La reconocida organización especializada Insight Crime lo alertó en un informe reciente dedicado a la reorganización de las bandas criminales en Ecuador, y las cifras parecen darle la razón. En medio de la campaña electoral presidencial de este 2025, ha aumentado de forma significativa la tasa de homicidios en el país andino, una señal inequívoca de alarma para los expertos y analistas.
De acuerdo con cifras del Bloque de Seguridad difundidos por medios ecuatorianos, en los primeros 45 días de 2025, mientras el país asistía a la campaña electoral y la población acudía a las urnas el 9 de febrero, el número de homicidios intencionales en Ecuador aumentó un 63%. Los casos pasaron de 669 en 2024 a 1.091 en el mismo periodo de este año.
El pasado 9 de febrero tuvieron lugar las elecciones generales en el país andino. Pese a que figuraba como gran favorito el actual mandatario Daniel Noboa, quedó prácticamente empatado con la candidata del correísmo, Luisa González, con lo cual se realizará una segunda vuelta electoral el 13 de abril para definir quien ocupará la Presidencia en los próximos cuatro años.
De acuerdo con los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral, el mandatario obtuvo 44,17% y González, un alfil del expresidente Rafael Correa, el 43,97%. Este resultado en las urnas constituyó una derrota para Noboa, quien ha tenido precisamente en el combate a la delincuencia y promesas de seguridad ciudadana el gran eje de su breve gobierno actual.
Noboa fue electo en 2023 para completar el periodo presidencial del banquero conservador Guillermo Lasso, quien forzó su renuncia y la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas para evitar ser enjuiciado en la Asamblea Nacional, en una iniciativa que impulsaban el correísmo y el movimiento indígena. Desde que asumió la Presidencia, siendo un outsider de la política, Noboa se enfocó en el tema de hacer frente a las mafias, especialmente dentro de las cárceles.
"La crisis de seguridad derivada de las prisiones ha provocado una respuesta de mano dura por parte del Gobierno de Ecuador, que declaró un conflicto armado interno y desplegó el Ejército en el interior de las prisiones y en las calles", reseña Insight Crime, en cuyo análisis el Gobierno pudo mostrar logros parciales en 2024, pero está en marcha una metamorfosis.
"Mientras [el Gobierno] ha desbaratado algunas operaciones de las mafias, ha habido pocas señales de una estrategia para abordar las fallas sistémicas que propiciaron su auge. Y hay indicios de que tanto las mafias como las redes de corrupción se están reconstituyendo y preparando el terreno para un nuevo ciclo de violencia y actividad criminal", alertaba esta iniciativa en un informe difundido a inicios de este año.
Insight Crime reporta que Ecuador registró 6.986 homicidios en 2024, lo que refleja una disminución en comparación con 2023. Sin embargo, 2024 fue el segundo año más violento en la historia del país, y los homicidios en muchas partes de Ecuador se mantuvieron en los niveles de 2023 o los superaron.
El año pasado se registró en promedio una muerte intencional cada 75 minutos en el país andino, devenido en el más violento de América Latina al haber registrado una tasa de 38 homicidios por cada 100.000 habitantes.
El aumento es notable al iniciarse 2025, teniendo la campaña electoral como telón de fondo. En Ecuador, entre enero y febrero ocurrió un asesinato cada hora. En medio de este contexto violento, al menos 50 menores de edad fueron asesinados, solo en enero. Entre ellos se encuentran al menos tres bebés, en casos que simbolizan una violencia desmedida, la cual —auguran analistas— podría terminar por enterrar la esperanza de Noboa de reelegirse y abrir paso, tal vez, al regreso de Correa a Ecuador.
Dada esta ola de violencia que comenzó en 2020 y no tiene parangón en la historia ecuatoriana, el correísmo puede reivindicar que mientras su líder fue presidente, entre 2007 y 2017, nada de esto ocurría.
Si González gana la Presidencia el 13 de abril se prevé que usaría el poder presidencial para otorgarle algún tipo de indulto o perdón presidencial a su padre político, Rafael Correa, quien es prófugo de la Justicia ecuatoriana y ha recibido asilo político en Bélgica.
Para el Gobierno de Noboa el repunte de la violencia en el país se explica por factores políticos, y advierte de que la situación podría empeorar antes de las elecciones presidenciales de segunda vuelta.
"Tenemos información de que estos grupos armados organizados estarían reagrupándose y reabasteciéndose para un posible aumento de la violencia en marzo", afirmó Giancarlo Loffredo, ministro de Defensa.
Tras la primera vuelta electoral, Daniel Noboa realizó cambios en las direcciones de las instituciones encargadas de la seguridad en el país. Estos ajustes, según medios de prensa locales, generaron una suerte de terremoto al interior de las fuerzas armadas y policiales, que son entidades que usa el mandatario para reforzar su imagen de "mano dura" contra las bandas criminales.
Según Insight Crime, Ecuador enfrenta ahora una nueva configuración de bandas criminales, más armadas, mejor entrenadas y más violentas que nunca, en respuesta a la militarización lanzada por Noboa.