Raúl Castro colocó la Orden José Martí, la más alta distinción que concede el régimen cubano, al presidente de Angola, Joao Manuel Gonçalves Lourenço, en una ceremonia en el Palacio de la Revolución de La Habana, donde el visitante sostuvo conversaciones oficiales con Miguel Díaz-Canel.
En el propio acto, el gobernante angolano condecoró al general con la Orden Agostinho Neto, la más alta distinción que otorga el Gobierno de ese país. También entregó la distinción a Díaz-Canel, al ministro de las Fuerzas Armadas (FAR) Leopoldo Cintra Frías, al general de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín y post-morten al general de brigada-comandante Raúl Díaz-Argüelles, publicó el sitio oficial Cubadebate.
Homero Acosta Álvarez, secretario del Consejo de Estado, recordó que Gonçalves Lourenço, fue "combatiente destacado del MPLA en la lucha de liberación contra el colonialismo portugués" y luego tuvo "una ascendente carrera militar que lo llevó al grado de general de tres estrellas de las Fuerzas Armadas Angoleñas (FAA)".
El hoy mandatario tuvo una ascendente carrera política como parlamentario, Comisario Provincial, miembro del Comité Central del MPLA y su Buró Político, como primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, vicepresidente del MPLA y ministro de Defensa Nacional.
"La indestructible y excelente relación entre Angola y Cuba constituye un paradigma de vínculos fraternales y solidarios entre dos naciones hermanas unidas por históricos lazos de amistad, afecto y respeto mutuo, forjados desde el propio inicio de la nación cubana y al fragor de los combates por la independencia de Angola", dijo Homero.
También argumentó que "Cuba ha sido honrada con su amistad desde los difíciles años de la guerra en Angola" y que el Gobierno desde entonces ha "recibido constantes muestras de su gratitud".
Hacia el conflicto angolano fueron movilizados unos 350.000 soldados cubanos. El Gobierno reconoce solamente 2.000 muertes durante estas gestas, una cifra muy cuestionada por los historiadores, que barajan entre 10.000 y 35.000.
Las tropas cubanas salieron de Angola a finales de los años 80, dejando un país presidido por Dos Santos, quien estuvo 38 años en el poder tras suceder a Agostinho Neto.
Dos Santos renunció a presentarse como candidato a la presidencia del país, primero, y cedió, más tarde el control sobre el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA). Angola es hoy uno de los países más empobrecidos y corruptos de África.
La familia Dos Santos ha acumulado una cuantiosa fortuna y su hija Isabel, presidenta de la petrolera estatal Sonangol, es considerada la mujer más rica de África y una suerte de "princesa" en el continente y "emperatriz en Portugal".
Gonçalves Lourenço asumió la Presidencia de Angola en septiembre de 2017 en una ceremonia en la que estuvo Miguel Díaz-Canel, enviado por Raúl Castro.
Desde que fue instituida en 1972, la Orden José Martí ha sido impuesta a casi un centenar de personas, una lista en la que solo hay siete mujeres y en la que predominan dictadores y comunistas.
