A pesar de que el Gobierno cubano llamó a reajustar el plan de gastos del presente año y a paralizar temporalmente las inversiones que estén en su fase inicial debido a la crisis económica que ha sido agravada por la pandemia del Covid-19, la construcción de hoteles en Varadero marcha a todo tren.
En ese balneario de la provincia Matanzas, la estatal Empresa de Construcción y Montaje de Obras del Turismo, cuyo nombre comercial es Constructora Hicacos, avanza en la edificación del complejo Oasis, integrado por dos hoteles y un centro comercial.
Esta, la más importante inversión hotelera de toda la provincia, y donde trabajan en estos días 1.600 constructores, dispondrá de 1.098 habitaciones, reportó el semanario local Girón.
Además de esta nueva construcción, el director general de la Constructora Hicacos, Roberto Rovira Martínez, dijo que su empresa actualmente emprenden inversiones no menos importantes, como la reparación de los hoteles Coral, Paradisus y Mar del Sur.
También tienen lugar en Varadero la creación del primer bulevar de la famosa Playa Azul y el remozamiento del Centro de Convenciones Plaza América, así como la construcción de un Centro de Distribución de Agua Potable que mejorará el abasto del líquido hacia zonas del extremo de la península de Hicacos, donde hay numerosos hoteles, una gran marina, centros comerciales y otras instalaciones.
El reporte señaló que, a pesar del reajuste de las inversiones que provocó el impacto de la pandemia en Cuba, estos hoteles son considerados por el Gobierno como construcciones estratégicas.
A fines de abril, el semanario oficial Escambray de Sancti Spíritus reportó la urgencia por avanzar en la terminación del futuro Hotel Meliá Trinidad, donde se mantenían 400 trabajadores de la construcción.
El Ministerio de Turismo (MINTUR) de Cuba informó la pasada semana que "no se abrirán las fronteras insulares, ni se activarán los servicios turísticos", hasta tanto sea indicado por el Gobierno, publicó la agencia oficial Prensa Latina.
Según la nota, mientras la mayoría de las instalaciones turísticas permanecen cerradas, el Ministerio "se enfoca en una mejora continua de las instalaciones" hoteleras y extrahoteleras y en "protocolos de higiene para cuando reinicie sus actividades".
Cuba cuenta con más de 70.000 habitaciones en unos 300 hoteles distribuidos por todo el país. Son controlados en su mayoría por el conglomerado de los militares GAESA, que tiene en ese sector su principal negocio.
El turismo es la segunda fuente de ingresos del Gobierno cubano, por detrás de la venta de servicios profesionales, sobre todo a través de sus "misiones médicas" en el extranjero.
El actual cierre de fronteras ya ha afectado a la industria del ocio en la Isla de una forma sin precedentes, generando cuantiosas pérdidas, que "tendrán implicaciones de alto impacto, dada la conexión del sector con otras zonas de la economía cubana", según consideraron varios analistas.
Preguntado al respecto por DIARIO DE CUBA, el economista Carmelo Mesa-Lago estimó que las perdidas podrían rondar los 3.000 millones de dólares.