El compositor cubano Aurelio de la Vega murió en la mañana de este sábado en Los Ángeles, California, a causa de complicaciones cardiacas, confirmaron a DIARIO DE CUBA su esposa, la soprano Anne Marie Ketchum De la Vega, y amigos cercanos. Tenía 96 años.
Aurelio de la Vega nació en La Habana en 1925, dentro de una familia burguesa. "Cuando abrí los ojos lo único que oía era ópera por todos lados y algunas piezas sinfónicas", contó a Enrico Mario Santí en una entrevista publicada por DDC.
Compuso sus primeras piezas musicales siendo un veinteañero. Comenzó estudiando las sinfonías de Mahler y de Bruckner, y luego los poemas sinfónicos y las óperas de Richard Strauss. Estudió Composición con Fritz Kramer (La Habana, 1943-1946) y Ernst Toch (California, 1947-1948).
En los años 50 fue crítico musical de los periódicos habaneros Avance y Diario de la Marina. Y entre 1953 y 1959 trabajó como profesor y jefe del Departamento de Música de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba.
Salió al exilio en 1959 y desde entonces residió en Los Ángeles.
Es autor de una extensa obra orquestal, de cámara, piano, guitarra y música electrónica. Sus composiciones vocales utilizaron muchas veces poemas de autores cubanos: José Martí, Gastón Baquero, Emilio Ballagas, Heberto Padilla y Octavio Armand, entre otros.
"Cuando los integrantes del Grupo de Renovación Musical de Cuba gritaban a los cuatro vientos consignas neoclásicas latinas (a la Stravinsky o Falla) o desde mediados de los años 40, con una indiscutible influencia carpenteriana, 'neonacionalista', Aurelio de la Vega izaba, con total arrojo, una bandera atonal en la línea de autores germanos como Schoenberg o Berg. Esto dotó a su música de una cualidad netamente vanguardista y única en el contexto de la creación musical cubana de esos años", escribió la musicóloga española Belén Vega Pichaco.
Durante décadas su música estuvo sin ejecutarse en Cuba. Hasta que en 2019 la prensa oficial publicó un artículo dedicado a él y fue estrenada en La Habana su obra Intrata, que había sido comisionada por Zubin Mehta y la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, que la estrenó en 1972.
"Algún día, cuando cese toda la porquería política —con todas las mareas y todas las consignas, y todas las griterías y todas las calumnias y toda esa serie de cosas abominables— se verá dónde está situada mi música", dijo De la Vega.
En 2021 fue publicado el libro El otro tiempo/The Other Time: Aurelio de la Vega y la Música-Aurelio de la Vega and Music (Aduana Vieja, Valencia), que recoge una larga entrevista de Enrico Mario Santí a De la Vega, de la que DIARIO DE CUBA publicó varios fragmentos.
A De la Vega lo sobrevive su esposa.
Que EPD está gran joya de la música clásica, una gran pérdida para la cultura mundial.
No solamente tuvo gran talento, sino gran entereza, y su legado es muy digno y muy limpio. Si hubiera optado por pactar con el diablo, aunque su obra no significaba nada para el castrismo ni le interesaba en absoluto, lo hubieran recompensado a lo Alicia Alonso. QEPD.
Efectivamente, Aurelio fue un hombre íntegro, transparente, coin una visión tan aguda que muy printo riompió con la dictadura medieval castrista. Era de ejemplar entereza moral, de grandes kilates. Tal y como Ernesto Lecuona, el fenomenal Aurelio de la Vega tendrá que ser homenajeado en Cuba, cuando al fin sea libre
Desgraciadamente, pactar con el diablo paga, y por eso tantos lo hacen, aunque el diablo siempre cobra al final de la jornada.
ENORME PERDIDA CUBANA. Tuve la suerte y el honor de ser su amigo. Aurelio era un hombre de un talento ASOMBROSO. Un orador ademas increíble. Uno de los intelectuales mas lúcidos que ha dado Cuba en su historia, y que fue criminalmente silenciado en su tiarra natal por la infame dictadura actual. Su originalísima e impresionante obra musical se preserva en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, en Washington. Gloria a este paladín de la cultura cubana y universal