Con gafas de sol, pulóver negro y con bandera palestina, Alejandro Castro Espín, el hasta 2016 muy poderoso hijo del general Raúl Castro, reapareció en público tras varios años de ausencia. Lo hizo el 14 de octubre en una marcha organizada por el régimen en La Habana en contra de la guerra de Israel en Gaza iniciada por el grupo terrorista Hamás, según imágenes publicadas por la Presidencia y la prensa oficial.
En medio de rumores sobre la salud de su padre y una crisis generalizada que tiene en jaque a Miguel Díaz-Canel, Castro Espín volvió a la escena oficial acompañando al gobernante en una manifestación en la que no se vio a ninguno de los históricos del régimen que quedan vivos.
El único hijo varón de Raúl Castro y la fallecida Vilma Espín, el coronel Alejandro Castro Espín, fue el jefe de la contrainteligencia cubana durante varios años. Sin que mediara explicación oficial, pasó a un segundo plano desde los misteriosos problemas de salud que sufrieron diplomáticos estadounidenses en la Isla desde finales de 2016.
La maquinaria de propaganda estatal omitió mencionar la participación de Castro Espín en la manifestación oficial en contra de la política de Estados Unidos en Medio Oriente, pero las imágenes publicadas lo muestran allí en segunda fila de la manifestación. Fue fotografiado junto al esposo de Mariela Castro, el italiano Paolo Titolo.
El hijo del general reaparece poco después de que rumores sobre la muerte de Castro circularan en las redes sociales el mes pasado y de que su padre asistiera a una reunión con el presidente de Vietnam y al funeral del general Ramón Espinosa para desmentirlos.
En noviembre de 2018 un artículo publicado por la revista The New Yorker vinculó a Castro Espín, hasta unos meses antes jefe de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional y asesor de su padre, con los presuntos ataques acústicos que afectaron a dos decenas de diplomáticos estadounidenses y canadienses conocidos como Síndrome de La Habana.
Según el reportaje, el departamento del Ministerio del Interior cubano que dirigía Castro Espín habría sido desmantelado en fecha cercana a marzo de ese año, justo cuando su no inclusión entre los nominados a sustituir a su padre al frente del Gobierno cubano levantó especulaciones. El hasta entonces poderoso vástago de Castro no fue siquiera incluido como diputado en la Asamblea Nacional del Poder Popular cuando Miguel Díaz-Canel fue nombrado como gobernante.
Varios oficiales estadounidenses que mantuvieron contacto con él durante el periodo de normalización de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Cuba y EEUU dijeron entonces que "él no está respondiendo sus mensajes".
La desaparición de Castro Espín del eje del poder en Cuba se hizo muy evidente, pues su papel había sido decisivo en los asuntos fundamentales de la agenda internacional cubana del periodo raulista.
Cuando Raúl Castro se reunió en abril de 2015 con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un encuentro histórico en Panamá, Castro Espín formó parte del reducido grupo que permaneció en la habitación donde se celebró la entrevista.
Si bien se desconoce el papel que puede haber jugado en los 18 meses de negociaciones secretas que llevaron al anuncio de la distensión entre ambas naciones, su alto perfil comenzó a visualizarse el 17 de diciembre del 2014, fecha en que su padre y Obama anunciaron el inicio del deshielo.
En virtud de un intercambio de prisioneros que formó parte del acuerdo bilateral, Castro Espín, vistiendo uniforme militar, fue el primero que saludó al pie de la escalerilla del avión a tres de los cinco espías condenados a largas penas de cárcel en Estados Unidos que regresaron como héroes a La Habana.
Cuando Raúl Castro se reunió en el Vaticano con el Papa Francisco, su hijo estaba cerca de ambos.
En 2014, Castro Espín firmó en Moscú un "memorando de cooperación" sobre Inteligencia. El acuerdo de aquel entonces fue suscrito entre el Consejo de Seguridad de Rusia y la Comisión para la Seguridad y Defensa Nacional de Cuba. Además, en 2017 se reunió con el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, para tratar la cooperación en la esfera de la seguridad informática.
En 2019 Estados Unidos incluyó a Alejandro Castro Espín en una prohibición de entrada al país extendida también a su padre y sus tres hermanos.
Entonces de paso podemos enterarnos que ya No es Escuela del Partido Ñico López sino Universidad del Partido Ñico López . Y lindos que se ven Candy la Salá y Porky Marrero con sus cuellos adornados por la kufiya Palestina en una manifestación gubernamental contra Israel y después quieren que los quiten de la Lista de apoyadores del Terrorismo.
Es que Candy la Salá y su Gobierno no saben aprovechar la oportunidad de quedarse callados, y terminan se creyendose su propia propaganda, a pesar de que el mundo entero sabe que Hamás y Hezbollah no son el pueblo palestino, ni el Lebanon como pregona su agencia de noticias Prensa Letrina.
Es que cuando Pamela, no esté, El Gobierno no residirá en el stop que ahora significa el Apellido Castro, sino que Internacionalmente el que representa el Gobierno civil es Candy la Salá, y Además tiene en sus manos el PCC y el Buró, que según la propia Constitución Castrista es depositario del Poder Político. por lo tanto nadie en el mundo hablará ni tratará con el grupo de generales de la Franja de Gaesa, o con los descendientes de los Castro Espín, Además el estudio de la foto ofrece dudas de que sea el personaje aunque se parece pero el "Alejandrito" debido a sus problemas visuales y la falta de uno de los dos órganos de la visión usa lentes de aumento permanentes polarizados y el individuo que señalan, tiene gafas plásticas de sol. Otra cosa más en la " reaparición " está fuera del grupo de Personajes centrales y el primer anillo de la escolta, es decir muy lejos de Candy la Salá y de Porky Marrero que son quienes encabezan la manifestación de apoyo al terrorismo.
Alejandro Castro Espín, cuando Pamela salga del juego no es ficha ni siquiera de reserva hay unos cuantos Generales y otros que no son generales lo tienen en la mira por espiarlos y por intentar reprimirlos cuando era Jefe de la Comisión Seguridad Nacional. Hay que pensar que las miras ahora son miras laser. Es un personaje opaco pero peligroso para los del entorno de la administración De Candy la Salá, y junto con su hermana y su sobrino, es de los que creen ser dueños de Cuba. Al Castrofascismo se le hace muy difícil el reciclaje de los Príncipes reales, ya probaron con el otro Alejandro, (pero Soto del Valle ) y les salió muy mal. No creo que sea un sustituto de Candy la Salá ni de Porky Marrero.
Si su progenitor la" china Pamela" estira la pata el tiene que apresurarse a coger el avión, o dar" tafia" a todos los que lo odian que visten uniforme.Eso si no lo adivinan inmediatamente,es un tipo insoportable y odiado entre los altos mandos.Todo lo que es se lo debe a papá...
Alejandro Castro Espín no es “el otrora poderoso hijo de Raúl Castro”. Es el jefe del cartel de Punto Cero desde el 2017, o sea, el verdadero y único poder en el campo de concentración totalitario
Por ahí andan los tiros"!