Testimonios frecuentes de hechos violentos, robos, asaltos, algunos crímenes atroces que llegan a publicarse en los medios oficiales por su gran repercusión, y cuestionamientos constantes a la actuación policial, son parte de los reportes cotidianos en las redes sociales cubanas, donde es evidente la preocupación por la situación de inseguridad, pese a la propaganda contraria del régimen para apuntalar el turismo.
Ahora, una encuesta anónima y confidencial de Cubadata sobre seguridad ciudadana en Cuba, realizada entre el 15 y el 30 de junio de 2022 a 1.965 personas a lo largo y ancho de la Isla, traduce la alarma en datos.
El estudio indaga la percepción sobre cuán seguros y conformes se sienten los cubanos con las leyes instauradas para proteger a la ciudadanía. Los resultados del sondeo arrojan una prevalencia de distintos tipos de violencia y delincuencia en los doce meses anteriores a las entrevistas realizadas.
En general, el 61% de los cubanos encuestados reporta haber sido víctima de algún tipo de violencia o actos de delincuencia. De este grupo, solo el 14,6% ha denunciado el hecho ante la Policía.
Las agresiones verbales y las estafas son los incidentes más reportados (44,4% y 35,3% respectivamente), indicativos de un ambiente social tenso en el país.
La violencia doméstica y el abuso de poder también son preocupaciones importantes entre los encuestados, con el 20,5% que dijeron haber sufrido agresiones físicas y/o verbales por parte de un miembro de la familia y el 17,6% que ha experimentado abusos por parte de la autoridad.
La inseguridad en el hogar también es evidente en los porcentajes de robos en casas reportados por encuestados (25,1%) y asaltos en la calle (14,1%), unos datos que podrían reflejar problemas con la prevención del delito y la protección de la propiedad, así como la falta de recursos u oportunidades que podrían impulsar a las personas a cometer actividades delictivas.
Aunque con menos prevalencia comparado con otros tipos de incidentes, el acoso y la violencia sexual son preocupaciones significativas, pues el 10,8% de los cubanos encuestados reportan haber sido víctimas de acoso sexual y el 5% dijo que llegó a sufrir violación sexual.
Sin dudas, estos números hablan de la necesidad de abordar la discriminación y la violencia de género en Cuba y diseñar estrategias para mejorar la protección y apoyo a las víctimas de estos delitos.
Temores en cifras
La percepción general de la seguridad ciudadana en Cuba ha sido medida en la encuesta de Cubadata en una escala de 0 a 11, donde un promedio menor a 5 indica inseguridad intensa. Así, la percepción de los encuestados es de inseguridad intensa (3,11).
Entre los temores, la preocupación por ser estafado tiene el promedio más alto, que evidencia una desconfianza generalizada hacia las transacciones comerciales y las interacciones con otras personas.
La preocupación de los entrevistados por ser asaltados en las calles es elevada (7,07), así como por la posibilidad de ser robados en el hogar (7,36), por temor a ser agredido físicamente o sufrir daños (6,92), o de ser asesinados (6,06).
Los temores por sufrir arrestos o abusos por parte de las autoridades son también elevados (6,31), lo que indica una falta de confianza en las instituciones gubernamentales y el miedo a la represión.
La inquietud por los ataques sexuales está por debajo del umbral de preocupación intensa (4,58), pero es evidente aún, sobre todo en las mujeres. Por otra parte, la preocupación por ser agredido por un miembro de la familia es la más baja entre todas las preocupaciones (2,78).
La confianza en las autoridades del Gobierno en cuanto a proporcionar seguridad es baja (2,83), lo que puede estar relacionado con percepción de abusos de poder y la falta de efectividad en la prevención y control de delitos.
La percepción de seguridad proporcionada por la Policía es aún más baja que la del Gobierno en general (2,57), lo que refleja una falta de confianza en la capacidad de este cuerpo para proteger a los ciudadanos y mantener el orden.
Las personas entrevistadas también sienten inseguridad al hacer compras (3,82), lo que podría estar relacionado con preocupaciones sobre estafas, robos o asaltos.
La percepción de seguridad en el transporte público (3,44) también está por debajo del umbral de seguridad en el sondeo y los encuestados tampoco se sienten seguros caminando solos por sus barrios de noche (3,64), lo cual empeora más cuando se trata de caminar solos por otros barrios (2,76).
Por último, la encuesta apunta que si bien las personas se sienten más seguras en sus hogares que en otros espacios estudiados (4,48), la sensación de seguridad en el hogar aún está por debajo del umbral de seguridad.
La percepción de seguridad ciudadana puede influir en el comportamiento y la calidad de vida de las personas. Estos datos de Cubadata son un termómetro más del estado de derecho en Cuba, la participación ciudadana, el funcionamiento de las instituciones y la estabilidad social y política.
La Encuesta sobre Seguridad Ciudadana en la Isla forma parte del estudio Política, derechos y calidad de vida en Cuba, de Cubadata, cuyos resultados son el producto de un panel de seguimiento realizado a lo largo de 2022.
El estudio de panel es una técnica de investigación que permite el seguimiento de un grupo de personas a lo largo del tiempo, registrando mediciones repetidas de las variables de interés en intervalos preestablecidos. Este enfoque ofrece la ventaja de proporcionar una visión precisa de los cambios en las variables a lo largo del tiempo, y de permitir la identificación de los factores que influyen en dichos cambios.
Los datos obtenidos a través de un panel pueden utilizarse para identificar patrones de comportamiento individual y grupal, así como para investigar las relaciones causales entre variables.
Las ventajas del estudio de panel se pueden resumir en tres aspectos principales, según Cubadata: mayor precisión en la medición de los cambios, posibilidad de analizar causas y efectos, y mayor eficiencia en la recolección de datos.
El panel se nutrió de encuestas online que estuvieron dirigidas a mujeres y hombres de entre 18 y 81 años, distribuidos en todas las regiones de Cuba. La muestra que conforma el panel es no-probabilística y fue obtenida mensualmente desde abril hasta diciembre de 2022. Cada mes, entre 1.333 y 2.106 personas completaron la encuesta, haciendo un total de 16.006 casos. De ese grupo, aproximadamente el 42% fueron panelistas.
Eso no es nada, cuando ese gobierno se caiga y ese país se convierta en un país "normal" como Honduras, el Salvador , Colombia, República Dominicana, etc, esta peligrosa delincuencia nos parecerá juego de niños.
Hay que sacar de la lista El Salvador (ya no hay pandillas) y agregar Venezuela y Nicaragua.