Fue Cicerón quien dijo hace más de 2.000 años que "la cara es el espejo del alma". Parafraseando al ilustre romano, La Habana es la cara y espejo de la "revolución" castrista. Es el rostro más visible del país, como Montevideo es la cara de Uruguay, o Londres la de Inglaterra.
Luego de casi 62 años de involución fidelista-raulista, La Habana es un lejano fantasma de lo que fue. Es una ciudad decadente que en buena medida semeja a una anciana abandonada, pobre y achacosa. Suelta los pedazos lastimosamente. Solo en 2020 han muerto siete habaneros aplastados al derrumbarse los edificios en que vivían.
Y no hablamos por error de Kabul o Adis Abeba, sino de una urbe que fue famosa mundialmente por su belleza y encanto singular. Desde los años 20 del siglo pasado en la prensa internacional y en decenas de películas de Hollywood se comentaba que era La Habana la más subyugante ciudad de Latinoamérica por su glamour, su arquitectura, sus luces, su magia contagiosa. Para muchos superaba a Rio de Janeiro, su principal competidora.
Una crónica publicada en marzo de 2010 por un historiador estadounidense en el sitio Antiqueweek comienza así: "No había otro lugar en el hemisferio occidental comparable a Cuba" . Y hace una minuciosa descripción de La Habana entre 1950 y 1960 cuando, según el artículo, la capital cubana era "the playground of the rich and famous", o sea, "lugar de encuentro de ricos y famosos", de todo el mundo.
Cuando Conrad Hilton fue a inaugurar personalmente el Habana Hilton en marzo de 1958 dijo que había sido muy acertado escoger a la atractiva Habana para construir el más grande, hermoso y mejor hotel de toda América Latina, y el mayor de esa cadena hotelera a nivel mundial.
Christian Dior, quizás el más famoso modista de todos los tiempos, tenía solo dos salones de moda suyos fuera de París, uno en Nueva York, y el otro en La Habana. Dior tenía miedo a los aviones y la única vez que se montó en uno fue para viajar a La Habana, en 1950, a inaugurar su exclusivo Salón Francés Christian Dior, en El Encanto, la más grande, exclusiva y mejor tienda por departamentos de América Latina, a la que iban a vestirse muchas celebridades de Hollywood.
Lo curioso era que se trataba de la capital de un país pequeño, lo cual expresaba el empuje económico y socio-cultural de Cuba.
A la vanguardia de la tecnología mundial
Poquísimos saben hoy en la Isla que en 1906 La Habana fue la primera ciudad del mundo con telefonía con discado directo sin necesidad de una operadora. Tampoco que el primer tranvía eléctrico que se conoció en Latinoamérica circuló en la Habana en el año 1900, ni que ese mismo año, antes que a ningún otro país de Latinoamérica, llegó a la Habana el primer automóvil.
Ya en 1837 había sido La Habana la primera ciudad (y país) de América Latina y tercera del mundo (tras Inglaterra y EEUU) en disponer de transporte ferroviario (Habana-Bejucal) de pasajeros y de carga. La primera demostración mundial de una industria movida por electricidad fue en La Habana en 1877. Y 12 años después la ciudad tuvo el primer sistema de alumbrado público de toda Iberoamérica, incluyendo a España.
El primer edificio del mundo construido con hormigón armado fue el FOCSA, en 1952. En 1953 se construyeron en Radiocentro los más modernos estudios de televisión a nivel mundial en ese momento: los de la CMQ. Y en 1951 fue La Habana la primera ciudad a nivel mundial en tener aire acondicionado central en un hotel, el Riviera.
En 1958 fue La Habana la segunda ciudad (y país) en tener televisión en color y crear un canal solo a color. Y en 1957 fue la segunda urbe en tener cine en tercera dimensión y multipantallas, en el cine Radiocentro (hoy Yara). Ya antes, La Habana había sido, en 1922, la segunda urbe (y país) en el mundo en tener una emisora de radio (PWX). Y a fines de los 50 contaba con más automóviles y televisores por habitante que cualquier otra capital latinoamericana.
Todos estos datos se pueden consultar en la internet.
El servicio de transporte público era eficientísimo. Había miles de ómnibus que pasaban uno casi pegado al otro. Recuerdo que en la esquina de Infanta y San Lázaro paraban unas diez rutas de guaguas hacia todos los puntos de la capital, por ocho centavos.
Vibrante vida nocturna, y más salas de cine que en Nueva York
La Habana era igualmente famosa por su vibrante vida nocturna. Contaba con el cabaret más espectacular del mundo —Tropicana— y cientos de night clubs; y con grandes parques de diversiones como Coney Island y otros.
El teatro Blanquita, con 5.500 butacas era a principio de los años 50 el auditorio de más capacidad bajo techo en el mundo.
Los automóviles nuevos de General Motors, Chrysler y Ford se vendían primero en La Habana que en muchas ciudades de Estados Unidos y del resto del mundo.
Y créalo o no, La Habana tenía más salas de cine que Nueva York y París. Según el Anuario Cinematográfico y Radial Cubano de 1959, al finalizar el año 1958 había en la ciudad 121 salas de cine, cifra que superaba las de las dos urbes más famosas del planeta. Y eso sin contar los cines de Regla, Guanabacoa, Cojímar, Santiago de las Vegas, Jaimanitas, Santa Fe, Arroyo Arenas, y otras ciudades de la Gran Habana. En 1959 yo los conté todos y recuerdo que eran 135, muchos de ellos financiados por Metro-Goldwyn-Mayer, 20th Century Fox y Columbia Pictures.
Ninguna capital en el mundo ha retrocedido tanto
Pero volvamos a la realidad actual. No hay en la historia moderna otra capital que, sin haber sufrido una guerra o devastadoras catástrofes naturales, haya retrocedido tanto como La Habana. Siempre ocurre lo contrario, con el tiempo las ciudades mejoran. Bogotá, y Ciudad de Panamá, digamos, son hoy más hermosas que en 1958.
En La Habana es al revés. Hay cientos de edificios en ruinas, o agrietados y apuntalados con palos, ya a punto de caerse. Y montones de escombros y ruinas por doquier, como en Dresde, Berlín, Tokio, Lídice o Stalingrado al terminar la II Guerra Mundial. Y enormes basureros nauseabundos y fétidas aguas albañales por doquier.
Hoy es peligroso vivir en algunas áreas. Se derrumban como promedio tres viviendas diarias, unas 1.000 al año, según reporte oficial. Este año en enero murieron tres niñas de entre 11 y 12 años, aplastadas por un balcón que les cayó encima, en La Habana Vieja. En julio, en Centro Habana, murió un empleado de Servicios Comunales al caerle encima una pared. Ese mismo mes en El Cerro murió la anciana María Magdalena Olivares, sepultada por su vivienda.
En septiembre de 2020, en La Habana Vieja, murieron Rosa María Sortís, de 69 años, y una anciana de 74 años llamada Elena, aplastadas por sus respectivas viviendas. Y el 14 de octubre se cayó un edificio de Centro Habana y aplastó tres automóviles, en uno de los cuales había un hombre que se salvó porque estaba en la parte de atrás del vehículo, que resultó menos aplastado.
Pululan en La Habana los barrios insalubres, con casuchas y chozas improvisadas, sin agua potable ni alcantarillado, con zonas inundadas por aguas negras, e invadidos por roedores, mosquitos y cucarachas. Si alguien que estuvo en La Habana en 1958 la visita hoy, no puede creer lo que ve. Por mucho que su guía turístico, el diario Granma, o la TV le hablen de los "logros de la revolución", se percatará de que le están tomando el pelo grotescamente.
Y mientras más se prolongue la dictadura castrista, más ruinosa se pondrá la ciudad. Arquitectos, ingenieros, economistas y urbanistas aseguran que cuando cese la pesadilla comunista se necesitarán miles de millones de dólares para reconstruirla y devolverle su majestuosidad. Y elaboran ideas, y proyectos de cómo emprender esa colosal tarea.
Hoy los habaneros evocan a Góngora: "ayer maravilla fui, y hoy sombra de mí no soy". Pero como la mitológica Ave Fénix, La Habana renacerá.
Shingurato, no he estado en Vietnam, pero tengo un amigo que ha estado en dos ocasiones por 6 meses. A pesar de la Reunificación y hasta el día de hoy, me dice que hay una enorme diferencia entre Vietnam del Norte y Vietnam del Sur. Tanto en las ciudades como en la gente. Los vietnamitas del Sur son mas laboriosos, educados y de mejores modales que en el Norte. Hanoi sigue siendo una ciudad oscura y poco desarrollada, mientras que Ho Chi Minh, ( antigua Saigon ) es todo lo contrario. Tu vídeo no dice mucho de Hanoi. Mucha gente en moto, tiendecitas y muchas caras seria. Eso es todo. Los que vivieron toda su vida bajo el comunismo son muy diferentes a los vietnamitas del Sur..
Solo unas vistas aéreas de Ho Chi Min city. Abajo lo que hay es una ciudad Radiante.
https://www.youtube.com/wat…
Y ahora que todo el mundo quiere pruebas de todo, el que quiera comprobar lo dicho escrito por Álvarez Quiñones que vea las fotos actuales de Hanoi o Ciudad Ho Chi Minh (Saigon) en Viet Nam. Incluso las partes mas pobres se ven limpias, arregladas y con negocios pujientes. Y si ven las zonas rurales, el verdor y cuidado de los cultivos es "jawdropping". El castrismo ha sido mas corrosivo y destructivo que toneladas de agente naranja y bombas. Como dijera el famoso filósofo cubano (que trabajó part-time como comentador de peliculas silentes en la TV cubana), Armando Calderón: "¡De "pintura" queridos amiguitos!".
Aqui va un video de 2016: https://www.youtube.com/wat…
En la casa de la foto se pueden sembrar algunas piñas
y se darían hermosas
La Habana: capital universal de la cagastroika
La foto es tan elocuente que casi sobra el texto. Esa es La Habana de hoy, una anciana abandonada
¿Maravilla de qué te declararon? ¿Una Habana eusébica, maravillosa, beautiful, wonderful, paramount y metro goldwyn mayer, mientras la ciudad real está apuntalada y se desmorona, y se cae a pedazos y se derrumba, y huele mal, y te escupen y te mean, y si te descuidas te tiran a la cabeza las inmundicias desde un tercer piso? A La Habana solo le queda el casco histórico y turístico, el casco y la mala idea de una ciudad que perdió El Encanto pero conserva La Época, con un malecón que le traquetea y se extiende de la Punta a la Chorrera, expuesto a los elementos ambientales y a la historia corriente y moliente de una ciudad maloliente en una Isla sin futuro ni presente. Y le quedan las mañas de una urbe marinera que sigue siendo habanera y puñetera aunque de otra manera. Una manera pinguera y jinetera, a oscuras y medio encuera, ocultando a la vez que mostrando la pelleja esa vieja ramera que reza y espera que del cielo le llueva su arroz a la chorrera. Y que Dios pronto lo quiera.
Nico, con tu permiso voy a copiar tu ajiaco de palabras y ponerla en FB and else. :)
Nico, Excelente "juego" de palabras.
.....chapó a su escrito, un saludo...
Así terminaran todos aquí. Enseñando fotos a los nieto y escribiendo memorabilias. .Pero me gusta la historia y el articulo. Que cosa mas ridícula lo de la prensa cubana cuando llega algún artista de Hollywood o Christian Dior. Se derriten todos. Cuando iban a Cuba los artistas de Hollywood antes, iban a Cuba huyendo de las cámaras y la publicidad. Nadie se enteraba a no ser que alguien de la revista Carteles le sacara una foto clandestina a Ava Gardner en el Club "El niche" de la Playa. ( salia con Rolando La Serie ). Los artistas americanos de antes no les gustaba mucho la publicidad. Yo mismo una vez caminando por el barrio vi salir del restaurante Lisboa a Gary Cooper. Nadie sabia que estaba en la isla.
Otro caso que somos primeros en América antes de la revolución es en tener Bares y Club Gay. Nunca hubo problema con eso. Uno de ellos era el Saint Michelle que quedaba frente al Hotel Capri al lado del Club 1800. Ahora van a la Playa del Chivo y a algo que le dicen "zonas".
No pude incluir muchas otras cosas de La Habana precastrista, por razones de espacio. Solo agrego que un periodista argentino que a principio de los años 80 recorrió conmigo toda la Quinta Avenida de Miramar no salia de su asombro y me dijo que en Buenos Aires no había nada que se pareciera a eso, una avenida tan hermosa con tantas mansiones formidables a ambos lados, y por tantos kilómetros
Un artículo es un artículo, don Roberto, y usted ha dicho mucho en poco espacio. Gracias.
Chúpate esta del finado Eusebio Leal:
"La Habana es la más occidental margarita de la corona española".
¡Por Dios! Pero qué clase de "picúo" era el desleal.
.....la involucion comenzo el 1 de enero del 59...
En uno de mis viajes a cuba, un pringao me dijo que la orden que habia (ojala y no siga vigente) era volar la habana en caso de agresion. De ser cierto esto pues explica tanto abandono por parte de los castro.
El don Fidel odiaba a la habana y a los habaneros pues nunca fue bien recibido en la universidad de la habana.
La plaga de ñangaras que gobiernan en Cuba desde 1959 es peor que las 10 plagas de Egipto juntas.
La Habana hoy da asco