António Guterres dejó a un lado su usual estilo cauto y ponderado, al menos en relación con la crisis generalizada y deriva institucional que vive Haití. Tras una visita relámpago a Puerto Príncipe, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha sido enfático en pedir una intervención internacional para restablecer el orden en el vapuleado país caribeño.
Justamente varias agencias de la ONU dan cuenta de la situación dramática que vive el país más pobre de la región latinoamericana y caribeña. La FAO, por ejemplo, contabiliza que 5,2 millones de haitianos padecen hambre, eso significa casi la mitad de la población. Se suma la violencia: más de 1.500 personas fueron asesinadas con armas de fuego, en el primer semestre de 2023, por las pandillas que tiene prácticamente el control en las calles y, por si fuera poco, Haití sufrió en junio sismos e inundaciones con decenas de fallecidos y damnificados.
Precisamente, Guterres llegó a Haití el 1 de julio de forma no anunciada públicamente, por razones de seguridad, aunque tenía una agenda ya establecida y una propuesta que ha venido cobrando fuerza. La comunidad internacional a través de la ONU debe involucrarse en restablecer aspectos como la seguridad ciudadana y la reconstrucción de las instituciones públicas.
Recientemente, un informe de la Oficina contra la Droga y el Delito, otra agencia de la ONU, sostuvo que tal como está Haití, sin autoridades y sin control de la situación, ha crecido de forma sustancial el mercado de armas y estupefacientes. Las violaciones, asesinatos y secuestros, que han aumentado al no existir en la práctica fuerzas del orden público, por otro lado han hecho recrudecer el flujo migratorio de haitianos que intentan llegar a Estados Unidos.
Un Guterres directo sostuvo que el objetivo principal de su visita era recabar información en el terreno y sostener reuniones con actores haitianos, esto, según dijo a la prensa, para instar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que apoye las fuerzas de seguridad del país caribeño en su "lucha contra las pandillas".
"La gravedad de la situación (nos) exige una atención urgente y sostenida, que sitúe a las víctimas y a la población civil en el centro de nuestras preocupaciones y prioridades", sostuvo. Se comprometió a hacer gestiones para que los países con capacidad de respuesta militar actúen dentro de Haití "para desmantelar las pandillas", como un primer paso y con la aprobación previa del Consejo de Seguridad.
Tras unos años de cierta estabilidad durante el Gobierno de Michel Martelly, la crisis institucional se hizo evidente en Haití a partir de 2015. El triunfo de Jovenel Moïse no fue reconocido de inmediato y se dio una larga discusión entre los poderes públicos sobre cuándo debía concluir su mandato. El Parlamento sostenía que en 2020 y el presidente que en 2021.
En el ínterin se fueron postergando las elecciones legislativas, en medio de la pandemia de Covid-19. El país se quedó sin Parlamento y se disolvió asimismo el Poder Judicial, quedando Moïse como único referente de poder, hasta que fue asesinado en julio de 2021.
Las elecciones previstas se suspendieron y gobierna un primer ministro, Ariel Henry, literalmente autoproclamado dada la ausencia de otros poderes públicos que lo certifiquen. Henry, además, suspendió hace un año a los integrantes del poder electoral.
El tema institucional, por otro lado, estuvo en la agenda de Guterres quien se reunió por separado con Henry, con el Alto Consejo de la transición y con integrantes de partidos políticos de diversas corrientes, así como con miembros de la sociedad civil. Según el secretario general de la ONU, encontró receptividad de trazar un acuerdo político que devuelva la institucionalidad al país caribeño, pero este requiere también del acompañamiento internacional.
Esto ha sido, justamente, una bandera levantada largamente por el presidente del país vecino, República Dominicana. El mandatario Luis Abinader ha usado todos los foros y reuniones internacionales para solicitar una intervención humanitaria internacional que, encabezada por Estados Unidos —a su juicio—, no solo atienda la emergencia social, sino que contribuya a restablecer las instituciones y ayude a organizar unas elecciones presidenciales y legislativas.
Haití y República Dominicana comparten el mismo territorio, de la isla La Española, y con frecuencia las autoridades dominicanas se quejan por el peso excesivo que representa para sus servicios de salud o programas de alimentación, no solo apoyar a sus ciudadanos, sino también brindarle atención a la población haitiana que huye de la crisis en su propio país.
La deriva que vive largamente Haití, pero que se ha agudizado en los últimos dos años ante la mirada impasible de la comunidad internacional, deja en evidencia que este país caribeño no es prioridad para los principales actores de peso en el hemisferio occidental, como son EEUU y Canadá.
Guterres enfatizó que "este no es el momento de olvidar" a Haití, sumida en problemas superpuestos de seguridad ciudadana, ausencia de institucionalidad política y crisis económica generalizada. Haití en sus múltiples crisis no tiene ante sí una salida a corto plazo para estas.
Un ejemplo claro de cómo Haití está totalmente desarticulado ha sido que el juicio para establecer responsabilidades, por el asesinato de su presidente en 2021 ha terminado efectuándose en Miami, EEUU.
En medio de la crisis generalizada ya descrita, y sin cuerpos policiales propios, han sido entidades estadounidenses como el Buró de Investigación Federal (FBI) y la oficina de Miami del Departamento de Seguridad Interior, las que llevaron adelante las investigaciones preliminares que han permitido establecer policialmente lo que sucedió.
El Departamento de Justicia trasladó a territorio estadounidense a siete de los implicados, entre fines de 2022 e inicios de 2023. El mes pasado comenzaron a dictarse sentencias.
El 2 de junio, el empresario haitiano-chileno Rodolphe Jaar fue sentenciado a cadena perpetua, por un juez federal de Miami. Se le acusó de conspiración para cometer asesinato o secuestro fuera de Estados Unidos, así como también de brindar apoyo logístico a un grupo de mercenarios colombianos que acabaron a tiros con la vida de Moïse.
Qué desperdicio de pedazo de isla, la que se han ocupado desforestar, y todo lo malo que se le pueda hacer a un pedazo de la Pacha Mama. Deberían hacer una barrera de buldozers desde la frontera con Dominicana, en dirección a Haiti, y arrasar con todo y luego repoblarla con los dominicanos, que se le parecen en lo traicioneros, pero al menos, tienen el otro pedazo de la isla más bonita.
Haití es el resultado de un pueblo donde los únicos que saben leer y escribir son el presidente su la secretaria. Aunque parezca cínico, la solución sería convertir a Haití durante un tiempo en un protectorado de Estados Unidos o de Dominicana hasta que el país alcance los parametros necesarios para gobernarse a sí mismo.
No den mas dinero esa gente no tiene arreglo y por mucha ayuda nunca van a progresar, desafortunadamente los países de brujería y hechizos no funcionan miren. Africanos, afganos y todos los países con esas descendencia son unas cloacas.
Haití, otro pozo sin fondo para el dinero en ayudas. ¿Dónde fueron a parar los 5,000 millones de asistencia cuando el fatídico terremoto?
Haití sí califica como Estado Fallido.
Papo—— Y Cuba no, ¿verdad Papo"? 😄
El Camilito Weston dice:
Haití SI califica como Estado Fallido.
Estimado Amadeus:
Con este comentario, tan sutil, revela que el tal Weston es otro agente de la Dictadura......
Aunque, cómo hobby, hace años he "armado" computadores para mi y para el que lo necesite y tengo un poco de conocimiento, tengo un pariente (mi sobrino chileno que trabaja en Google) que me prometió localizar el IP del Camilito Sapingo Weston. Espero poder "descaretarlo".
Yo lo ubiqué en la UCI de Valle Grande.
No, todavía no, al menos a ojos de la comunidad internacional. En Cuba hay "tranquilidad ciudadana", existe una banda de delincuentes en el poder pero desde hace 6 décadas, es decir ya se reciclaron. Cuba es un país comunista con una economía en crisis (severa) pero el estado tiene al rebaño bien controlado. Tampoco hay miles de muertos, etc.
Vedado—— Un estado que no puede garantizar la alimentación, la infraestructura urbana y la salud pública, es un estado fallido. El hecho que no haya violencia ciudadana no explica que no lo sea. En Haiti hasta el golpe de estado no había tampoco la violencia el caos que hay ahora y era un estado fallido. Las dicraduras como Cuba y Corea del Norte se mantienen por la fuerza, pero nada funciona allí, lo demâs es un juego de definiciones.
Cierto, cierto, pero lo que de verdad nos interesa de la definición es la posibilidad de la "intervención humanitaria", mientras exista un estado fuerte, en control, a olvidarse de ella, por más baches, derrumbes y menesterosos que haya. Cheers
Haití y Cuba, compañeros de miseria, desgracia y violencia.
afortunados