Pollo por la libreta, pero en la shopping

En los últimos días de septiembre, el Gobierno Municipal de Mayarí, Holguín, aprobó la medida de controlar por la libreta de racionamiento la venta de pollo y otros productos de primera necesidad en establecimientos en pesos convertibles, CUC.

Es un "método implementado hace meses en otras provincias y que finalmente llegó a Mayarí", comentó en el Portal del Ciudadano la usuaria Jenny Guanche Ramírez. La aprobación de la medida busca aliviar las inmensas colas en las que solo los más dispuestos y con más tiempo para esperar consiguen los productos. Los que no, se fastidiaban.

Pero la decisión no deja de traer preocupaciones. A pesar de la expectativa de alcanzar pollo "por la cuota", los precios son los de siempre, alejados del salario de los trabajadores. Muchas familias no tienen con qué comprar.

"Yo nunca compraba pollo en la shopping, eso es muy caro para mí. Pero ahora que la carne de puerco está a 50 pesos y no hay frijoles, no tengo más remedio que comprar el que me toca. No hay otra cosa", comentó Cecilia, una cliente de la bodega La Guerrillera, del barrio El Cocal.

En el Portal del Ciudadano, Guanche Ramírez también expresó su inquietud acerca de la organización de la distribución. "Se debe ser muy cauteloso a la hora de planificar las bodegas a comprar, recordemos que no todas tienen la misma cantidad de núcleos (libretas, que normalmente equivalen a una familia)", dijo.

En igual sentido, Aracelis Llanes Pérez opinó que "el método es correcto, pero no deben de mandar a comprar cuatro tiendas al mismo tiempo pues eso es el mismo desorden y horas interminables, es como tirar a la basura tan buena propuesta".

La estrategia de ventas organizadas y normadas consiste en situar en las bodegas y mercados seleccionados los pollos y los productos de aseo que van llegando al municipio, para que cada familia pueda alcanzar un paquete de cada cosa. Sin embargo, al resolver un problema se crean otros de más difícil solución, como afirma Rafael, un consumidor del Consejo Popular Mayarí Ciudad, que compra en el Mercado Ideal.

Tras comprar el "pollo de shopping pero censado", se quejo de que si bien se consigue "que todo el mundo alcance", la rigidez en la forma de distribución genera situaciones absurdas. "Si venden un paquete por libreta, hay algunos núcleos que tienen una sola persona, y otras como la mía que tiene nueve. No tocamos ni a pedacito. Y la próxima vuelta puede demorar un mes o más", dijo.

La decisión de racionalizar los productos en CUC "por la libreta" puede ser interpretada como un retroceso para el Gobierno cubano, cuya intensión desde hace más de una década es eliminarla. Y no es consecuencia exactamente de la crisis sanitaria del Covid-19, pues las inmensas colas y el desabastecimiento anteceden a la pandemia.

Cabe recordar que la eliminación de la libreta fue uno de los tantos objetivos inconclusos de las reformas de Raúl Castro. Este instrumento de racionamiento quedaría supuestamente obsoleto con la implementación de los célebres "lineamientos" del Partido Comunista y con los planes económicos que se efectuaban con la expectativa (y la promesa) de "un socialismo próspero y sostenible" para 2030.

El 9 de octubre de 2009, el fallecido periodista oficialista Lázaro Barredo, anunció prematuramente en un extenso editorial en el diario oficial Granma la inminente entrada en desuso de la libreta. Argumentó entonces que aunque "fue una necesidad en un momento determinado, con sus actuales atributos se convierte en una impedimenta".

Once años después, lejos de desaparecer, la libreta adquiere nuevas funciones. Ahora, "salvando" al pueblo de las interminables colas y ayudando a alcanzar pollo o detergente en CUC, al menos una vez por mes.