Para el régimen de Raúl Castro no es suficiente que el Gobierno de EEUU tenga preso al cubano Alexander Alazo, autor del atentado a tiros contra la embajada cubana en Washington el 30 de abril pasado, y lo haya acusado formalmente de tres delitos, entre ellos el de "ataque violento a un oficial extranjero (...) usando un arma mortal (…) y por dañar una propiedad perteneciente a un Gobierno extranjero”. Ni que un tribunal federal del distrito de Columbia decidiera mantenerlo en prisión hasta que se celebre el juicio porque Alazo es "un peligro para la comunidad".
Nada de eso basta, el 12 de mayo el canciller Bruno Rodríguez volvió a denunciar el "silencio" del Gobierno de EEUU en torno al atentado y reiteró la exigencia de que Washington se responsabilice con el ataque.
En verdad lo que quiere el régimen es que EEUU le pida perdón. Es una maniobra que tiene una explicación doble: 1) el castrismo practica el terrorismo de Estado con impunidad desde hace 61 años y considera que detrás de cada acto terrorista que tenga tintes políticos hay un gobierno; y 2) aprovechar el atentado para humillar políticamente al "imperio" y chantajearlo, o ponerlo a la defensiva.
A la vez, esa maniobra enmascara la única verdad aquí: es la dictadura castrista la que debe pedir perdón al Gobierno y al pueblo de EEUU por haber intentado cometer horrendos atentados terroristas en Nueva York, que afortunadamente fueron descubiertos a tiempo por el FBI.
Contrariamente a la actitud del Gobierno de EEUU, que lleva ante los tribunales al terrorista, el Gobierno de Cuba nunca ha hecho lo mismo porque es el propio régimen quien planea y ejecuta los atentados con fines políticos. El castrismo ha practicado el terrorismo durante décadas, e incluso antes de que los Castro tomasen el poder, por cierto, a tiros.
El régimen cubano planeó atentados terroristas en Nueva York
En octubre de 1962, seguramente luego de una perreta de Fidel Castro por el retiro de los cohetes nucleares de Cuba, el FBI descubrió una acción terrorista orquestada desde La Habana. Un matrimonio cubano, Elsa Montera y José Gómez Abad, acreditados como diplomáticos en la misión cubana en la ONU, planeaba detonar 500 kilos de explosivos dentro de las famosas tiendas neoyorquinas Macy's, Gimbel's y Bloomingdale's, y también en la Estación Central Ferroviaria de Manhattan.
Amparados en su inmunidad diplomática, ambos terroristas lograron huir a México, pero otro funcionario de la inteligencia castrista, Roberto Santiesteban, sí fue arrestado porque aún no había hecho efectiva su validación diplomática.
En abril de 1969, Washington canceló las visas para el retorno a EEUU de dos diplomáticos cubanos en la ONU por sus actividades subversivas en Nueva York. Otros cinco diplomáticos cubanos fueron investigados por su asociación con el movimiento Panteras Negras, que planeaba atentados terroristas en Nueva York. La dictadura también apoyaba al grupo puertorriqueño Los Macheteros, y al movimiento estadounidense Weather Underground en los años 60 y 70.
Más de 60 diplomáticos cubanos de la misión en la ONU han sido expulsados de EEUU por actividades "nocivas a la seguridad nacional". Como reveló Alcibíades Hidalgo, exembajador de Cuba en la ONU (1992-1994), "el 90% del personal de esa misión son oficiales de inteligencia y los que no lo son están forzados a realizar operaciones de servicio a la inteligencia cubana".
Si hay un gobierno en el mundo que no debe pronunciar las palabras terrorismo y atentado es el de Cuba. Ya antes de 1959 los hermanos Fidel y Raúl Castro eran terroristas. El Movimiento 26 de Julio, dirigido por ellos, colocaba bombas en cines, cabarets, parques y otros lugares públicos concurridos, con la tesis de que con dichos atentados la gente dejaría de acudir a lugares de esparcimiento y no le hiciera más "el juego" a la dictadura batistiana.
En julio de 1958 fui testigo presencial en Ciego de Avila de cómo una bomba colocada en el Parque Martí (en el centro de la ciudad) un sábado por la noche mató a tres personas e hirió a seis, incluyendo un niño de dos años. La bomba había sido preparada para matar a Andrés Rivero Agüero, candidato batistiano a la presidencia en la farsa electoral de noviembre de 1958, durante una cena en el hotel Santiago-Habana. Pero el "revolucionario" al parecer se acobardó y la puso debajo de un banco en el parque.
En el cabaret Tropicana también estalló una bomba fidelista que hirió tan gravemente a una adolescente de 17 años que tuvieron que amputarle un brazo. En Miramar, el cocinero en una residencia murió destrozado por una bomba colocada en esa casa. Y el grupo de atacantes del Moncada en el que estaba Raúl Castro usó como posición para atacar al cuartel un hospital repleto de pacientes. Podrían citarse muchas víctimas más del terrorismo castrista antes de instalarse en el poder.
Un largo historial terrorista
Al convertirse en dictador, Fidel Castro creó una maquinaria secreta para infiltrar saboteadores y terroristas "revolucionarios" en América Latina. En el propio año 1959 envió terroristas y guerrilleros a Panamá, República Dominicana, Haití y Nicaragua.
Después fomentó, entrenó o financió guerrillas rurales y terroristas urbanos, como los Tupamaros (Uruguay), Montoneros (Argentina), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Chile) y muchos otros. Y dio apoyo a organizaciones terroristas como las FARC y el ELN de Colombia; las FALN y el MIR en Venezuela; el MIR en Perú; las FAR y el EGP en Guatemala, etc.
El régimen dio capacitación, armas, agentes cubanos y ayuda económica a grupos guerrilleros y terroristas en toda la región, con excepción de México. Oficiales y agentes del MININT salieron de Cuba y asesinaron o hirieron en atentados a cubanos y extranjeros anticastristas allende los mares. Incluso hay sospechas de que Fidel Castro tuvo que ver en el atentado mortal contra John F. Kennedy.
En Venezuela, fuerzas del MININT y las FAR enviadas por La Habana hoy dirigen la represión que aterroriza a la población venezolana, incluyendo el asesinato con certeros disparos a la cabeza de largas decenas de jóvenes manifestantes.
Durante décadas, Cuba le ha dado refugio a cuanto terrorista o criminal de militancia izquierdista ha salido huyendo de su país. El FBI tiene una larga lista (más de 70) de prófugos de la justicia en EEUU que residen en Cuba.
Como colofón de su historial terrorista puede citarse la masacre cometida directamente por Fidel o Raúl Castro (nadie más podía dar esa orden tan grave) con el hundimiento del transbordador 13 de Marzo frente a la costa habanera en 1994, con un saldo de 41 civiles inocentes muertos, incluyendo diez niños.
Ese ha sido uno de los más salvajes actos terroristas cometido jamás por un gobierno latinoamericano, conjuntamente con el derribo en aguas internacionales de dos endebles avionetas civiles con misiles aire-aire en 1996, disparados por cazabombarderos, acto terrorista en el que murieron –asesinados alevosamente— los cuatro cubanos tripulantes de las avionetas, que pertenecían a la entidad humanitaria Hermanos al Rescate. Y ello ocurrió el 24 de febrero de 1996, en el 101 aniversario del inicio de la Guerra de Independencia .
Pero la dictadura quiere que Washington se declare culpable de un atentado que ni planeó ni facilitó, pues nada ganaba con ello, sino todo lo contrario.
En fin, el lobo castrista, pese a sus largas y puntiagudas garras, insiste en vestirse de ovejita. Y es ese lobo de La Habana el que sí tiene que responsabilizarse con todos los crímenes terroristas que ha cometido, y pedir perdón a los países afectados y a los familiares de las víctimas.
El único terrorismos es el de USA
Comentario muy escueto, debe ser que es poco lo que tienes que decir después de leer lo que aquí está expuesto
Ya salió de nuevo la gata Flora a maullar sandeces. Va y hasta al tal Alazo ellos lo condecoran cómo a las 5 guasasas.
Se le quedó este detallito al autor: https://www.libertaddigital…
A lo mejor le estan preparando la cama al Trump para sonarle un exodo. Con los castro nunca se sabe.
El régimen ha organizado una campaña mediática con ese tiroteo de madrugada contra un edificio cerrado. Han exagerado el asunto hasta lo inverosímil. Es una manera de distraer mientras la gente hace cola, no encuentra comida y además tiene que cuidarse del COVID-19. Si hace años en el tira y dale entre EEUU y el régimen castrista ese tipo de campaña fortaleció sentimientos nacionalistas en el cubano, me pregunto el efecto que puede hacer ahora ese "repite y pon camarones" en medio de las necesidades que la gente está pasando.
Buen repaso, don Roberto. Para el espacio limitado de un artículo, es un recorrido bastante detallado de lo más destacado de 61+ años de terrorismo castrista. La intervención militar cubana en Panamá se llevó a cabo a principios de 1959 mientras FC se hallaba de visita en EEUU. Escandaloso.
Por otro lado, el atacante de la embajada es un presunto terrorista hasta tanto no sea condenado por la justicia, gústele o no al régimen castrista. La Administración Trump, lo mismo que la media, no puede a priori tratar como culpable a ningún acusado sin antes haber sido juzgado debidamente. Si no lo han soltado con fianza, es porque se trata al parecer de un perturbado mental peligroso. Así son las cosas en un Estado de derecho.
Realmente un artículo muy completo y contundente que expone la cruda verdad del accionar de la dictadura y sus máximos dirigentes cuando estos apenas empezaban su trayectoria y que alcanzó mayor magnitud cuando usurparon el gobierno
Aquel que es capaz de lastimar a personas inocentes por defender sus ideales no tiene reparo ante nada y no tiene excusa, dijo que la historia lo absolverá , pero en todo caso lo condenará y quedará así registrado en los libros de historia cuando la República de Cuba se restablesca