El comercio mayorista en moneda extranjera para el sector privado, más 'apartheid económico' en Cuba

Entre las recientes medidas económicas que el Gobierno está anunciando para intentar paliar la nueva fase de la permanente crisis económica cubana, se halla el demandado y muy demorado acceso del sector privado al comercio mayorista. Pero la "solución" ha llegado con deformaciones muy alarmantes: las tiendas serán en moneda extranjera y solo habrá en las cabeceras provinciales, algo que ha causado preocupación entre los emprendedores.

"Yo tengo mi negocio en Moa, a casi 200 km de Holguín", comentó un cuentapropista que prefirió no decir su nombre. "En mi municipio no hay nada, por eso ando por acá (por la ciudad de Holguín), buscando suministros, y tampoco encuentro".

"Mejor dicho, no hallo nada en las tiendas, y lo que me proponen en la calle está muy caro, no me da la cuenta por el precio. Cuando abran la tienda mayorista, en septiembre, seguiremos igual en los municipios. La ventaja es para los cuentapropistas de (la ciudad de) Holguín, porque lo que podamos comprar los del interior se encarecerá más aún con la transportación".

"Falta ver qué margen nos dejan (los precios para compras al por mayor) y si da negocio. También es para dudar que la tienda estará bien surtida y con estabilidad. Aquí no hay estabilidad ni seguridad con nada, no puedes hacer planes porque hay que trabajar con lo que aparece", señaló.

"Entonces, los que viven aquí en Holguín serán los primeros en la cola, comenzará la venta de turnos y la revendedera por la izquierda. Y al final más de lo mismo, no dará ningún margen. Esa película nos la sabemos de memoria", añadió desesperanzado.

Aunque, supuestamente, serán los más beneficiados, los trabajadores del sector privado en la cabecera provincial también tienen quejas.

José Manuel, que tiene una cafetería en la ciudad, consideró "algo inaudito" la venta mayorista en Moneda Libremente Convertible. "Tiene que ser en la misma moneda en que vendemos, ¿de dónde vamos a sacar divisas?".

Al igual que en las nuevas tiendas de alimentos y los productos de aseo, para comprar en los mercados mayoristas los cubanos deberán tener una tarjeta magnética asociada a una cuenta en Moneda Libremente Convertible.

El mecanismo garantiza que los dólares, euros y otras divisas —enviados principalmente desde el exterior— queden en el sistema bancario del Estado y en manos de los militares, dueños de muchas de las tiendas.

"Si nos vendieran los dólares en el banco, tendría lógica", comentó José Manuel. "Pero no creo que existan cuentapropistas que puedan invertir todo el tiempo con dinero mandado de afuera y luego vender a la gente aquí en CUC o CUP. Seguramente no van a poder devolver ni enviar para afuera las divisas al que se las mandó, ni tendría sentido. Eso no suena a cuentapropismo, más bien parece un esquema de lavado de dinero de otros negocios o algo parecido. Es una locura".

Como todas las medidas económicas recientes del Gobierno de Miguel Díaz-Canel, las nuevas tiendas mayoristas para el sector privado y cooperativista van el en sentido de ahondar la brecha económica entre los cubanos. Ya no es un caso ni dos, es toda una secuencia de tipos de "apartheid económicos".

En este caso particular habrá desigualdad entre los cuentapropistas que tengan la ventaja de tener contactos comprometidos en el exterior y con capacidad de situarles divisas en sus tarjetas. No se sabe a ciencia cierta con qué motivación lícita lo podrán hacer o si habría cambios en el reglamento del trabajo por cuenta propia. Porque el paquete de resoluciones ministeriales recientemente renovado y que rige las diferentes actividades aprobadas prohíbe el uso de "prestanombres" nacionales o extranjeros, so pena de multas exorbitantes y hasta el cierre y decomiso del negocio.

Otra desigualdad está relacionada con la locación de las tiendas mayoristas. Los cuentapropistas de los municipios estarán en desventaja, al menos en la etapa inicial que no se sabe cuánto durará. Hay provincias, como Holguín, con municipios muy alejados de la ciudad cabecera y con los problemas del transporte, y el encarecimiento exponencial de ese servicio vital, el problema es mayor.

También es previsible un incremento mayor en el precio del dólar en la bolsa negra, única fuente posible para la mayoría de los emprendedores que no tendrán acceso a divisas mediante remesas. Igualmente, la pregonada "solución" o "satisfacción de un reclamo de años", será otro caldo de cultivo a la proliferación de la corrupción y los revendedores. Todo ello encarecerá aún más el acceso a esos productos.

Así como Fidel Castro llamó "Periodo Especial" a su capítulo de recrudecimiento de la crisis económica, Díaz-Canel bautizó el suyo como "coyuntural" el pasado año. Pero todo indica que se apresuró en ofrecer una nomenclatura distintiva, pues el abismo económico promete tener todavía cotas mucho más profundas. En tal escalada taxonómica, el ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, ha nombrado la situación actual como "contexto excepcional", al parecer para justificar los experimentos potenciadores de desigualdades del régimen.