¿Por qué teme el Gobierno cubano a una ayuda material con fines humanitarios?

Aceptar la ayuda humanitaria que desde el exilio los cubanos envían a familias vulnerables en Cuba significa el reconocimiento tácito de las necesidades que el Gobierno es incapaz de cubrir a sus ciudadanos. Que esos recursos vengan de sectores a los que acusa de "subversión" y de "servir a los intereses" del Gobierno de EEUU, justifica para el régimen rechazarlos.

Hace 60 años el castrismo intenta controlar todo lo que llega a la población, y si de donaciones se trata, actúa como un monopolio, frustrando la entrega directa y privando de protagonismo a cualquier actor social que no provenga de sus esferas.

En enero de 2017 la artivista Tania Bruguera fue detenida cuando intentaba viajar a Baracoa en un vehículo en el que llevaba colchones y arroz para entregar a damnificados del huracán Matthew.

El ejemplo más reciente es de enero de 2019 cuando un tornado devastó zonas de La Habana e iniciativas similares dentro de la Isla pretendieron actuar de forma independiente o enviar ayuda directa desde el exterior. En aquel entonces el Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX) dijo que era el único Organismo de la Administración Central del Estado encargado de coordinar la ayuda internacional y a través de "un proceso bien estructurado".

Ahora, una ayuda colectada en el exilio bajo la coordinación de la plataforma Cuba Decide y la iniciativa Solidaridad entre Hermanos, y destinada a 15.000 familias cubanas afectadas por la crisis del Covid-19, permanece retenida en el puerto de El Mariel desde el 10 de agosto, según sus promotores.

En declaraciones a DIARIO DE CUBA, Rosa María Payá Acevedo, del equipo coordinador de la iniciativa solidaria, explicó que la Fundación para la Democracia Panamericana (FDP) "hizo una donación a iglesias en EEUU, que a su vez hicieron la donación a iglesias en Cuba, sin solicitarles que tuvieran un papel público".

"Tanto en los EEUU como en la Isla, iglesias que participan en la iniciativa se han sumado por decisión propia a la demanda pública de liberación de la ayuda. Desde FDP no daremos ninguna información que pueda ser usada por el G2 (la Seguridad del Estado) contra los participantes en la iniciativa", dijo sobre la identidad de remitentes y sobre todo de destinatarios del cargamento.

Según Payá Acevedo, "no es exactamente cierto" que el MINCEX sea el único organismo autorizado por el Gobierno cubano a realizar la importación de cargamentos de tipo humanitario, ni tampoco quien decide los destinatarios finales de la carga.

La activista remitió a una reciente declaración de FDP, organización de la que es vicepresidenta, según la cual "las iglesias cubanas, que poseen personalidad jurídica y tienen contratos vigentes con empresas adscritas al Ministerio de Comercio Exterior, pueden realizar la importación de donaciones a través de dichas empresas, sin que el permiso previo de este ministerio sea un requisito solicitado para cada importación". 

Payá Acevedo se refirió a la respuesta nula de las autoridades cubanas a los destinatarios de la carga enviada desde Miami y cuyos donantes corresponden a un amplio espectro de la sociedad.

"No dan respuesta, la Aduana ha hecho silencio y oídos sordos a las reclamaciones", dijo.

En esta misma línea, el pastor Alain Toledano, uno de los voluntarios en la Isla para hacer llegar la ayuda humanitaria a sus destinatarios finales, afirmó a DIARIO DE CUBA que "al llegar la ayuda, las instituciones responsables reclamaron la liberación de los contenedores".

Según Toledano, "en una primera llamada (realizada a la Aduana) confirmaron que la carga estaba, que la recibieron, pero no han respondido a las siguientes exigencias".

El pastor, blanco habitual de las fuerzas represivas del régimen en Santiago de Cuba, donde reside, denunció una escalada de las acciones en medio de los reclamos por la liberación de la carga humanitaria y sus pronunciamientos ante la declaración del oficialista Consejo de Iglesias de Cuba (CIC).

"El régimen cubano intenta quebrarme con acciones chantajistas contra mi persona y familia, poniendo carteles difamatorios con fotos mía y de mi esposa por toda la ciudad y con un ataque directo por las redes por periodistas oficialistas al servicio del régimen, toda una campaña de descrédito por ser y hacer lo que hacemos", señaló.

"El pueblo cubano está atravesando una profunda crisis humanitaria y necesita toda la ayuda que podamos dar, al mismo tiempo que se deben cerrar todas las fuentes de financiación a los dictadores que son el verdadero bloqueo entre las oportunidades y los ciudadanos en la Isla", dijo Rosa María Payá Acevedo.

Y añadió: "pero la única solución definitiva a la crisis es forzar a la dictadura a someterse a la voluntad soberana de la ciudadanía e irse, ese es el objetivo de Cuba Decide".

En medio del actual panorama y la dilatada o escasa reacción de las autoridades ante los numerosos reclamos de liberación de la ayuda humanitaria, se impone la incertidumbre en torno al destino final del cargamento. ¿Lo confiscará el régimen? ¿Hará uso de este para beneficio propio?