Ningún cabecilla del ELN está en Cuba, aseguran La Habana y Bogotá

Fuentes diplomáticas cubanas dijeron al medio Blu Radio, de Colombia, que actualmente no hay presencia de ningún cabecilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio de la Isla. Ello, luego de que la Fiscalía de ese país reactivara las órdenes de captura en contra de 31 jefes y negociadores de la guerrilla, muchos de los cuales estuvieron bajo la protección de La Habana.

Las fuentes diplomáticas aseguraron que los ingresos de integrantes del ELN a Cuba han sido únicamente puntuales y temporales, siempre bajo la supervisión y autorización del Gobierno colombiano, específicamente del presidente Gustavo Petro. 

Esa posición habría sido adoptada por La Habana luego de que el Gobierno de Iván Duque solicitara al régimen de Cuba la entrega de estos miembros del grupo militar. A raíz de la negativa de La Habana, Estados Unidos incluyó a la Isla en su lista de estados patrocinadores del terrorismo.

"Como respuesta a esta presión, el Gobierno cubano ha decidido no permitir una presencia permanente de miembros de grupos armados ilegales colombianos en su territorio", indicó el reporte.

Los viajes a la Isla de los miembros del ELLN habrían ocurrido principalmente durante los períodos de las negociaciones de paz entre el ELN y Bogotá, que están suspendidas desde agosto de 2024. 

Las fuentes no reveladas por Blu Radio indicaron que, "una vez concluidas las gestiones negociadoras, los integrantes del ELN son instruidos a abandonar la Isla en el mismo vuelo que los llevó". 

También la delegación de Bogotá a los diálogos de paz indicó en un comunicado, difundido por Caracol Radio: "La delegación del Gobierno Nacional en los diálogos con el ELN reconoce que Cuba tiene la condición de país garante del proceso de paz. En consideración a esa importante función, nuestra delegación afirma que, a la fecha y de acuerdo a la información oficial, en Cuba no se encuentran representantes o personas autorizadas para participar del proceso de paz pertenecientes al ELN".

Las órdenes de captura se reactivaron el miércoles último contra Pablo Beltrán, jefe de la delegación de paz del ELN, y los miembros de la delegación Aureliano Carbonell, Bernardo Téllez, Gustavo Martínez, Consuelo Tapias y Silvana Guerrero, así como para el máximo jefe de la guerrilla, Eliécer Herlinto Chamorro, alias "Antonio García".

Estos líderes guerrilleros han permanecido los últimos años entre Venezuela y Cuba. La Habana acogió los diálogos de paz entre 2018 y 2019, año en que quedaron congelados. Las conversaciones se estancaron tras un atentado reivindicado por el ELN contra la Escuela de la Policía en Bogotá, en enero de 2019, que causó la muerte de 23 personas y heridas a cerca de un centenar.

En las últimas horas, Petro endureció su postura frente al ELN, afirmando que estas estructuras criminales buscan el control de la frontera, utilizando como base económica el comercio de cocaína en la región del Catatumbo.  

Según Petro, el ELN pretende convertir esta estrategia en una herramienta de negociación internacional. "Buscan el control para convertirse en una carta de negociación internacional y para enriquecerse con la cocaína. Buscan el control de la frontera, basándose económicamente en la cocaína del Catatumbo. Pablito (Pablo Beltrán) tiene la mayor responsabilidad en esta acción", aseguró el jefe de Estado, citado por el medio colombiano RCN Radio.  

Petro fue enfático en que las fuerzas del Estado deben derrotar a quienes han sembrado el terror en la región. Por ello, subrayó que el control militar colombiano en las regiones de Arauca y Catatumbo, así como la acción militar venezolana en la frontera, son pasos necesarios para enfrentar esta amenaza.  

"Por soberanía nacional, el ELN debe ser derrotado, al igual que toda fuerza que tenga sus mismos objetivos", puntualizó. No obstante, el mandatario insistió en que la solución al conflicto armado no se limita únicamente al uso de la fuerza.  

"El triunfo no está solo en el fusil. Está en una verdadera justicia social, en abrir las oportunidades del progreso en las regiones excluidas del país", aseguró. En este sentido, llamó a implementar estrategias integrales que combinen medidas de seguridad con inversiones en desarrollo social y económico para las comunidades afectadas por la violencia.

La postura del presidente marca un giro frente a su enfoque inicial hacia el ELN, que buscaba priorizar el diálogo y las negociaciones. Sin embargo, los recientes movimientos del grupo armado y su impacto en la estabilidad de la región llevaron al mandatario a cambiar su postura.