Tres sucesos ocurridos en los últimos días han logrado rebatir la pretensión del régimen cubano de ejercer el monopolio de la información.
Primero: las denuncias de varias mujeres contra Fernando Bécquer, reveladas por El Estornudo, consiguieron llevar al trovador oficialista ante los tribunales. Bécquer había afirmado que quienes lo atacaban a él, atacaban a la Revolución. Finalmente, la Justicia de esa Revolución lo declaró culpable de las denuncias publicadas por el periodismo independiente.
Segundo: La Joven Cuba entrevistó al doctor en Derecho René Fidel González García, quien demanda judicialmente a Miguel Díaz-Canel y a la fiscal general de la República, Yamila Peña Ojeda, a propósito de su expulsión de la Universidad de Oriente. Asimismo, La Joven Cuba mostró su compromiso con el panel y presentación (frustrada en tres ocasiones por la Seguridad del Estado) del volumen La peor generación. Todo ello condujo a que el aparato represivo del régimen iniciara sus hostigamientos, pero también a que decenas de intelectuales mostraran su apoyo a Alina Bárbara López Hernández, coordinadora de la publicación.
Tercero: Facebook y Twitter cancelaron esta semana más de una veintena de perfiles oficialistas, encargados de difundir la desinformación del régimen cubano y de emprender campañas de difamación y criminalización contra el periodismo independiente y la sociedad civil en la Isla. Esas cancelaciones responden a años de denuncias contra esos perfiles y contra sus prácticas violatorias de la conversación libre en las redes.
Ante estos tres hechos, el oficialismo se ha visto obligado a actuar a partir de revelaciones de la prensa independiente, a lidiar con resistencias y solidaridades que se oponen a la represión, y a llorar por el desmantelamiento de gran parte de sus redes de propaganda.
Son tres buenas señales de que el régimen pierde espacio en la lucha por imponer su verdad única y acallar a todo el que disienta.
El periodismo independiente es el que cuenta Cuba. El periodismo independiente será, cada vez más, el que cuente en Cuba.
Desde que yo salí de Cuba hace unos 30 años pude confirmar lo que ya sabía: que el Granma, el NTV, etc decían mentiras. No solo por ver otras realidades, sino por leer o ver las noticias en otros medios. Peor fue cuando tuve acceso a internet. Nunca me imaginé la cantidad de mentiras que dice el desgobierno cubano ni los engaños a los que somete al pueblo cubano, como ese del "bloqueo".
Ayer en su directa, mi filósofo preferido, Chucho del Chucho, dijo algo a lo que le doy la razón: "Los comunistas son los más fervientes religiosos, creen en algo que está totalmente comprobado que no funciona. A diferencia por ejemplo, de los cristianos, que creen en Jesucristo que nadie ha podido comprobar con certeza de que existe".
Y acerca de los comentarios, otro amigo suele decir: "El comunismo y el fascismo es la misma herramienta, lo que cambia es el que la utiliza".
Desconocía los 2 primeros puntos mencionados. Igual, creo que para los que estamos afuera, el 3ro fue demoledor, ya que limita la capacidad de fuego del arsenal dialéctico de la dictadura. Hoy día, han descendido otro peldaño más y sumado a eso, tienen un presidente intrascendente, un estratega financista recién fallecido y un general obsoleto en las sombras, que cada vez evita más la exposición. La economía se derrumba a pasos agigantados y sólo atinan a la consabida muletilla de "el salvaje bloqueo nos asfixia".
Corrección :” … a lo que la Unión Soviética NO pudo llegar”
Gracias !!!
El.comunismo es una utopía en los libros a lo que ni su máximo exponente, la Unión Soviética pudo llegar, porque a los 70 años de su “construcción “, se extinguió; en vez del capitalismo . Y como siempre he dicho, el día que un país comunista tenga los estándares de vida, respeto a la persona y su voluntad, como los países en Escandinavia, si no quieren que de nuevo utilice a los Estados Unidos; ese día yo me vuelvo comunista.
Sin duda que el castrismo ha perdido la batalla del relato. Su discurso ni convence ni congrega. Sigue atrapado en la vieja doctrina, cada vez más alejada de la praxis. Estado fallido o nación depauperada, el modelo castrista sigue siendo comunista por más que algún que otro intelectual cubano, aquejado de disonancia cognitiva, se empeñe en llamarle fascismo a lo que es paleocomunismo sin vuelta de hoja. Basta ya de blanquear al comunismo.
Las tácticas disuasorias para mantenerse en el poder, el discurso del finiquitado líder de la plantación en su "antológico" libro escrito en el Hotel 5 estrellas de la Isla de la Juventud y un largo etcétera, encadenan a los Castros al fascismo de Mussolini particularmente ... nadie está lavando al comunismo de su sangre, el estado represivo de Cuba es más fascista que comunista ...
Amigo Nico, sin querer he terminado cayendo en esa trampa que nos tienden un enjambre de teenagers atrincherados en sus basements con sus PC Apples y que nos intentan convencer de que el comunismo es bueno y que el problema es que nadie lo ha sabido aplicar correctamente todavía sobre las faz de la tierra. Cuba no es ni ha sido nunca comunista por cuanto jamás se han repartido las riquezas de manera equitativa. Anyway lo que no nace no vive, el comunismo es contra natura y por mucho que se obligue al hombre a renunciar al individualismo lo que obtendremos siempre sera una utopia muy hermosa en teoría, inviable en la practica.
Honestamente, no entiendo cómo calificar de fascismo a ese régimen (con junta militar o sin ella) sea blanquearlo. Pero además, los que están a cargo se podrán llamar a sí mismos comunistas, celebrities o marcianos, pero si alguna vez ese régimen fue comunista, hoy sin duda no lo es. Todavía recuerdo por allá por los 60 y tantos o los 70 que el Difunto en Jefe ponía al comunismo como meta a alcanzar. Hoy, ni eso.
No, Comunista una y mil veces que es como la dictadura se ha definido siempre por elección propia.
No es blanquear a la dictadura, es blanquear la doctrina porque mientras a la dictadura la definen como Fascismo, no la definen como Comunismo que es lo que corresponde.
Decirles fascistas es contribuir a la nefasta narrativa imperante que sí pretende blanquear al Comunismo por omisión.
Fascismo y Comunismo son de la misma tiñosa las dos alas aunque el ala comunista tiene en su haber muchos más muertos, sin embargo, hoy se prohíbe mundialmente y por decreto hablar bien del Fascismo pero no se prohíbe hablar bien del Comunismo.
Muchas gracias por su tiempo y por su explicación, pero sigo con mi idea.
Diaz-Canel S puede llamar a su régimen revolución, la salvación del futuro, comunista 100 por ciento, y seguirá siendo, para mí, fascismo corriente, como lo fue bajo Fidel Castro. Tenga un buen domingo.
Muy bueno su comentario de acuerdo 100%
Ante todo estimado Nico debo confesarle que admiro su escritura tanto como sus comentarios, realmente magníficos. Creo sin embargo que la definición de "junta militar fascista" que nos da el señor Prats Sariol calificaría al oscuro gobierno que sufren hoy los cubanos que efectivamente continúan "atrapado en la vieja doctrina y cada vez más alejados de la praxis".
Pasado a las sombras el tirano mayor, ni su intrigante hermano o algunos de los figurones del gobierno civil calificarían para semejante crédito. Como sabemos, el poder está hoy en manos militares, mientras mantienen arrodillado al gobierno civil. Probablemente hoy no sea siquiera "paleocomunismo", pues le falta su componente principal, la fe y la espiritualidad. Saludos.
Así es, más los vertiginosos avances de la comunicación persona a persona (radio bemba, rumores, te cuento...) por diversos sitios webs. Parece que Internet ha logrado mayor libertad de expresión que Naciones Unidas. Cuba es un buen ejemplo. Y que rabien los fascistas de la Junta Militar.
Magnífico que sean identificados correctamente nuevos hechos que han cambiado la posición de la dictadura en el universo de las comunicaciones sociales, ayer un enorme gozador de todo privilegio frente a la población que debía escuchar sumisa y silenciosa.
Hoy gracias a las nuevas tecnologías informacionales, alzan su voz los cubanos y dicen sus verdades al mundo contra el régimen, ahora un gigante con los pies de barro. Aunque ello hará subir la temperatura de la represión interna, acelerará el final inevitable, el de una nueva Cuba.
Gracias a DDC por su oportuna nota editorial.