A un año del incendio en Matanzas, la prensa oficial lo achaca al 'destino, la vida y lo impredecible'

"El destino, la vida y lo impredecible de la madre naturaleza" fueron las causas, según la prensa oficial cubana, del incendio que consumió, hace justo un año, buena parte de la base de supertanqueros de Matanzas, en lo que califica como el peor desastre industrial de la historia en Cuba, y sobre el que el Gobierno no ha rendido cuentas.

La agencia oficial Prensa Latina dedicó un artículo a la efemérides que, apelando a la sensiblería, evitó hacerse cargo de las preguntas aún pendientes: ¿por qué una instalación estratégica en Cuba para el almacenamiento de combustible importado no tenía las condiciones de seguridad necesarias? ¿Pudieron evitarse las muertes de 17 personas, incluidos jóvenes del Servicio Militar, que asistieron como bomberos sin tener la preparación necesaria?

En cambio, la nota asegura que el 5 de agosto de 2022 no podrá olvidarse porque "las heridas se encuentran con capas protectoras, pero sangrarán en llantos silenciosos a oídos del corazón de todo un pueblo de Matanzas y de Cuba".

Por su parte, el sitio oficial Cubadebate visitó la zona industrial donde ocurrió la catástrofe. Allí reseñó el paso por la sala "5 de agosto" del Museo de Bomberos de Matanzas, donde las autoridades dedican un espacio a los sucesos.

Según Biolexi Ballester Quintana, directora de la institución, "tenemos pitones (boquillas) que pertenecían a las técnicas que allí desaparecieron; fragmentos de capa, de manguera, de equipamiento de bomberos, y paneles dedicados a la solidaridad nacional, la internacional, y a cómo los niños vieron el fenómeno".

En ese espacio, aseguró la funcionaria, "están los aportes de los familiares, de los amigos, las anécdotas, y todo constituye parte del homenaje eterno".

De acuerdo con el reporte, ya en las instalaciones afectadas por el siniestro se han conectado los sistemas de tuberías a los cuatro tanques de 50.000 metros cúbicos de capacidad que allí se levantan.

Rigel Rodríguez Cubells, director de la División Territorial de Comercialización de Combustibles, dijo que la tarea de restablecer las conexiones para hacer circular el diésel y el crudo entre los depósitos y los muelles fue prioritaria, mientras que el primer tanque reconstruido debe estar listo en 2024.

Rodríguez Cubells aseguró que las obras actuales implican "modificaciones para mejorar la seguridad ante desastres, como los cubetos capaces de retener más combustible en caso de derrame", mientras que los tanques por erigirse "contarán con un nuevo sistema de pararrayos, aprobado por la Agencia de Protección Contra Incendios y el Cuerpo de Bomberos, el cual constará de torres capaces de disipar la descarga eléctrica en la altura, sin que llegue a los depósitos de combustible".

Según el funcionario, para el diseño del nuevo sistema de protección se contó con expertos de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), quienes hace un mes hicieron un estudio de riesgo en el lugar, así como con la asesoría de especialistas de México, Irán y Rusia en la recuperación.

Esta misma semana, el Gobierno cubano anunció que, con el fin de "rendir homenaje a la memoria de aquellos que perecieron" en el devastador incendio, se levantará un memorial en Matanzas, algo que el diario oficial Granma calificó como una obra "para exaltar a su vez el heroísmo y la unidad de la nación ante la tragedia".

Aunque el régimen insiste en llamar "héroes" a los bomberos que perdieron la vida, en el intento de sofocar el incendio en la base de supertanqueros, algunos familiares los consideran víctimas. Asimismo, las familias de los fallecidos no han sido indemnizadas.

Ninguna entidad oficial ha hecho público el resultado de una investigación que explique las razones por las que el incendio no pudo evitarse ni controlarse. El Cuerpo de Bomberos aseguró en diciembre a EFE, información coincidente con lo que aseguraron dos familiares de las víctimas, que se había iniciado una investigación interna de oficio sobre lo ocurrido.

Allegados de algunos de los fallecidos afirmaron a la agencia española que hasta el momento no se les ha informado sobre el avance en las investigaciones.

Amauris Betharte Chapeaux, exinspector de Seguridad Química, dijo a DIARIO DE CUBA que uno de los mayores fallos de las autoridades fueron "las respuestas de emergencia", puesto que, según las normas estándares internacionales, en este tipo de instalaciones debe haber al menos dos bombas, una de agua y otra de espuma, y al menos una se debe activar automáticamente.

El otro factor decisivo fue "la preparación del personal", ya que "instalaciones como esta deben contar con un equipo de bomberos propio", que pueda "mostrar un grado de especialización para atender este tipo de situaciones". Algo que obviamente no se cumplió en esta tragedia, ya que se encontraban prestando labores jóvenes reclutas sin la suficiente preparación.

"Si se hubieran tenido los equipos y toda la técnica contra incendios necesaria, ellos no hubieran estado allí cuando la segunda explosión, e incluso se pudo haber evitado esa segunda explosión", opinó.

Un asunto relacionado son las 26 casas de viviendas destruidas en el siniestro y que, según la prensa oficial, fueron terminadas y entregadas a sus moradores. Cubadebate habló con algunos de los damnificados, evitando mencionar que las construcciones no son gratuitas, sino que sus residentes tendrán que pagar por ellas.

No obstante, para el reporte Lucía Lazo Valdivia, otra de las beneficiadas con un inmueble, se quejó de que los equipos electrodomésticos que perdió durante el siniestro no le han sido repuestos por el Gobierno. Asimismo, sin ofrecer detalles, el medio oficial indica que "se deben resolver aún algunos detalles de índole constructivo".

Otra de las afectadas, Dayneris Leyva Machado, contó a DIARIO DE CUBA que todavía está en el albergue adonde fue trasladada tras el incendio, dado que su "nueva casa" está "muy mal hecha".

"En teoría tenemos una vivienda esperando por nosotros, pero la confeccionaron mal. La casa la hizo una MIPYME y no tiene acabado. Nosotros hemos reportado lo del acabado y nos dicen que todavía. Yo tuve otro bebé ahora, acabo de salir del hospital y sigo en el albergue, nos dicen que tenemos que mudarnos antes del sábado", explicó.

"Es mentira que están terminadas, ahí terminado no hay nada. La mía es de tres cuartos, supuestamente un poco más grande. Las casas se hacen todas con el mismo presupuesto; es decir, que las de un cuarto no quedan con la misma calidad que las de tres cuartos", detalló.

"Me la hicieron con un piso de granito malo, con lozas partidas, el piso se está hundiendo, el baño no tiene acabo en las lozas, estaba rajado el lavamanos, las puertas estaban mal puestas. Todo estaba mal elaborado porque esas personas que confeccionaron las casas yo no sé si era que no tenían experiencia o si les hicieron falta los materiales para otra cosa. A ellos incluso los botaron, pero ya la casa quedó mal hecha y es la que me toca", denunció.

Según advirtió Leyva Machado, un arquitecto que vio su casa dijo que "no está en condiciones de vivirla", porque a la primera ventolera se va a caer. "Yo no sé si es verdad, pero lo cierto es que el piso se está hundiendo y no tiene las condiciones", dijo. Contó que "para colmo" les han dicho que tienen que pagar miles de pesos por la casa.

"Ahora yo tengo que pagar 600.000 pesos. ¿Por qué yo tengo que pagar ahora si a mí me donaron el dinero para comprarme una casa?", declaró.

También explicó que varios equipos electrodomésticos que debían darle por las pérdidas que sufrió nunca los recibió: "A nosotros nos soltaron en el albergue y nunca más vino nadie a saber de nosotros. Los equipos electrodomésticos, las colchas de taparnos, todo eso quedó pendiente. Cuando fui a preguntar me dijeron que me conformara, que ya bastante me habían dado. Me habían dado dos ventiladores, por ejemplo, y a mí se me quemaron cuatro, yo tengo ahora tres niños y necesito otro ventilador, pedí otro y me dijeron redondamente que no".

"Todo es una mentira, hay casas y personas viviendo allá arriba pero no todas están terminadas. Al albergue donde yo estoy nadie ha venido a darnos información", subrayó.