El reciente relevo al frente de la embajada venezolana en Madrid, colocando allí a una persona con experiencia de embajadora y de confianza de Nicolás Maduro, pero sin figuración política, ha sido el preludio de lo que se espera sea la reanudación plena de relaciones bilaterales entre Venezuela y España, siguiendo la ruta que hace varios meses iniciara Portugal.
A mediados de noviembre, sin mucha parafernalia, Maduro designó como encargada de negocios en España a Coromoto Godoy Calderón, quien ha sido embajadora del chavismo en India y Trinidad y Tobago. Godoy Calderón sustituyó a Mauricio Rodríguez Gelfenstein, quien años atrás fue ministro encargado del aparato de propaganda y censura en Venezuela, y hoy es una figura política venida a menos en la estructura del poder chavista.
Este 5 de diciembre el diario español El País aseguró que se ultiman los detalles para el restablecimiento pleno de las relaciones, pero sin nombrar a Godoy Calderón como una pieza clave en este ajedrez diplomático, dada su cercanía con Maduro y su perfil político bajo. En Caracas le darían el plácet como embajador al actual encargado de negocios español, Ramón Santos, un diplomático de carrera con más de tres décadas en el servicio exterior.
A mediados de año, tras tres años de caras largas, regaños, presiones y sanciones, Maduro recibió por primera vez a un embajador de un país de la Unión Europea (UE).
La presentación de las cartas credenciales del embajador portugués João Pedro de Vasconcelos Fins do Lago, en el Palacio de Miraflores, fue noticia dada el público enfriamiento de relaciones de la mayoría de países de la UE con el chavismo.
Portugal, en ese momento, rompió el celofán en un acto al cual el régimen de Maduro le sacó rédito político. Las imágenes oficiales de entonces mostraron rostros distendidos en la ceremonia.
Se espera, entretanto, que algo similar ocurra cuando finalmente se haga el anuncio oficial de restablecimiento de relaciones plenas entre Caracas y Madrid, y que los dos encargados de negocios pasen a tener rango de embajadores.
Una funcionaria de la embajada de Alemania, en Caracas, confirmó a DIARIO DE CUBA que su país, gobernado a partir de este año por una coalición que encabezan los socialdemócratas, también estaría considerando dejar atrás la política de restricciones contra Maduro que en su momento decretó el Gobierno conservador de Angela Merkel.
Esta funcionaria, bajo condición de anonimato, corroboró que en líneas generales los países de la UE han retomado sus contactos diplomáticos por vía regular con el régimen de Maduro y han pasado a otorgarle a Juan Guaidó un estatus de referente de oposición, con lo cual por la vía de los hechos han dejado sin efecto el reconocimiento que en 2019 le dieron como "presidente interino".
Muchas embajadas europeas en Venezuela han terminado por privilegiar la acción humanitaria, de la mano de organizaciones locales de la sociedad civil, por encima de la agenda de democracia y derechos humanos. Políticamente han optado por admitir que quien ocupa el poder es Maduro y dejaron de lado el debate sobre la legitimidad del gobernante, quien buscará su reelección en 2024.
Un punto de inflexión en este proceso fue la negociación que permitió hace un año la presencia de una misión de observación electoral de la UE, la primera en Venezuela en tres lustros, para unos comicios municipales y regionales. La sociedad civil aplaudió la presencia de estos expertos foráneos porque su informe final, que no pudo ser presentado en Caracas por las presiones del chavismo, hizo una completa radiografía del sistema electoral.
España no tiene embajador en Caracas desde que, en noviembre de 2020, cesó en el cargo el diplomático Jesús Silva, quien prestó protección en su residencia oficial al líder opositor Leopoldo López. Este huyó luego de la sede diplomática en Caracas y apareció posteriormente en Madrid, donde goza de asilo político.
A Silva le sustituyó Juan Fernández Trigo, exembajador de España en Cuba, pero como encargado de Negocios, dado que Madrid insistía entonces en no darle legitimidad ni interlocución al gobierno de Maduro. A mediados de 2021 Fernández Trigo fue nombrado secretario de Estado para Iberoamérica y quedó al frente de la representación diplomática Ramón Santos, quien cuenta con el visto bueno del chavismo para ser aceptado como embajador.
Siendo encargado de negocios, Santos ha priorizado la atención a la comunidad española en Venezuela, que se estima en unas 250.000 personas, en su gran mayoría adultos mayores.
Tras el reinicio del diálogo político venezolano entre Gobierno y oposición prodemocracia en México, el despacho de Relaciones Exteriores en Madrid considera que no tiene justificación alguna mantener una posición cerrada con el chavismo y se apostará al diálogo y a los contactos diplomáticos.
Los venezolanos con tanta selva y " arrechos" que decían ser cuando los cubanos exiliados le advertiamos del peligro, acabaron llorando por entrada en USA y vendidos por su oposición, que por cierto agarró avio,billete y no cogió monte.Aprendan de los colombianos que con ideología equivocada,pero hicieron guerrillas durante años.Monte tienen para pelear,pero es más fácil desde Europa y Miami comiendo arepas,además las papas no queman de lejos...
Hay que tener gandinga para llamarse Coromoto y no cambiarse el nombre. Jo!
Yo les regalo el coro y me quedo con la moto. Jajajá 😀😃😄😁😆