Dentro y fuera de Cuba, se han estado publicado consejos técnicos para enfrentar el drama inflacionario que, de modo trágico, azota a la Isla.
Sorprendentemente, hay gran coincidencia entre las recetas contra la inflación ofrecidas en la prensa castrista por economistas —aparentemente— adeptos al régimen, y las recetas que brindan economistas que, desde la emigración, practican con honestidad su profesión en la prensa independiente.
Resumiendo, se propone:
- Liberalizar más el sector privado.
- Flexibilizar la inversión extranjera.
- Mejorar la asignación de recursos estatales.
- Purgar las empresas estatales ineficientes.
- Liberalizar el comercio exterior.
- Relocalizar la inversión estatal hacia producciones urgentes.
- Reenfocar y eliminar subsidios.
- Controlar el déficit fiscal.
- Hacer "algo" con el tipo de cambio.
Es muy probable que, efectivamente, con tales medidas se dinamice la economía y así el Gobierno controle la inflación de manera distinta a como lo ha hecho habitualmente, reprimiendo precios y personas. Pero, ¿qué es más conveniente para el pueblo cubano? ¿Salir de la aguda crisis actual manteniendo el sistema castrista, o que se agudice la crisis (sí, con dolor y sufrimiento) hasta que el sistema implosione?
Los economistas, principalmente aquellos que emigraron y pueden expresarse en libertad, deben preguntarse si es ético ofrecer públicamente consejos utilizables por una dictadura que, en última instancia, solo aspira a perpetuarse.
Esta cuestión es relevante hoy, porque la mayoría de las recetas ofrecidas desde la diáspora, están pensadas para implementarse dentro del esquema político castrista. Es decir, son consejos con los que la dictadura, que lo está haciendo fatal económicamente, podría mejorar en ese aspecto vital para su estabilidad. Lo cual equivaldría a hacer más cómoda la prisión de los cubanos, muy probablemente, al precio de alejarles de la libertad.
La coincidencia entre algunas de las reformas propuestas por economistas de dentro y fuera hace sospechar que el régimen podría utilizar a su favor, no tanto el conocimiento de los especialistas emigrados (en la Isla no falta conocimiento económico), pero sí la legitimidad política de hacer "todo" lo que se le recomendó.
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No pocas veces las alocuciones públicas de los líderes económicos del país hacen referencia a recomendaciones y críticas externas, normalmente para denostarlas. Sin embargo, fácilmente pueden cambiar de tercio y utilizarlas para justificar el alcance de una nueva tanda de reformas que, esta vez sí, sean profundas y mejoren la calidad de vida bajo el régimen castrista. Pero, una vez más, ¿es eso lo mejor para el pueblo?
Cuba no es un país normal con una economía estándar, por ello, no debe analizarse su realidad solo con las asépticas herramientas de la ciencia económica, sin tener en cuenta que, en el sistema castrista, la economía no está concebida para satisfacer las necesidades del pueblo, sino para controlarlo.
Supongamos que el Gobierno, nervioso porque la carestía pueda provocar protestas sociales, implementa las recetas que desde fuera aconsejan. ¿Qué pasará cuando el rol constitucional del Estado como "actor económico principal" esté amenazado por la impetuosidad del sector privado? ¿Hasta qué nivel el castrismo permitirá que se desarrollen esas fuerzas? ¿Competirán realmente las empresas estatales, acostumbradas a ser monopolio, con las empresas privadas? ¿Permitirá la elite política/militar que florezca una clase media y alta independiente que, eventualmente, le dispute el poder político? ¿No es verosímil pensar que esas medidas serían capitalizadas fundamentalmente por los allegados al régimen?
El hecho dominante en Cuba es político (la economía está secuestrada) por lo que, quizás, en vez de analizar cómo la dictadura podría hacer más llevadero el yugo que humilla al pueblo, sería más útil —y ético— emplear los conocimientos económicos para explicar científicamente que el sistema castrista, por mucho que adopte medidas "capitalistas", inevitablemente obtendrá rendimientos inferiores a los que se obtendrían en democracia.
Nunca serán suficientes los artículos —periodísticos y académicos— que muestren cómo las políticas y reformas del régimen cubano contradicen o ignoran principios básicos de las ciencias económicas, basándose en una mezcla indescifrable de rancia ideología con mucho oportunismo, al servicio de un grupúsculo parasitario.
Imprescindible, además, es demostrar que el régimen prefiere un país paupérrimo antes que uno donde prospere una sociedad emancipada del Gobierno proveedor. Hay que mostrar cómo ese egoísmo criminal de la elite gobernante, conduce a políticas económicas aparentemente erráticas e incomprensibles de retrocesos, dilaciones, estancamientos, repetición de "errores" y absurdidades que retornan cuando parecían superadas, porque lo que interesa es el estatus quo. La revolución es terriblemente contrarrevolucionaria.
Es difícil concebir hoy servicio mayor a la patria que ofrecer a los cubanos análisis serios y profundos sobre las entrañas del sistema, para desintoxicarlos de 63 años de propaganda y adoctrinamiento, desenmascarando un régimen que basa su existencia tanto en la represión física como en la colonización mental.
Cuba tiene un problema enorme, pero no es la inflación, es el castrismo. Revelar los siniestros mecanismos de dominación de ese régimen, muchos de los cuales son económicos, es, probablemente, labor muchísimo más urgente y necesaria que tratar de "resolver" la crisis actual; pues, en última instancia, cada crisis es una oportunidad y nunca se sabe cuál va a ser "la" oportunidad de cerrar este triste capítulo de la historia nacional. Por lo tanto, todos deberíamos preguntarnos: ¿a qué estoy contribuyendo, a mejorar el castrismo o a eliminarlo?
Este artículo genera el debate sobrio. Felicidades a nosotros; los lectores de DDC.
Aunque insatisfactorias, algunas reformas económicas aliviarían la situación límite a que está sometida la población, no ya privada de libertades civiles, sino ahora enfrentada al peligro de no tener qué poner en la mesa, un problema político que el gobierno no reconoce.
Obviamente los cubanos necesitan una nueva política nacional, porque el modelo actual es irreformable, dada la opaca conexión entre las sociedades anónimas dueñas de todo lo que genera dólares y un aparato de gobierno rendido a estas empresas.
Cualquier empeño empresarial colisionaría con los intereses de los generales, que sofocarían inmediatamente la competencia de empresas privadas, por lo que proponer la creación de un sector independiente del gobierno y de los militares es punto menos que absurdo.
Gracias a la señora Rafaela Cruz por su interesante artículo.
Siempre he estado en contra de dar consejos al gobierno castrista para mejorar las cosas sin desmontar el modelo comunista. Sé que muchos de los economistas lo hacen con la mejor intencion del mundo, pero ESO ES UN GRAN ERROR. Es más, si el regimen les hiciera caso al final esos economistas estarian perpetuando la dictadura en Cuba. Aquí ya no valen los consejos, sino la presion para que el sistema estatrista socialista sea desmantelado
Cuba no le toma consejos a nadie. Cada vez que Cuba tiene la oportunidad de asistir o hablar en un entorno internacional siempre hablan de las mismas dos cosas. El embargo y la solidaridad de Cuba a traves de sus medicos alrededor del mundo.
La organización al lado de Cuba denuncia el embargo también. Suena como que Cuba gasta X monto de dinero a espaldas del pueblo en campañas de cabildeo para conseguir cualquiera organización que denuncie el embargo y acoja medicos Cubanos. Los medicos que Cuba envía no son gratis, enviar medicos al extranjero le genera ingresos al régimen. Eso no es solidaridad eso es negocio.
Cuba tuvo una reunión con la Asociación de Estados del Caribe adonde ellos denunciaron el embargo y dijo que mantendrán el trabajo conjunto en ejes focales como el comercio, el turismo, la reducción de riesgos de desastres y la protección civil. Dicen lo mismo todos los años y nunca detallan como desarrollarán esas iniciativas públicamente. El régimen no quiere cambiar nada.
Cómo dice el dicho:
Nunca se interrumpe al enemigo cuando está cometiendo un error.
A estas alturas salvó los que le deben el alma al Castrismo, todo cubano sabe de memoria y por obvias razones historia que el mejor remedio al problema de Cuba es arrancar al Castrismo de raíz y refundar la República. No hay otro camino. Mientras que el pueblo no tenga gandinga para hacer lo ya dicho...normal...sigamos disfrutando el show.
Si a Fidel Castro le interesaba tener el control absoluto sobre las personas (y sobre todo) a la nueva clase burguesa le interesa más el control económico, su control sobre las personas (el pueblo) sólo le interesa en la medida que perderlo pueda afectar su nivel de vida, por lo tanto una vez que sienta que sus intereses (empresas) estén aseguradas en sus manos les va importar un bledo tener PCC, CDR ni nada por el estilo, más bien seguramente realizaran cambios para darle un toque de democracia y aparente apertura de posibilidades "para todos" con tal que nadie se ponga a averiguar como este o aquel hotel está a nombre de fulano de tal. El que este esperando una mejora radical de la situación con o sin cambios está frito.
Crear empleos es un talento. Yo tengo una profesion que me da mucha autonomia y libertad. Creo mi propio horario y tengo mucho tiempo libre para perseguir otros intereses. Estudie por 2 años buscando la forma en como pude montar una empresa. Ya la tengo creada ahora estoy haciendo el labor para construir y lanzarla. Tambien sigo avanzando mis estudios. Pude mudarme desde una Provincia hacia otra en mi pais, Republica Dominicana, para dedicarme en el buen desempeño de mi empresa mientras sigo produciendo dinero a traves de mi profesion. No soy rico o un grande empresario pero tengo la libertad de buscar mas de la vida. Esa libertad no tiene precio. Si fracaso es culpa mia pero fracasar no esta en mis planes. Tampoco existen sectores trabajando en mi contra. Yo soy un hombre libre con todas las posibilidades del mundo. Los desafios son parte del juego.
Usted, Sr. Martinez, ha seguido los consejos de José Ingenieros: para evitar la mediocridad, es importante ser el jefe de uno mismo. Lo felicito.
José tiene Ud mucha razón y le deseo éxitos en su empresa. Yo estuve de vacaciones en República Dominicana y fui de excursion a distintos lugares pasando por varios pueblos y recuerdo le dije al chófer: esto es Cuba pero con carteles (propaganda de productos y servicios), quiero decir que cuando oigo hablar de fórmulas y consejos para resolver problemas económicos en nuestros países me cae la duda de que si todo está tan "formulado" y los resultados son tan previsibles por qué no ha funcionado en otros lugares donde están dadas todas las condiciones para su aplicación. No quiero decir con esto que en Cuba no haga falta cambios urgentes tanto económicos como políticos pero cuando alguien me da a leer una lista de cambios que resolverá el problema no se por qué me cuesta trabajo creerlo, también entiendo que por algo hay que empezar. Saludos y éxitos para Ud.
Muchas gracias compañero. Agradezco los deseos de éxitos y deseo lo mismo para usted.
Nadie tiene todas las respuestas. La politica en si no me gusta pero tengo cierta simpatías. Digo eso porque en el 2004 en Républica Dominicana perdió el candidato del partido de mi simpatía, el PRD, y ganó el opositor Leonel Fernandez del PLD.
Cuando Leonel Fernandez ganó la Presidencia República Dominicana estaba en bancarrota. Las iniciativas del Dr. Fernandez era privatizar y vender la mayoría de las empresas Estatales. Leonel construyo elevados, amplió carreteras, el metro, centros comerciales y trajo mucho desarrollo al pais. Tuvo muchas sombras por actos de corrupción como Odebrecht y muchos Dominicanos estaban en contra de la Privatización de empresas publicas. Empresas que fueron recuperada a manos del Estado durante la gestión de Danilo Medina y se siguen recuperando bajo Luis Abinader. Hoy dia RD es el pais mas prospero del Caribe. Hicimos lo contrario a lo extremo del Castrismo.
Si yo fuera economista y viviera fuera de Cuba, no daria ningun consejo al regimen. Excepto: que se vayan.
Me sorprende este articulo. Es como haberle preguntados a los judios si al facismo hubiera que eliminarlo o mejorarlo??????
Me sorprendo leyendo la mayoría de los artículos sobre la economía de Cuba y que concluyen brillantemente que lo mejor sería eliminar el castrismo. A esa conclusión llegan a través de un análisis profundo que abarca varios párrafos, como si el "castrismo" fuera nuevo y como si cambiarlo fuera fácil.
Cuando el campo socialista se derrumbó, Fidel lo había previsto con anticipación, y creó aquello de revivir el socialismo. "Ahora sí vamos a construir el socialismo". Eso fue en el 86. Lo recuerdo muy bien, porque mis primos, mis amigos y yo esperamos el año juntos y cuando ya todos estábamos borrachos, a alguien se le ocurrió decir: "Ahora sí, coño!!!" y pasamos la noche riéndonos de nosotros mismos y de lo ridículo de la consigna; pero Fidel mantuvo el poder y lo traspasó décadas después a su familia. Que aquello cambie, depende de esa familia, y desde luego, depende de un pueblo hambriento y desilusionado, que algún día, tal vez, quién sabe.., decida jugársela para cambiar el país.
Estimado Weston, creo que Fidel Castro fue sincero porque él soñaba con un nacional socialismo (no nazi, claro) que fue su más potente referente emocional y político, ya que estaba inspirado en el rescate del honor nacional, aunque Cuba realmente no había sufrido la humillante derrota de Alemania.
Ernesto Guevara y algunos economistas le habían aconsejado industrializar el país para ser menos dependiente, esfuerzos en los que no estaba solo, pues Yugoeslavia igual lo intentaba con un modelo alejado de la URSS impulsado por el carismático tornero croacio Josip Broz Tito.
Por cierto, ciertas notas humanas, como su embriaguez el día moralmente desvastador en que Castro tiró décadas de sacrificios, hacen tan especiales sus comentarios. No puedo imaginar cómo celebrará usted y sus familiares el día del reecuentro nacional en una Cuba con libertades civiles.
Saludos.
jugarsela otra vez
"¿Qué pasará cuando el rol constitucional del Estado como "actor económico principal" esté amenazado por la impetuosidad del sector privado? ¿Hasta qué nivel el castrismo permitirá que se desarrollen esas fuerzas? ¿Competirán realmente las empresas estatales, acostumbradas a ser monopolio, con las empresas privadas? ¿Permitirá la elite política/militar que florezca una clase media y alta independiente que, eventualmente, le dispute el poder político? "
Es eso lo que ellos temen honestamente, perder el poder absoluto que tienen sobre el pueblo. El regimen le tiene mas miedo a que personas sean autonomas e independiente del regimen que al mismo "Imperio". Eso te deja saber que son cobardes. El Castrismo en si no puede permitir libertad e autonomia del Gobierno. No tienen la fuerza para manejar eso.
La mejor y unica solucion real es la eliminacion radical del Castro-Canelismo,Canel ha querido hacer continuidad de las ideas fracasadas del Criminal en jefe con un pais arruinado y sin espiritu politico ,como resultado el pais se esta quedando sin deportistas,artistas y profesionales en general y lo que es peor ,sin jovenes conviertiendose en un pais de viejos y jovenes en su mayoria inutiles , de los pocos que quedan con preparacion tecnica ,la mitad esta buscando la forma de irse,Pretendera la dictadura vivir de las remesas y la esclavitud de los medicos?,Creo que eso ahorita si no lo pierde se va a reducir considerablemente.La HAMBRUNA viene llegando.
Felicidades; “la economía no está concebida para satisfacer las necesidades del pueblo, sino para controlarlo.”
La economía en la isla no es menos que una economía-criminal. El reflejo del más cobarde de los cubanos ( chantaje + oportunismo = Patria o Muerte)
La autora pide a "Los economistas, principalmente aquellos que emigraron y pueden expresarse en libertad" que se pregunten "si es ético ofrecer públicamente consejos utilizables por una dictadura que, en última instancia, solo aspira a perpetuarse."
Yo le preguntaría: "?Es ético que un médico le niegue tratamiento a los que participan de una dictadura?"
¿Es ético salvar la tuberculosis, el sarampión, la papera, los ácaros de la sarna ... los mosquitos, las moscas ..? ¿O sería preferible matar a los huéspedes de las enfermedades ...? Después de todo, ¿los gérmenes están indefensos y los humanos son inteligentes ...?
si tu vas al médico para que te atienda y no lo hace, no es ético. Está la dictadura pidiendo consejo?