El empresario haitiano-chileno Rodolphe Jaar fue condenado a cadena perpetua en un juicio realizado en Miami, Estados Unidos, por su implicación en el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, en julio de 2021, informó Europa Press.
Jaar, de 51 años y conocido también como "Dodof", se declaró culpable, en marzo pasado, de los cargos que se le imputaban, principalmente, de haber facilitado armas a los mercenarios que asesinaron al mandatario haitiano, en medio de una crisis constitucional por la validez de su mandato.
El empresario había sido condenado una década atrás por tráfico de drogas y fue informante de la CIA. Con relación a este caso, ya había sido extraditado desde República Dominicana y se había declarado culpable también de facilitar alojamiento a los conspiradores, así como de sobornar a oficiales haitianos para debilitar a la comitiva de seguridad del presidente, antes de su asesinato.
Con esta condena, Jaar se convirtió en la primera persona en ser procesada y sentenciada por el complot que acabó con la vida de Moïse.
Su abogado defensor, Frank Schwartz, intentó obtener una reducción de la sentencia máxima a 30 años de cárcel, pero la recomendación fue finalmente desechada por la corte, siguiendo la recomendación de las fiscales federales Mónica Castro y Andrea Goldbarg.
Los restantes diez acusados que serán procesados en Estados Unidos deben ir a juicio en julio próximo. Entre ellos se encuentran el exsenador John Joël Joseph y varios exsoldados colombianos.
Jovenel Moïse, fue asesinado en la madrugada del 7 de julio de 2021, en su residencia en el barrio de Pelerin de Puerto Príncipe.
Varios partidos, principalmente de izquierdas, no reconocían el mandato de Moïse, que consideraban concluido el 7 de febrero de 2021.
Haití atraviesa una fuerte crisis política desde mediados de 2018 y vivió su momento más grave justo el 7 de febrero de 2021, fecha en la que Moïse denunció que la oposición, con el apoyo de jueces, tramaba un golpe de Estado.
Jovenel Moïse acababa de cumplir 53 años el pasado 26 de junio, once días antes del asalto a su vivienda en el que fue asesinado. Antes de ser político, fue empresario y sospechoso de lavado de dinero del Gobierno de Michell Martelly.
El propio Martelly propuso a Moïse como candidato a la presidencia en 2015. Tras las protestas por fraude en las elecciones de ese año, la segunda vuelta fue aplazada a 2016, cuando fue declarado presidente en noviembre.
Moïse presidió Haití desde el 7 de julio de 2017. Durante los últimos años se enfrentó a protestas por la crisis económica en ese país, uno de los más pobres en el mundo.
