Las estatales Corporación CIMEX SA y Unión Cuba Petróleo (CUPET) han formalizado su defensa en una corte federal del distrito de Columbia, en EEUU, ante la demanda presentada por la multinacional ExxonMobil, que al amparo de la Ley Helms-Burton reclama una compensación por una refinería confiscada por el Gobierno de Fidel Castro en 1960.
Lo que para el sitio oficial Cubadebate no es inusual, ni ocurre por primera vez, para El Nuevo Herald sí es algo inusitado.
El medio oficial asegura que desde 1960, en más de 40 oportunidades lo han hecho otras entidades estatales "y han obtenido veredictos favorables en varios casos".
Sin embargo, para el abogado Robert Muse, experto en temas cubanos, citado por el diario de Miami, es "verdaderamente interesante" y presenta el caso como "un cambio de curso".
El pasado viernes Michael Krinsky y Lindsey Frank, abogados de la firma Rabinowitz, Boudin, Standard, Krinsky & Lieberman en Nueva York, informaron de forma oficial a la corte federal en Washington, que serán los representantes de CIMEX y CUPET.
La demanda de Exxon Mobil contra las citadas empresas estatales cubanas asciende a 280 millones de dólares, según citó un reporte de la agencia Bloomberg.
La reclamación se interpuso en Washington el 2 de mayo, el primer día en que se permitió a empresas estadounidenses ir a la Justicia luego de que el Gobierno de Donald Trump activara el Título III de la Ley Helms-Burton.
Tanto CUPET como CIMEX han participado con el "tráfico ilegal de propiedad confiscada del demandante", incluidas cientos de estaciones de servicio, tanques de almacenamiento, una terminal marítima y la refinería Ñico López en La Habana, señaló el texto de la demanda.
"(El Gobierno de) Cuba nunca ha pagado y el demandante nunca ha recibido compensación por la expropiación de los bienes confiscados", añadió.
"Exxon no ha autorizado a CIMEX ni a CUPET a refinar el petróleo crudo usando la propiedad confiscada, ni les ha autorizado a producir, transportar, poner a la venta o participar en ninguna actividad comercial relacionada con productos derivados del petróleo que son o han sido producidos usando la propiedad confiscada", fundamentó la compañía al presentar la reclamación.
En la demanda explicaron que, al reportar ingresos anuales de hasta 1.300 millones de dólares, CIMEX es la "corporación comercial más grande de Cuba" y, según se informa, mantiene una división financiera que administra todos los pagos entre EEUU y la única empresa de turismo que los estadounidenses pueden usar para viajar a Cuba.
La antigua refinería de Standard Oil fue la primera propiedad de empresas de EEUU confiscada por el régimen de Fidel Castro después que la planta se opuso a refinar petróleo proveniente de la antigua URSS.
Standard Oil se dividió en varias empresas, una de ellas es Exxon, que en 1998 se fundió con Mobil.