El secretismo imposibilita conocer los intríngulis de un régimen libre de rendir cuentas a una sociedad que controla y a unos periodistas que posee, así que solo con tiempo y a cuentagotas podemos elucubrar qué ha pasado con los rusos desde que hace un año, un castrismo rebosante de ilusión les confiara la dudosa honra —como hace más de 60 años— de rescatar la Revolución de su natural destino: el basurero de la historia.
Todo comenzó en noviembre de 2022, cuando Miguel Díaz-Canel recorrió las peores dictaduras del planeta rogando ayuda para mantener la satrapía de Raúl Castro. Fue en Moscú donde encontró algún eco para sus ruegos, eco probablemente relacionado con el interés, más político que económico, que en aquel momento podía tener Putin en Cuba, ahora que nuevamente anda a las greñas con Occidente.
Sin embargo, la intención de Putin fue de rápida evaporación. Díaz-Canel, desesperado e inexperto, confundió diplomacia con verdadero interés, algo inexistente en el zar de todas las Rusias, sabedor de que la Casa Castro es como la Lannister, pero al revés (jamás paga sus deudas), con lo que se mantuvo lejos del agujero negro del Caribe, donde dólar que entra no sale.
No obstante, un avispado lobista y empresario de bebidas espirituosas de la corte moscovita olfateó la oportunidad y viajó a Cuba en enero de 2023 para asegurarle a Díaz-Canel que, como comisionado presidencial para los derechos de los empresarios rusos, podría emplazar para que invirtieran en Cuba a oligarcas semimafiosos especializados en carroñar regímenes postsocialistas.
Después de reunirse con el Gobierno cubano, Boris Titov —el lobista— regresó a Moscú como presidente del Comité Empresarial Ruso-Cubano, con el firme propósito de "enredar" a algunos despistados empresarios eslavos en su aventura cubana.
Cuando aún se pensaba —o así se lo hacía pensar Titov al castrismo— que el asunto era de interés de Putin, este vendió mediáticamente que el think tank Instituto de la Economía de Crecimiento Stolypin asesoraría una transición de la estatalizada economía cubana hacia el libre mercado, algo que solo tiene sentido si la inversión rusa fuese estatal, estando entonces el Kremlin preocupado porque la Isla fuese capaz de honrar sus deudas.
Pero muy pronto hubo el castrismo de conformarse con solo tratar de atraer inversión privada (de Putin, ni un rublo), y del supuesto asesoramiento no se habló mucho más, pues lejos están los oligarcas rusos de querer más libertad en Cuba. ¿Competir con empresas cubanas y foráneas? Nahhh, ellos lo que podrían querer —y parece que ni eso— es el privilegio de unirse a GAESA en el saqueo del sudor de los cubanos de Miami y Madrid, a costa del hambre y las necesidades de los cubanos de Cuba.
En mayo de 2023, el propio Titov especificaba que además de la concesión gratuita de tierras nacionales por 30 años —más tiempo que a los propios cubanos— y garantías arancelarias y de repatriación de capitales, los potenciales inversores rusos necesitarían preferencias fiscales, políticas de personal independiente a la legislación cubana y acceso preferencial a contratos con el Estado. Nada que ver con libre mercado, y todo con privilegios de explotación. El castrismo, cuya única nación e ideología es el poder, estaba dispuesto a darles lo que pidiesen.
Pero, aunque llegó a anunciarse la apertura de tiendas rusas, y tres bancos eslavos supuestamente querían abrir sucursales en La Habana, ahora todo ello parece humo que Titov vendió al castrismo para asegurar su verdadero objetivo como empresario del alcohol: tener la distribución de los rones cubanos en Rusia, lo cual finalmente consiguió en junio de 2023, momento desde el que, ¡oh casualidad!, comenzó a languidecer este affaire.
Bien analizado, todo apunta a que Titov convenció a un castrismo desesperado y a un Díaz-Canel que se creyó Fidel Castro de que los rusos le ayudarían. Sin embargo, tras asegurar sus intereses, ha perdido ímpetu su compromiso con la mafia verdeolivo y guayabera.
Entre la dificultad para transferir los sancionados capitales rusos; la falta de liquidez de divisas occidentales, pues Rusia se ha llenado de yuanes y rupias solo gastables en China e India; el miedo a que EEUU (más, si gana Trump) cierre el grifo de unas remesas que, gracias a Emilio Morales, sabemos han mermado; los controles de capital impuestos por Elvira Nabiullina, presidenta del Banco Central de Rusia; más estar Cuba considerada de altísimo riesgo por las agencias calificadoras, el továrich Titov no ha podido cumplir su parte del trato.
No obstante, no puede descartarse que algún oligarca con dos botellas de vodka entre pecho y espalda se anime a abrir una quincalla en Marianao. O que algún banco ruso utilice Cuba para lavar dinero. Pero, de momento, se ve cada vez más lejana la posibilidad, como pareció sucedería en 2023, de que capitalistas rusos fuesen la salvación para un castrismo que se ahoga en su propio vómito.
El régimen de la Isla no tiene futuro. Nunca lo ha tenido, se ha mantenido por la maldita circunstancia de los "amigos dictadores" por todas partes, incapaz de evolucionar. Vive anhelando los gloriosos días en que, mantenido desde fuera, podía controlar la economía y mediante ella al pueblo, pero como dice el refrán ruso—тоска по прошлому гонится за ветром—: "Añorar lo pasado es correr tras el viento".
Muy bueno y consistente el artículo, los rusos en sus pinitos como capitalistas salvages desde principios de los 1990 han aprendido muchísimo. No iban a desfalcar miles de millones como hicieron antaño en el tragante caribeño. Menos ahora con una economía dedicada a la guerra.Si Cuba no paga a sus amiguitos del " Club de París menos lo hará a los " hermanos bolos"....
Los Putin lover estaban contentos por que la economía Rusa crece,pero no dicen que crece por qué las fábricas están en función de la guerra,no es que crean tecnología y la venden por el mundo,al mismo tiempo, los hospitales están gritando por falta de medicamentos y piezas para los aparatos médicos,las universidades no les pueden pagar a los profesores pot falta de dinero,es casi el mismo circo de la URSS.
Con una economía que no produce casi nada y un moneyducto Miami-Habana, algunos empresarios extranjeros pudieran pensar poner un timbiriche en la isla.
Pero con el fantasma Trump amenazando con regresar y dinamitar el tubo por donde los los que " no queremos ni necesitamos " mantienen a sus familias (que además mantienen al gobierno) la cosa se ha puesto fea.
Bonito refrán
Conclusion, el castrismo esta en el suelo, moribundo. La pregunta es como le damos el tiro de gracia.
Hay que pedirle a Dios que reparta suerte y que esta vez nos toque a nosotros.
Nautilus__Let it be. Amén.
---------COMO VANDALIZAR PROPIEDADES DEL RÉGIMEN------ Lanzar piedras y botellas a los cristales de las ventanas de edificios oficiales; a las patrullas, pincharles los neumáticos, echar agua por la boca del tanque de gasolina para fundirles el motor, romperles el parabrisas a golpe de palo. TODO ESO, AL UNÍSONO EN TODA CUBA, CUANDO SE DÉ LA ORDEN POR LOS ALTOS MANDOS CONTRARREVOLUCIONARIOS.
Cabe aclarar que vandalismo es destruir propiedades, pero terrorismo es poner bombas en cines, restaurants y cabarets para matar y mutilar seres humanos, como hacía el Movimiento 26 de julio al mando del HP en jefe.
Tremenda otra vez nuestra Rafaela Cruz. Después del "encajonamiento" que cogió el "fifo" porque los rusos cerraron la base Lourdes yo creí que se había acabado la historia rusa en nuestra isla, pero no fue así y estoy seguro que seguirá porque a los HDLGP que maldirigen el país no les importa para nada el pueblo cubano.
Claro que nó les importa; dejan al pueblo sin médicos para alquilarlos al extranjero como si fueran objetos, para robarles el 90% de lo que les pagan.
Shingu —— Los rusos son los únicos que le tiran la toalla a los obesos de GAESA para que sobrevivan. Un container de harina por aquí, un barquito de petroleo por allá y cuatro cajas de Maleko para el kindergarten del Comité Central. Nada nuevo.
...y como dijo un comentarista: Cuba es la franja de GAESA.😀😃😄
Como observadora de las noticias, siempre me pregunté dónde estaban los barcos con carne rusa. Lo cual es una manera muy simple de decir lo que Rafaela Cruz describe muy bien aquí.
El otro ángulo del reverdecer de las relaciones con Moscú queda en términos más opacos, que son los acuerdos militares y de seguridad. Hay que recordar que Titov, y el Instituto Solinpín aparecieron casi al mismo tiempo del viaje de Patrushev a La Habana. La naturaleza de este tipo de acuerdos es siempre más secreta, a lo cual el régimen y el Kremlin le añaden más secreto aún. Siempre hay un team de rusos "con iniciativas" hablando de cohetes, y la guerra contra Ucrania es caldo de cultivo para reclutas cubanos, para que López Miera viaje a Minsk y bielorrusos den vueltas por La Habana. Ese es el verdadero desatino del régimen de Castro y Díaz-Canel S comprometerse con serle fiel al eje liderado por Rusia sin recibir a cambio ni una latica de carne.
Doña Ana——— Los barcos de carne rusa son virtuales. Eso de los bolos y los obesos de GAESA es un cuento de la dinastía Ming.
Lo curioso de toda esta charranada de los del régimen es que hubo aquí, en los comentarios, quienes creyeron que "ahora sí" llegarían cambios para la isla y que de la mano de Moscú el pueblo cubano iba a mejorar, aunque no fueran los cambios democráticos que se deseaban. Las alabanzas a lo bien que andaban Rusia y los rusos en este mundo se acompañaban. Por supuesto, los discursos del Canelo S iniciaban ese concierto cacofónico que había que soplarse aquí. Nada, Amadeus, como en todo, hay siempre que darle tiempo al tiempo.
Qué el Todopoderoso y Omnipresente la oiga.
Doña Ana ____ No se si recordará mis broncas con un memorable personaje que anduvo por estos lares, “moderado, pero crítico”, que fue un entusiasta del Canelo y como usted precisamente apunta, defendía a ultranza el “ahora sí “ porque “las reformas económicas” que iba a empreder el impostor, salvaría a Cuba. Menos mal que el fan se fue a tiempo porque los cubos no alcanzarían para meter la cabeza. Le deben sonar los oídos.
Pensando en el susodicho escribí lo del entusiasmo por Rusia. Y había dos o tres más. Recuerdo perfectamente que nos acusó a varios de no pensar en el bienestar de los cubanos. Ahora no solo no ha entrado ni una latica de leche condensada sino que Somalia asesora a Cuba en la producción de azúcar. Viva la Involución!!!!!
Se quedaron esperando la carne rusa.
Excelente artículo. Nada que agregar. 2024 está para alquilar palco.
Acertada Rafaela. Los rusos saben muy bien que Cuba es como tener a Esteban Lazo estudiando en Harvard. De ahí no sale ni saldrá nada, es un dinero mal invertido e irrecuperable y que la experiencia soviética dejó claro que esa deuda está escrita en un trozo de hielo. Lo de los rusos es aguaje y provocación a los yanquis y Cuba como la ramera de Pajarito se pinta sola y eso con una „donación“ sale a cuenta.
Version coyuntural del mucho más antiguo "hijo bobo estudiando en el Norte" 🤣, pero te quedó bien. 💯👍Cheers
Falco, asere me mataste con lo de Lazo. Que manera de reírme.
Músico:
Lamento decirle que está UD completamente equivocado, todo, claro está, según saldrá en breve a comentar JC Aleman (democrático) la culpa es del cagalitroso Biden por ser el Protector del Castrismo y de todos los funcionarios comunistas a su alrededor, sin olvidar los Globalistas de Globos Plásticos Chinos S.A. etc etc.
😂😂
dear Rafaela:
Su artículo muy acertadamente podría titularse :
" Epitafio para el intento de vender el hueco de un salvavidas " indudablemente las actividades del Sr. Titov y el Instituto para el reparto del cadáver de la ex-URSS "Stolypin " recuerda lo intrincado del carácter ruso, lo digo porque sólo a ellos, quienes a lo largo de casi dos siglos, fueron incapaces de evolucionar con la economía mundial primero por el Zarismo y a seguido por el Marxismo Leninismo, se les ocurre en el Siglo XXI seguir llamando un instituto dedicado a temas económicos con el nombre del Ministro del Zar, más famoso por las ejecuciones mediante ahorcamiento de los adversarios políticos del zarismo, acto bautizado por el humor requetenegro ruso como " La corbata de Stolypin " que por sus aportes a la economía y el desarrollo.
Dicho Instituto, para lo único que ha servido fue para repartir entre los aparatchik rusos los activos de la ex-URSS.