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Nicaragua

La escritora Elena Poniatowska y el expresidente José Mujica condenan al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua

Ambas figuras de la izquierda latinoamericana suscriben una carta condenando la ola represiva en Nicaragua.

Managua
La escritora mexicana Elena Poniatowska y el expresidente uruguayo José Mujica.
La escritora mexicana Elena Poniatowska y el expresidente uruguayo José Mujica. El Universal

El expresidente uruguayo José Mujica y la escritora mexicana Elena Poniatowska sumaron sus firmas a una declaración política suscrita por más de 140 intelectuales y dirigentes izquierdistas de la región para condenar la represión del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, informó el diario El Universal.

Con este gesto tanto la escritora mexicana, ganadora del Premio Cervantes en 2013, como el exmandatario uruguayo rompen con sectores influyentes de la izquierda en la región, que mantienen el apoyo incondicional a Ortega pese a la represión y la ola de arrestos.

El texto, publicado el 1 de julio, afirma que Ortega se transformó "en un presidente autócrata y autoritario" y exige que cese la represión contra los opositores, así como la liberación de los presos políticos.

El mandatario nicaragüense es "capaz de reprimir sin piedad a su pueblo, junto con el cual no supo, no quiso o no pudo construir calidad de vida ni una institucionalidad democrática, transparente, que le permitiera realizar, en libertad, pacíficamente, su destino", denunciaron los firmantes del documento.

"Es difícil saber si Daniel Ortega se enfermó por el poder, está enfermo por mantener el poder o ambas cosas, pero esto —ahora y a efectos prácticos— no importa", añadieron los políticos e intelectuales latinoamericanos.

"Una vez más con preocupación, con pena y con fuerza, nos solidarizamos con las víctimas", afirmaron los autores del texto, quienes exigieron al Gobierno de Nicaragua "que cese la persecución y la represión, que libere a los presos políticos y respete el Estado de derecho".

"Invitamos a los sectores democráticos y populares a solidarizarse sin temor a que los confundan con los oportunistas que hoy se espantan por lo que sucede en Nicaragua por mera conveniencia publicitaria, pero que no vacilan en arrebatarles a sus pueblos aun sus banderas más sagradas con tal de sacar provecho", continúa el texto.

"Más bien, quienes ayer callaron deben preguntarse cuánto contribuyó su silencio —sin quererlo— a la soberbia y la impunidad con las que el 'orteguismo' protagoniza una nueva satrapía y cuánto mal le hace este silencio a la conciencia humanitaria", agregaron.

Los firmantes de la carta también señalaron que, tras el estallido de abril de 2018 contra las políticas sociales de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, "se reprimieron a mansalva las protestas pacíficas (sobre todo las estudiantiles) que conmovían al país, en las que centenas de nicaragüenses murieron, otros fueron apresados y torturados, y miles debieron emprender el exilio".

Este pronunciamiento entra en contradicción con la postura de los gobiernos de Cuba, Venezuela y Bolivia, quienes la pasada semana reafirmaron su alianza con Daniel Ortega, alegando que Managua es víctima de las políticas "imperialistas" de Washington.

También numerosos escritores e intelectuales nicaragüenses han condenado al régimen de Daniel Ortega, como fue el caso de la escritora Gioconda Belli, quien afirmó que tanto el mandatario como la vicepresidenta son "dos personas desquiciadas”.

"Esa pérdida de racionalidad" junto al poder que manejan los vuelve peligrosos, incluso para ellos mismosdijo en una llamada telefónica con Infobae

La pareja Ortega y Murillo, en el poder desde 2007, ha puesto en práctica diversas tretas para prolongar su presidencia. En 2009, por ejemplo, la Corte Suprema de Justicia emitió un fallo que le permitió ignorar una prohibición constitucional a su reelección y postularse a un segundo mandato consecutivo.

Una reforma constitucional aprobada en 2014 por su partido —que controlaba, y aún controla, la Asamblea Nacional— derogó los límites presidenciales, permitiendo que se volviera a postular en 2016. Su Gobierno ejerce pleno control sobre todos los poderes del Estado, incluyendo el Poder Judicial y el Consejo Supremo Electoral.

Diversos analistas estiman que unas elecciones libres y transparentes significarían el fin de la presidencia de Ortega, ya que ganaría abiertamente una figura de oposición democrática sin nexos partidistas, como es el caso de Cristina Chamorro.

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3 comentarios

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Amadeus, Rosario y Popeye son el Pepe y la Pony, dos descarados de marca mayor que se han metido la lengua en el trasero durante medio siglo. ¿Y Cuba qué? No van a decir nada de Cuba, porque sin Cuba no hay Nicaragüa. Y ese viejo topo idiota es tenido por sabio en América Letrina!!

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Rosario y Popeye es el típico matrimonio autoritario en el gobierno de un país y como tales que terminan arrastrados, fusilados o mutilados en lss portadas de los breaking news.