La escritora y pastora Yoaxis Marcheco Suárez negó la acusación del Gobierno cubano, que la implicó a ella y a su esposo, el pastor bautista Mario Felix Lleonart Barroso, en la agresión a la Embajada de La Habana en EEUU el pasado 30 de abril.
"Rechazo y desprecio las acusaciones de Bruno Rodríguez Parrilla, que intenta vincularnos a Mario Félix y a mí en el pasado incidente en que un hombre agredió con un arma de fuego en horas de la madrugada la instalación de la Embajada (...) no tenemos ningún tipo de vínculo con esa persona, ni siquiera tenemos idea de quién es. Pero eso no es algo que en realidad tenga que explicarle a Parrilla, estoy segura que las autoridades norteamericanas competentes saben muy bien que no hay relación alguna entre el tirador y nosotros", escribió Marcheco Suárez en su muro de Facebook.
Más temprano, el canciller cubano había ofrecido una conferencia de prensa televisada donde acusó a Washington de "negligencia criminal" en el ataque e involucró a Alexander Alazo, presunto autor del tiroteo, con presuntos grupos promotores de violencia, "en particular en Miami".
Rodríguez mostró instantáneas, realizadas presuntamente pocas horas después del ataque, de dos individuos fotografiando el frente de la Embajada, y mencionó que se trata de personas de "reconocida conducta agresiva" contra la sede diplomática: Yoaxis Marcheco Suárez y Mario Félix Lleonard, de quienes dijo que son "asiduos participantes de actos de hostigamiento contra diplomáticos cubanos".
En su denuncia, Marcheco Suárez indicó: "He estado junto a Mario Felix Lleonart Barroso y a otros amigos en varias ocasiones frente a la Embajada de la tiranía castrista en Washington DC. Las veces que he ido ha sido a plena luz del día porque no tengo nada de qué avergonzarme y absolutamente nada que esconder".
"He ido a manifestar mi descontento con un sistema que desgobierna a mi pueblo y he ido a exigir la libertad de hermanos y amigos que por querer vivir en libertad han sido puestos en prisión, como fueron los casos de José Daniel Ferrer Garcia, del pastor Ramón Rigal y su esposa Ayda, y el muy conocido del periodista independiente Roberto de Jesús Quiñones Haces", agregó la pastora.
Resaltó que no ha "cometido acto ilegal alguno porque en este país manifestarse de forma pacífica y ordenada es totalmente legal. Las veces que he hecho presencia frente a esta Embajada que representa al castrismo lo he hecho bajo los marcos de las leyes estadounidenses, incluso custodiados por la Policía de Washington DC, quienes se han personado en el lugar y nos han alertado de qué podemos y qué no podemos hacer".
"Por otra parte, llevamos meses en cuarentena, sin salir. En la madrugada del suceso y luego de este ocurrir estábamos en casa y testigos nos sobran. Es una falacia total de Rodríguez Parrilla decir que Mario y yo fuimos a tomar fotos frente a la Embajada", subrayó.
"No puedo dejar de mencionar la bajeza de este figurín del régimen castristra al mencionar al pastor Frank López de la Iglesia Jesus Worship Center del Doral como alguien que instigó al tirador. No se puede ser más burdo en las acusaciones", agregó.
Yoaxis Marcheco Suárez es licenciada en Ciencias de la Información en la Universidad de La Habana y Máster en Estudios Teológicos en la Facultad de Estudios Teológicos de Miami. Escribe para su blog Isla Interior y ha colaborado con las revistas independientes cubanas Nacán y Convivencia y en los portales digitales La Rosa Blanca, Religión en Revolución, Neo Club Press y Cubanet, entre otros.
Por su parte, Mario Félix Lleonart, quien actualmente es pastor de la Iglesia Bautista de Waldorf, organizó varias congregaciones de esa denominación en la provincia de Villa Clara y en La Habana. Durante varios años la Seguridad del Estado lo acosó y reprimió, y también lo detuvo y arrestó en varias ocasiones. En 2016, abandonó la Isla tras pedir asilo para él, su esposa y sus dos hijas en EEUU.
En Cuba, Lleonart fue uno de los fundadores del Instituto Patmos, en 2013, con el propósito de monitorear y defender las libertades religiosas y la educación sobre los derechos humanos fundamentales.
La dictadura anda escasa estos últimos años de causas políticas de las que se puedan acoger para victimizarce ante el mundo y mover sus masas de esclavos asalariados, por lo que esto le viene como anillo al dedo, así que se van a inventar nexos con lo que pasó en la embajada con cualquiera que esté en contra de ellos y se haya manifestado allí para hacerlo más creíble, muy predecible y muy desesperado, porque para decir eso tienes que presentar pruebas lo que es muy conveniente teniendo en cuenta lo que pasó en la embajada de EEUU en la Habana. Realmente que este suceso le resulta más conveniente a la dictadura que a cualquier otro
Va y hasta ellos mismos orquestaron la "actividad". Con esa gentuza, nunca se sabe. Con tal de estar en vitrina y en plan de victimitas, hacen cualquiera cosa.
Muy cierto todo es posible con esa gente