Un médico cubano que se encontraba cumpliendo misión en Honduras fue reportado como positivo por coronavirus en Sancti Spíritus, específicamente en el municipio de Jatibonico, donde tiene fijada su residencia, según la información del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba, aunque no incidió en las cifras de la provincia al encontrarse aislado en La Habana.
Resulta especialmente curioso, porque es la primera vez que el Gobierno de la Isla reconoce como infectado por el coronavirus a un médico que labora en el exterior, pues el 8 de agosto las autoridades cubanas informaron de 41 casos de la enfermedad procedentes de Venezuela, pero no aclararon si se trataba de colaboradores sanitarios.
Al día siguiente dicha información fue eliminada del parte, y desde entonces el MINSAP dejó de especificar el origen de los positivos procedentes de otros países.
En esta ocasión fue una nota publicada en el periódico Escambray la que reveló que se trata de un integrante de la Brigada Henry Reeve, licenciado en Higiene y Epidemiología, que se hallaba en Honduras como parte de la colaboración médica cubana en ese país.
Tras su arribo a Cuba, el doctor fue aislado en el Centro Internacional de Salud La Pradera, donde se confirmó el diagnóstico de la enfermedad luego de la realización de un examen PCR.
El Gobierno cubano envió una brigada médica compuesta por una veintena de profesionales a Honduras a mediados del mes de abril para sumarse a la lucha del país centroamericano contra el Covid-19.
La exportación de servicios profesionales, fundamentalmente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios. En 2018 esta actividad generó ingresos por 6.400 millones de dólares a La Habana, muy por encima del turismo.
Además de tener que entregar como mínimo las tres cuartas partes de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".
Los mejores deseos de recuperación.