Miguel Díaz-Canel arribó este jueves a China, cuarta y última parada de su gira oficial en busca de auxilio para mitigar la crisis económica que vive la Isla y tratar de acabar con los apagones que agobian a los cubanos, según él mismo ha reconocido.
El gobernante cubano fue recibido por Xi Jinping este jueves 25 de noviembre y no perdió tiempo para mencionar "la difícil situación económica de Cuba" y culpar al "recrudecimiento del bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos" y a la pandemia de Covid-19; asimismo, para expresar su convencimiento de que la Isla saldrá adelante con la ayuda de aliados como China, según el reporte de la agencia estatal Prensa Latina.
Su anfitrión recordó que Cuba fue la primera nación del hemisferio occidental que estableció relaciones diplomáticas con la nueva China y consideró los lazos entre ambos países como un ejemplo de solidaridad y cooperación entre países socialistas y también de apoyo entre estados en desarrollo.
"Estamos en un nuevo punto de partida histórico", citó Prensa Latina a Xi, quien abogó por fortalecer la coordinación y la concertación en los asuntos internacionales, para avanzar juntos en la construcción del socialismo con características propias y profundizar las relaciones bilaterales en la nueva era.
Según la agencia EFE, Xi declaró que su Gobierno "hará lo posible para proporcionar apoyo" al régimen cubano. Añadió que "independientemente de la situación internacional", China "no cambiará" su política de "amistad" con La Habana.
Díaz-Canel no dejó de destacar que es el primer gobernante latinoamericano que visita China tras el vigésimo congreso del Partido Comunista (PCCh) de ese país, en el que Xi Jinping consolidó su poder con la reelección como secretario general por otros cinco años.
En aquel momento, Díaz-Canel le envió sus felicitaciones y se refirió a "la voluntad invariable de continuar fomentando —junto al líder chino— la orientación política entre los vínculos ejemplares entre los dos partidos, gobiernos y pueblos, basados en la amistad y la hermandad que continuará fortaleciéndose y perfeccionándose para contribuir al desarrollo sostenible de nuestras naciones, al bienestar de sus pueblos, a la irreversibilidad y vitalidad del socialismo a nivel mundial".
También alabó "los aportes teóricos y prácticos" realizados por Xi al frente del Comité Central del PCCh, "apreciados como hitos en la adaptación del socialismo chino a las particularidades nacionales y de la época actual".
Durante su encuentro con su poderoso aliado, Díaz-Canel volvió a celebrar los supuestos "aportes".
"Valoramos de forma muy positiva los aportes teóricos y prácticos de su liderazgo al frente del Comité Central del Partido (Comunista de China) en la construcción del socialismo con características chinas, lo que consideramos un verdadero estímulo para todas las fuerzas progresistas", ensalzó.
Pese a la evaluación positiva, como señaló el economista Elías Amor en DIARIO DE CUBA en octubre pasado, el dirigente comunista cubano no ha seguido el ejemplo chino. Las medidas económicas adoptadas allí —a pesar de un rígido control político e institucional sobre la sociedad— han hecho mejorar el nivel de vida de la mayor parte de la población en las últimas décadas, mientras los cubanos no llegan a fin de mes.
"El panorama de China en 2022 tiene poco que ver con la realidad imaginada por Marx, o soñada por Mao. Es un universo productivo, competitivo, generador de renta y riqueza, de empleo, ahorro e inversión. Nada que ver con el de Cuba, abandonada a su suerte por sus dirigentes", comparó Amor, quien acotó que en el gigante asiático "no hay construcción alguna de socialismo".
El modelo económico al que se aferran los dirigentes cubanos ha obligado a Díaz-Canel a montarse en un avión y partir en busca de la ayuda de sus aliados, en medio de una crisis económica y energética que ha provocado protestas por parte de los ciudadanos.
A Díaz-Canel le queda un mes para cumplir a los cubanos la promesa de acabar con los apagones antes de fin de año.
En Argelia, el gobernante consiguió la cancelación de todos los intereses pendientes de la deuda de Cuba y el aplazamiento de su reembolso "hasta nuevo aviso", por parte del presidente Abdelmadjid Tebboune.
Con su visita a Rusia, Díaz-Canel rompió el aislamiento internacional en que se encuentra el mandatario Vladimir Putin por la invasión a Ucrania. Esta limpieza de imagen no sería gratuita y el gobernante cubano podría cobrarle a su anfitrión intereses económicos, principalmente, petróleo.
De Turquía, tercera parada de su periplo, salió "con mucho optimismo". De ese país depende Cuba cada vez más en el aspecto energético, tras la llegada, a mediados de noviembre, de una séptima central generadora de energía a Cuba, rentada a la empresa turca Karadeniz Holding. Esos medios flotantes producen casi un cuarto de la electricidad que consume la Isla, que sufre desde hace más de medio año sus peores apagones desde la década de 1990.
No se sabe aún qué ofrecerá Díaz-Canel a cambio. ¿Sus médicos? En Turquía cuenta con un importante agente de influencia en la Asociación de Amistad Cuba-Turquía José Martí, que como reconoció el gobernante se ha "encargado de divulgar la realidad cubana y también la obra de la Revolución" y "la obra de los médicos y científicos cubanos".
En China, además de su encuentro con Ping, el gobernante cubano se reunirá con con Li Zhanshu, presidente de la Asamblea Popular Nacional, y el primer ministro Li Keqiang, según informó la Presidencia de Cuba en su cuenta de Twitter.
A través de los desastres de los últimos años China a limitado su ayuda e inversiones a Cuba a boberías insignificantes, y cientos de millones a la Latinoamérica capitalista.
Una visita de intercambio de cuentos chinos con un poco de protocolo.
" S O B E R A N Í A "
Los chinos no regalan nada, lo mas seguro es que DCS se vaya Xin Ninping in.
Lo que Xi Jinping diga es parte del protocolo de admitir la visita de Díaz-Canel S. Lo que verdaderamente piensa es que en ese régimen, que se ha negado a hacer los cambios que China sí llevó a cabo hace años, no se puede confiar en cobrar nada, a no ser votaciones en ONU y "eterna amistad".
Doña Ana—- Por supuesto todo eso forma parte de la puesta en escena protocolar, pero para los chinos Cuba no es interesante porque no hay con qué pagar en un país cuya economía sigue sovietizada, algo que ellos abandonaron para llegar a lo que son hoy. Y eso lo saben los chinos, que te cobran hasta el aire.