Bancarización vs. tercera edad: 'Vamos a estar muy jodidos para poder comprar algo'

La bancarizaciónque el Gobierno está imponiendo en Cuba es vista con recelo por la población, que confía más en tener su dinero guardado bajo el colchón que en los bancos. A pesar de que en los últimos años en el país han ido tomando fuerza los pagos electrónicos, muchos cubanos se resisten a ellos debido a la fragilidad de las redes y, sobre todo, a los vaivenes de las autoridades del país.

Los jóvenes son los que más usan los medios de pagos electrónicos, mientras la mayoría de la población de la tercera edad está apegada al efectivo, a pesar de que sus pensiones han sido trasladadas a las tarjetas magnéticas.

Los adultos mayores prefieren sacar todo el efectivo y guardarlo en casa. Es el caso de Margarita, una tabaquera jubilada desde hace tres años: "Mi pensión es de 1.600 pesos. Al principio, cuando me jubilé, tenía mi chequera y cobraba con agentes del correo que me traían el dinero a la casa. Hace como un año y pico me pasaron para la tarjeta magnética. Tengo que mandar a mis hijos o mis nietos a que me cobren porque no sé manipular los cajeros. Yo siempre he tenido mi dinero en casa, eso de pagar vía electrónica no me gusta nada. Con la inestabilidad de la corriente y de las redes eso va a ser un caos. Ahora mismo tuvimos un apagón de tres horas, no hay condiciones para eso".

Para Moré, otro adulto mayor jubilado que vive solo, la bancarización es un nuevo desastre. "Yo tengo habilidad con los cajeros y te digo que muchos de ellos tienen problemas por lo viejos que son. Pero en mi vida he tenido un celular, ni puedo comprármelo. Ahora mismo ya tuve que pedir de favor que me pagaran la corriente del mes pasado, parece que voy a terminar mis días pidiendo favores a todo el mundo para que me paguen el agua, el teléfono y me compren los mandados. A menos que el Gobierno haga una donación de celulares a las personas de la tercera edad, vamos a estar muy jodidos para poder comprar algo".

Lourdes, una jubilada de 78 años, extrabajadora de círculos infantiles, piensa que no poder disponer de su dinero en efectivo es una falta de respeto del Gobierno a tantos años de servicio para asegurar su vejez. "Mi pensión no me alcanza. Yo hago costuras, ya sabes, remiendos para completar la pensión, no entiendo cómo vamos a pagar lo que compramos en el mercado negro porque los mandados cada día son menos, los completas con lo que compras por detrás, esa siempre ha sido la norma aquí. Ahora mismo solo hay café en MLC, pero siempre aparecen ventas en la calle, y esa gente va a querer su dinero en efectivo. La bancarización esa es más hambre y miseria para el cubano".

Como Lourdes, muchos adultos mayores siguen trabajando en el sector informal porque sus pensiones no les dan para vivir. Es también el caso de Ana Lidia, de 74 años, jubilada de barbera "Yo tengo mi clientela de años, que pelo aquí en mi casa, y es una entradita que me ayuda a comprar comida, pero ninguno de esos viejos me va a hacer transferencia; en primer lugar, porque no tienen celular, y en segundo, porque la jubilación en Cuba no da para comprárselo".

"Dice mi hija que tienen que poner terminales POS, como en las tiendas en MLC. Yo quiero vivir para ver eso en mi bodega, que se está cayendo y tiene solo dos bombillos. A ver si encuentran un enchufe allí. Yo creo que, si ponen el POS, posiblemente haga un cortocircuito. Hay que reparar muchas cosas y en seis meses no creo que lo hagan, recuerda que aquí hay falta de todo".

Cary, jubilada de 68 años, tiene celular con la aplicación Transfermovil instalada. Como excontadora está al día en las formas de pago electrónicas. "No veo mala la idea de la bancarización, pero nuestro país está muy destruido. La mayoría de las bodegas están en mal estado, apenas tienen iluminación, los agros están en similar condición, y es de ahí de donde sale la mitad de la comida de los cubanos. La otra sale del mercado negro y ahí hay que pagar en efectivo. Y sin mercado negro nos morimos de hambre. Cuba no está preparada para la bancarización y no creo que se logre en seis meses. El cubano quiere su efectivo porque no confía en el Gobierno".

Argelia, de 85 años y con dificultades motoras, cobra su pensión todos los meses acompañada de su hijo. "Yo quiero mi dinero, siempre lo saco todo, hago mi cola de impedidos y lo guardo en mi casa. Según oí en la Mesa Redonda se va a seguir poniendo efectivo en los cajeros, así que yo seguiré cobrando mi dinero y pagando en efectivo, a mi edad no estoy para celulares. El Gobierno no puede impedir que pague con mi efectivo mi comida. Para lo que me queda de vida, no voy a aprender nada de esas cosas electrónicas", sentencia.