidas por la televisión pública cubana.
"Pudimos demostrar que íbamos a hacer medicina cubana y, afortunadamente, los martiniqueses la recibieron y estuvieron agradecidos", señaló su colega Aisa Peña.
Los médicos cubanos no pudieron recetar medicamentos ni examinar a los pacientes solos, sin la ayuda de un traductor, y todos trabajaron con el estatus de médico en prácticas asistido.
La CTM aprobó un presupuesto de 300.000 euros para financiar el avión que los fletó, su transporte diario, su alojamiento y una indemnización diaria para cubrir gastos que, según varias fuentes, fue de 23 euros.
La misión contó con 14 médicos y un administrador, en general miembro del Partido Comunista cubano, que vigila y se asegura de que ningún médico planee desertar.
De hecho, a la AFP en Martinica le fue imposible entrevistar a los médicos sobre sus condiciones de trabajo.
La ONG Cuban Prisoners Defenders (CPD) presentó el pasado martes 22 de septiembre ante la opinión pública internacional el proceso penal de ampliación llevado ante la Corte Penal Internacional (CPI) "622 doctores cubanos contra el Gobierno cubano".
El proceso, apoyado en un extenso y documentado informe, que fuera entregado el pasado 24 de agosto a las Naciones Unidas y a la Corte Penal Internacional, reúne el testimonio de 622 profesionales cubanos que formaron parte de las "misiones internacionalistas" de La Habana.
En el encuentro con la prensa, trasmitido en vivo por YouTube, el presidente de CDP, Javier Larrondo, analizó las leyes y reglamentos en que se ampara el régimen cubano para explotar a los profesionales sanitarios y los salarios que les paga, que promedian unos 489,89 dólares mensuales, mientras el Estado se queda con más de 4.000 dólares como media por cada médico.
Según datos oficiales cubanos, el país envió durante la pandemia de coronavirus a 52 brigadas médicas a 39 países, es decir, más de 3.800 colaboradores.
Si bien los políticos electos de la mayoría gubernamental de Martinica se mostraron satisfechos con la visita de los médicos cubanos, la Unión regional de médicos liberales lamentó que estos le hicieran sombra a los jóvenes médicos franceses.
Para su presidenta, Anne Criquet Hayot, los 300.000 euros habrían podido ayudar a "un estudiante de Martinica a instalarse o a financiar sus estudios". Según ella, "si en diez años no hacemos nada, ya no quedará nadie en Martinica".
Lo mismo señaló la senadora Conconne: "se fueron y volvimos a caer en el desierto médico".
La exportación de servicios profesionales, fundamentalmente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios. En 2018 esta actividad generó ingresos por 6.400 millones de dólares a La Habana, muy por encima del turismo.
Además de tener que entregar como mínimo las tres cuartas partes de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".
14 médicos, un Chiva oficial ..... y 12 Chivas NO oficiales.
Yo te vigilo a ti, tú lo vigilas a él, él la vigila a ella, ella nos vigila a nosotros, nosotros los vigilamos a ellos y entre todos nos vigilamos los unos a los otros.
Pero sabían de marxismo... digo , creo.