Una veintena de intelectuales cubanos nacionalizados españoles o residentes en el país reclamaron al Gobierno de España "una posición clara y firme" en favor de los miles de cubanos que salieron a protestar en las calles de la Isla el pasado 11 de julio y a "llamar a la dictadura por su nombre" en una carta redactada por los escritores Jorge Ferrer y Ginés Górriz, publicada por el diario El Mundo.
"Hemos asistido a un levantamiento popular en Cuba como no se había conocido otro en los últimos 60 años. La inercia y el miedo generados por décadas de ese cocktail siniestro que se hace mezclando el entusiasmo con la represión —el reverso simbólico exacto de un Cuba Libre— saltaron por los aires el 11 de julio bajo el empuje de una generación de jóvenes cubanos que han abandonado la aspiración a emigrar, pero se niegan a ser parte de un sistema que ya solo les brinda la espuria ilusión de la excepcionalidad de Cuba", señalan en el texto.
"Son cubanos que quieren vivir en un país más próspero y más justo, y que espoleados por el hambre de pan y de libertad, unido a la preocupación por la gestión sanitaria de la pandemia, están planteando estos días una rebelión que sitúa a la juventud cubana en el mismo diapasón de anhelos que manifiestan jóvenes de todo el mundo", añade la misiva.
Para los firmantes, "los cubanos son parte de un mundo y una generación que reclaman un papel preponderante en la construcción de una sociedad de igualdad y derechos" y "no es por gusto que el reclamo de libertades políticas y económicas que hacen los cubanos haya venido acompañado estos últimos años de urgentes reivindicaciones en materia de raza, género o derechos de los animales".
"Los testimonios de la pasión y la desesperación de esos jóvenes que hemos visto marchar por las calles y ciudades de Cuba son elocuentes. Lo hicieron sin más coordinación que la que dictaba el eco que resonaba en sus teléfonos móviles, en las redes sociales", sostienen en la carta los escritores Abilio Estévez, Antonio José Ponte y Rolando Sánchez Mejías; el director de DIARIO DE CUBA Pablo Díaz Espí; los artistas Leandro Feal y Marco Castillo; los cineastas Carlos Quintela, Heidi Hassan y Patricia Pérez, y el científico Eduardo López Collazo, entre otros.
"Fue hermoso hasta que comenzaron los palos, porque no menos elocuentes son las imágenes de la represión a la que hemos asistido. Hombres y mujeres arrastrados, golpeados y detenidos por las tropas gubernamentales y las fuerzas paramilitares que se han utilizado durante décadas para reprimir, atemorizar y acallar a los cubanos. Secuestros, allanamientos de morada, detenidos que aún continúan desaparecidos, al menos un muerto...", denuncian.
Recuerdan que "en una alocución al país televisada a media tarde de aquella jornada (del 11J), Miguel Díaz-Canel, quien ejerce hoy como presidente de Cuba, llamó a la violencia, al enfrentamiento civil entre cubanos, de manera inequívoca: 'La orden de combate está dada: a la calle los revolucionarios', dijo".
Para los firmantes, "era la extensión natural de un lema que heredó de los hermanos Castro. Aquel de que 'la calle es de los revolucionarios' que han coreado durante décadas los perpetradores de los 'mítines de repudio', probablemente la expresión más siniestra del terror revolucionario desde que se ha tomado un receso el paredón".
"Sus palabras significaron que la integridad física e incluso la vida de los manifestantes estaban amenazadas desde la máxima autoridad del Estado. Pero significaban aún más: el divorcio de la jerarquía política en Cuba y el pueblo es ya un hecho incontrovertible. Apenas unas horas después la policía comenzó a disparar sobre la gente", añaden.
"Llamar a la dictadura por su nombre"
"En medio de esta situación tan ilusionante como terrible, quienes firmamos esta carta, en su mayoría ciudadanos españoles nacidos en Cuba, estamos asistiendo con estupor e indignación a la renuncia del Gobierno de España a adoptar una posición clara y firme en favor de los manifestantes y en contra del régimen autoritario de La Habana", lamentan.
"La renuncia, hiriente y patética, a reconocer que en Cuba impera una dictadura que priva a los ciudadanos de derechos humanos elementales, las piruetas verbales de dirigentes de los principales partidos de izquierda en España que ostentan los más altos cargos en el Gobierno (Pedro Sánchez, Nadia Calviño, Yolanda Díaz, Isabel Rodríguez...) para evitar una denuncia clara y rotunda de un régimen despreciable, no parecen casar bien con políticos y partidos que con tanta pasión proclaman defender la ampliación de derechos ciudadanos, que se enfrascan en la denuncia de la dictadura que padeció España durante décadas, que, en definitiva, se reclaman como partidos de progreso", critican.
"¿Acaso los cubanos no merecen gozar de los mismos derechos y libertades que el resto de ciudadanos de Hispanoamérica? Más: ¿acaso las largas decenas de miles de cubanos que nos hemos nacionalizado en España y hemos hecho nuestro este país de libertades merecemos tamaño desprecio por parte del Gobierno?", se preguntan.
"Nada puede, nada debe impedir a los responsables políticos del Gobierno de España y a los partidos de izquierda que hoy gobiernan denunciar a la dictadura cubana. Ni la oposición al embargo norteamericano que pesa sobre la Isla, ni el cálculo cortoplacista que busca proteger las inversiones españolas en Cuba —sacando provecho de la inmoralidad de pretender ventajas económicas aprovechándose del mismo embargo que denuestan—, sirven, pues son dos excusas igualmente esclavas de un paisaje anterior al que Cuba y los cubanos habitan ahora", argumentan.
"Ya Cuba no vive en el territorio de los debates del pasado. Saliendo a las calles a pedir libertad, los cubanos han saltado de siglo y nos arrastran, también a los políticos españoles de derecha y de izquierda, con ellos", dicen.
"Que la economía cubana es un desastre, que sus élites militares y civiles —¡si alguien es capaz de distinguirlas!— son corruptas, que en la última década se han dilapidado las reformas en favor de una apertura a la economía privada, los llamados 'cuentapropistas', son verdades asequibles hasta al más perezoso de los jaleadores de la Cuba de hoy", añaden.
"A estas alturas, los cubanos no pedimos compasión. Después de décadas de soledad, de tantos años viendo a los gobiernos del mundo, y a los de España también, mirar hacia otro lado y responder a la política a la vez bravucona y victimista del régimen de La Habana con cesiones y el estéril ejercicio del 'acompañamiento', un trasunto colonial del apaciguamiento, muchos ni siquiera pedimos ya solidaridad", aclaran.
En tal sentido, piden "respeto por la verdad. Respeto por los jóvenes que estos días sacan a Cuba de la noche de la historia para meterla de golpe en el paisaje de la protesta y el reclamo global de derechos y libertades".
"Respeto por quienes enfrentan a un régimen armado hasta los dientes con la sola fuerza de sus cuerpos y la voz con que gritan; ellos sí, conscientes de la naturaleza y tamaño del monstruo que enfrentan: '¡Abajo la dictadura!'", concluyen.
No están solos:
https://www.radiotelevision…
España se ha comportado de la peor manera con los cubanos, poniéndose del lado de una dictadura y alimentando los bolsillos de los principales dirigentes. Dudo mucho que Sánchez llame así al régimen porque detrás de sus vínculos políticos están empresas hoteleras y turísticas muy fuertes. Por ejemplo, Marrero fue durante décadas Ministro de Turismo y pasó por varios explotes en el Sector sin haber sido tocado, y luego lo premiaron con un cargo superior, por haber sido garante del acuerdo. Hoy, toda su familia trabaja en la Cadena Meliá.
No podemos olvidarnos que los empresarios españoles fueron quienes iniciaron el apartheid en Cuba cuando financiaron las diplotiendas y los hoteles a los que se les prohibió la entrada a los cubanos de la isla...
"...la renuncia del Gobierno de España a adoptar una posición clara y firme...", se lee en el texto de la declaración. ¿No sería mejor, o de más propiedad, haber escrito en su lugar 'la renuencia a'? Realmente, el gobierno sociocomunista y la izquierda española en general no han renunciado a ninguno de sus 'principios'. Entre el pueblo de Cuba y sus verdugos siempre estarán de parte de estos, porque para ellos su ideología decimonónica está por encima de los DDHH. No son ni serán nunca nuestros amigos. Por más progres que se pinten los abajofirmantes, por más cuidado que pongan en redactar la declaración (por cierto, bien escrita e inclusiva) para no resultar mínimamente estridentes u ofensivos, con celo más propio de diplomáticos que de intelectuales indignados, los podemitas y los sanchistas del PSOE los seguirán tildando ya no de derechas, sino de ultraderechistas. Eso si no los acusan de haber tenido un tatarabuelo esclavista dueño de una plantación y un ingenio azucarero.
Excelente petición pública. Las cosas por su nombre. Muy bien hecho. Es un emplazamiento a los políticos que no quieren ver lo que es más que evidente.
No creo que los Santos respondan. Es costumbre generalizada cuando cualquiera se dirige a ellos. Tampoco los milagros llegarán a Cuba provenientes de España. La gente común, sin embargo, ha cambiado mucho y poco a poco su visión de los Castro y la dictadura cubana. Esto era impensable hace un cuarto de siglo. Algunos de los firmantes lo saben. Los Castro fueron y son para muchos en tierra española, una sutil debilidad... Una metáfora de lo perdido y supuestamente ¿recuperado?... Confiemos en que los tiempos cambien. Cuba en 1900 dejó de ser una colonia, aunque algunos se empeñen en que no fue así...
Cuba se mantuvo como colonia española hasta 1869, y como provincia española hasta 1898.
Amigo " Guarapo" : Y continúa colonia, hoy los cubanos empleados en Suchel,hoteles y otras empresas españolas en la isla son explotados .Vi el despotismo de los gerentes españoles hacia los cubanos en múltiples ocasiones.Nos consideran inferiores y esclavos,cuentan con un sindicato y partido servil en todas sus instalaciones.Esa libertad de asociación, huelga,derechos laborales que disfrutan los españoles en sus instalaciones seria imposible en Cuba.Lo más irrisorio es que mucho del equipo antidisturbios proviene de la nación ibérica.No sólo nos explotan y desprecian,también facilitan armas para lo mismo....siempre han pensado como metrópoli y muchos cubanos como súbditos.
Un país que no puede ser libre ni soberano, ni tener su propio gobierno, cuando otro Estado se lo impide; aunque tengan lugar dos guerras significativas en el intervalo de unos años y un papel afirme cualquier cosa, sigue siendo una colonia. Son eufemismos coloniales llamarle provincia a una Isla, separada cientos de kilómetros por un océano de un continente. Formas de contentar a algunas facciones ideológicas en Cuba con las constituciones de 1869 y la de 1876. En la práctica, los cubanos carecían de todos sus derechos. Ya lo dijo Heredia: "Qué no en balde entre Cuba y España. Tiende inmensas sus olas el mar." El propio José Martí, más tarde, fue consciente del problema. No van a la manigua a jugarse la vida en una provincia, miles de cubanos que deseaban a su tierra libre... Ni la primera democracia española en 1868, tuvo en cuenta el reclamo de libertad cubano. Ni Cánovas más tarde, tampoco... Un hombre que favorecía la corrupción política en su propio país.