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Venezuela

Maduro termina admitiendo que en Venezuela las elecciones no son libres ni transparentes

Un exultante Nicolás Maduro convocó a los medios nacionales e internacionales en el Palacio de Miraflores.

Caracas
Nicolás Maduro.
Nicolás Maduro. Bloomberg

Después de un tiempo alejado de las conferencias de prensa, Nicolás Maduro volvió a ofrecer una, y aunque las preguntas estuvieron bastante controladas por su equipo de prensa, el gobernante terminó admitiendo que en Venezuela las elecciones no son ni libres ni transparentes, tal como vienen demandando la oposición prodemocracia y gobiernos de América y Europa occidental.

Un Maduro exultante convocó a los medios nacionales e internacionales este 1 de diciembre en el Palacio de Miraflores. La reciente firma de un acuerdo social con la oposición en México, que destraba unos 3.000 millones de dólares, la flexibilización de las sanciones por parte de la Casa Blanca, que implica permitir mayores operaciones de Chevron en Venezuela, y la reciente presencia del gobernante en Egipto, en el marco de la cumbre sobre cambio climático, fueron razones esgrimidas por el chavismo para reunirse con la prensa después de un largo receso.

Sin embargo, gracias a su propio discurso, enfatizando la necesidad de que se levanten por completo las sanciones, particularmente de Washington, Maduro terminó admitiendo que en el país el sistema electoral está supeditado a decisiones de su Gobierno.

"Deben levantar las sanciones para ir visualizando los escenarios electorales futuros de Venezuela e ir avanzando en la ampliación de las garantías para que las elecciones sean verdaderamente libres y transparentes", aseveró Maduro, en lo que parece ser un bumerán, dado que el chavismo ha sostenido en su discurso que el venezolano "es el mejor sistema electoral del mundo".

La Casa Blanca ha dejado en claro que la inicial decisión sobre Chevron, por un lapso de seis meses, solo irá hacia un esquema de mayor flexibilización si el chavismo permite que se organicen elecciones libres, justas y transparentes.

Las elecciones presidenciales deben realizarse en 2024. Maduro es desde ya el candidato del chavismo en busca de la relección. Sería la tercera elección presidencial de quien en su momento se presentaba como el hijo político de Hugo Chávez.

En 2013, a escasas semanas de que se anunciara oficialmente la muerte de Chávez, se organizaron unas elecciones en las que Maduro triunfó por un dudoso y estrecho margen. El candidato derrotado, Henrique Capriles, denunció fraude, pero desalentó las protestas de calle "para evitar un derramamiento de sangre".

El derramamiento de sangre que pronosticaba Capriles ocurrió de todas formas. En 2014 y 2017 el régimen de Maduro puso en práctica una feroz represión. Precisamente por esos dos picos represivos contra la disidencia se le abrió un expediente al Gobierno de Maduro por crímenes de lesa humanidad. La Corte Penal Internacional retomó hace pocas semanas el proceso investigativo.

Para aprovechar las horas bajas de la oposición, Maduro adelantó en 2018 unas elecciones presidenciales hechas a su medida para garantizar su relección. Su legitimidad como gobernante no fue reconocida por más de 60 países de Occidente.

El Gobierno de Joe Biden, según ha podido conocer DIARIO DE CUBA tras conversar con dos funcionarios diplomáticos en Bogotá y en Washington, está apostando a un pulso diplomático con el chavismo con el objetivo de llegar en 2024 a unas elecciones competitivas con participación de la oposición prodemocracia y veeduría internacional amplia.

Tras aplicar la Casa Blanca la política del garrote, en los años de Donald Trump, ahora se apuesta por la zanahoria. Se esperan medidas de flexibilización, pero puntuales y por periodos de tiempo muy específicos. Según vaya cediendo el chavismo, estas medidas de Washington se amplificarán o se regresará a un esquema amplio de restricciones.

Al contrario de lo que ocurrió en la era Trump, donde la Casa Blanca se negó a tener contactos directos con el chavismo, en este 2022 se ha instaurado una comunicación de alto nivel entre Caracas y Washington, junto a la presión de EEUU para que el Gobierno de Maduro regresara a la mesa de diálogo con la oposición en México.

Al ser consultada por DIARIO DE CUBA, la profesora Ana Julia Niño, quien es abogada especializada en temas electorales, sostuvo que las declaraciones de Maduro "dejan en evidencia que las sanciones les resultan molestas".

Para la profesora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), "al supeditar las elecciones libres al levantamiento de sanciones, Maduro no hace otra cosa que dejar en claro que las elecciones se efectúan a conveniencia del Gobierno".

"Esta declaración nos presenta a un poder electoral sometido al poder ejecutivo y mina el ánimo de confianza entre los ciudadanos", según Niño, y esto resulta preocupante dado que en 2023-2024 habrá un bienio electoral en Venezuela.

El año próximo se realizarán las elecciones primarias para escoger un candidato unitario de oposición, mientras que en 2024 se efectuarán las elecciones presidenciales.

Para la profesora de la UCV, unas elecciones libres y transparentes suponen algunas condiciones, entre las que figuran el respeto pleno a la Constitución vigente y las leyes, el respeto a la democracia y el pluralismo político, un poder electoral imparcial y una imparcialidad que debe extenderse a otras instituciones que tienen incidencia en lo electoral, como es el caso del Tribunal Supremo de Justicia.

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2 comentarios

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Los venezolanos por dinero traicionan hasta a su abuela,su "oposición light "lo ha demostrado con creces excepto algunos...pronto los verán dándole la espalda a la dictadura de Cuba si les conviene.

El gigante con cerebro de liliputiense algún día dijo una verdad.