El régimen cubano, sus socios extranjeros y la comunidad internacional deben "rendir cuentas" por la explotación de los médicos cubanos, consideró el senador demócrata Bob Menéndez en una declaración conjunta con el republicano Marco Rubio, tras presentar este jueves en el Senado estadounidense una resolución que califica de "tráfico humano" la venta por parte de La Habana de los servicios de los trabajadores de la salud.
La resolución pide a Washington restaurar el programa de refugio para médicos cubanos que escapan de misiones en el exterior (Cuban Medical Professionals Parole).
Señala que para controlar a esos profesionales el régimen recurre a métodos coercitivos, como retener sus pasaportes y restringir sus movimientos, vigilar sus actividades fuera del trabajo, amenazarlos con revocar sus licencias médicas, tomar represalias contra sus familiares en Cuba si abandonan las misiones, e impedir la entrada a la Isla durante ocho años a quienes no regresan.
Al igual que en la resolución, los senadores cubanoamericanos citan en su declaración conjunta la investigación iniciada por DIARIO DE CUBA que denuncia los abusos contra los médicos cubanos enviados al exterior.
"La introducción de hoy se produce después de que un informe de investigación de DIARIO DE CUBA revelara recientemente la servidumbre de los profesionales médicos cubanos, descrita en los cables diplomáticos brasileños que detallan los términos de las misiones médicas enviadas por el Gobierno cubano a Brasil", dicen.
"Durante 60 años, el régimen cubano ha estado encontrando nuevas formas de explotar a su gente", critica Menéndez, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, en la declaración. "La información reciente de Brasil muestra cómo el Gobierno cubano se beneficia de sus misiones médicas en el extranjero patrocinadas por el Estado, que vende como diplomacia médica, pero se parecen mucho más a la servidumbre contratada".
"Esta resolución bipartidista arroja luz adicional sobre el papel del régimen cubano en la trata de personas y es otro llamado para una mayor rendición de cuentas por parte de los funcionarios cubanos, sus socios en el extranjero y la comunidad internacional".
En la resolución, Menéndez y Rubio se refieren específicamente al programa Más Médicos, propuesto por La Habana a Brasilia en 2012 e iniciado por el Gobierno de Dilma Rousseff en 2013.
En el esquema creado para ese programa, La Habana y Brasilia utilizaron como intermediaria a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una estrategia del Gobierno de Rousseff para evadir al Congreso brasileño.
Como resultado, por la contratación de trabajadores de salud cubanos que prestaban servicios en Brasil, la OPS se quedaba con el 5% de lo que pagaba en salarios el Gobierno de Rousseff. El régimen cubano, por su parte, se embolsaba al menos el 70%. A los profesionales de la Isla llegaba solo una ínfima parte.
Menéndez y Rubio exigen en su resolución a la OPS "proporcionar inmediatamente una mayor transparencia sobre su participación en el programa Más Médicos" y sobre su acuerdo con el Gobierno de Cuba.
"Es indignante, aunque no sorprendente, que la dictadura cubana continúe manipulando y atrayendo a los médicos para enriquecerse", afirma en la declaración conjunta Rubio, senador por Florida.
"Esta forma de trabajo forzoso no debe pasar desapercibida por la comunidad internacional. Debemos enfrentarnos al esquema de esclavitud moderno del régimen y apoyar a los médicos que buscan justicia después de servir en estas llamadas misiones médicas internacionales", concluye.
La resolución de Menéndez y Rubio advierte que el Gobierno cubano "debe compensar" a los profesionales de la Isla que trabajaron en Brasil "por el monto total de los salarios que les fueron embargados".
Consideran además que el Departamento de Estado de Estados Unidos debe endurecer la clasificación de Cuba en su informe anual sobre trata de personas.