Los viajes de Javier Milei al extranjero son calificados de antidiplomacia

En su primer semestre en el poder, Javier Milei estableció un récord para cualquier presidente argentino: estuvo un mes fuera de su país. Los viajes presidenciales han pasado a ser un tema de análisis dentro del país sudamericano, ya que no se ajustan al tradicional rol que cumplen los jefes de Estado de encontrarse con sus pares o potenciar los espacios multilaterales.

Rescatando un concepto de otras épocas en materia de relaciones internacionales, el académico Juan Gabriel Tokatlian ubicó al presidente libertario en la corriente de lo que denominó antidiplomacia, con una política exterior muy activa pero centrada en lo ideológico más que en los espacios de integración interestatal.

Tal orientación en Milei  parece haber quedado en evidencia con su reciente visita al expresidente brasileño Jair Bolsonaro, que tuvo un segundo capítulo al negarse a asistir a la cumbre del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) junto a sus pares de Brasil, Uruguay y Paraguay.

"El que pierde es el que no viene. Es una tontería inmensa que un presidente de un país importante como Argentina no participe de una reunión del MERCOSUR", sostuvo Luiz Inácio Lula da Silva, el septuagenario mandatario de Brasil, con quien Milei ha evitado encontrarse en estos primeros meses en la Presidencia, tal como lo explicó DIARIO DE CUBA.

Milei acudió el fin de semana al sur de Brasil, donde tuvo como anfitriones a Bolsonaro y su familia, y apareció como una suerte de estrella de rock en un evento público en el que el público coreaba consignas en contra de Lula da Silva. El mandatario argentino evitó hacer críticas directas al Gobierno de Brasil o al tres veces presidente brasileño, lo cual trajo alivio a la Cancillería de Itamaraty, como reseñó el diario La Nación.

Brasil es el principal socio comercial de Argentina y en otros momentos la sincronía entre ambos países impulsó a este bloque regional. La ausencia de Milei no solo fue cuestionada por Lula da Silva, el presidente anfitrión de la cumbre en Asunción (Paraguay), Santiago Peña, asentía junto al referente de la izquierda, mientras que el mandatario de Uruguay, el también conservador Luis Lacalle Pou, al asumir la presidencia del bloque reprochó públicamente la inasistencia del libertario en este espacio.

"Los periplos de Milei no parecen tener como objetivo estimular y optimizar los lazos interestatales. Viaja para asistir a eventos partidistas, a conferencias variadas y a encuentros informales. Son contados, en número y tiempo, los diálogos directos con mandatarios y se desconoce si en los realizados obtuvo avances significativos en materia comercial, por ejemplo", apunta a modo de balance Tokatlian, uno de los referentes latinoamericanos en el estudio de las relaciones internacionales.

El catedrático de la Universidad Di Tella, en Buenos Aires, sostiene que "la diplomacia apunta a ampliar y mejorar los contactos y acuerdos en el nivel de los estados. La antidiplomacia procura fomentar coaliciones y alianzas ideológicas". Esto define lo ocurrido en los últimos días con la agenda internacional de Milei, quien por un lado se mostró en público con una figura ideológicamente afín, el expresidente conservador Bolsonaro, pero eludió asistir a una cumbre de jefes de Estado de una instancia en la cual Argentina tiene un peso importante, como lo es el MERCOSUR.

En el poco más de un mes de viajes al exterior que suma Milei al extranjero, su país predilecto ha sido EEUU. Sin embargo, en ninguno de sus siete viajes a territorio norteamericano se ha reunido con el presidente Joe Biden o con el actual jefe de la política exterior, Antony Blinklen. Sí suma en su haber la participación en una conferencia conservadora, un breve encuentro con Donald Trump y una variada gama de reuniones con empresarios del sector tecnológico, algunas de ellas orquestadas por Elon Musk, por quien manifiesta una abierta simpatía.

Otro detalle que ha caracterizado a los viajes de Milei, en especial los más recientes, es la ausencia de la canciller Diana Mondino como parte de su comitiva. El presidente argentino ahora se ve acompañado en el exterior por su hermana Karina Milei, quien es la secretaria general de la Presidencia.

Un caso paradigmático del Gobierno de Milei en política exterior está en la relación con España, dado su público contrapunto con el jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, y su cercanía con el sector conservador de Vox. El mandatario sudamericano ha visitado España en dos ocasiones.

En el caso de Brasil, según el diario La Nación, los asesores de Milei han logrado contener el encendido verbo del mandatario, como quedó demostrado este domingo en Santa Catarina, en el sur brasileño. Cuando entró al escenario para dar su discurso, que fue el plato fuerte de la noche, los miles de asistentes coreaban esta frase: "Lula, ladrón tu lugar es la prisión".  Milei no se hizo eco ni transmitió apoyo.

Sí incursionó en un terreno que lo distancia abiertamente del Gobierno de Lula da Silva, al sostener en varias ocasiones que el expresidente Bolsonaro era víctima de una persecución judicial. Milei defendió abiertamente la inocencia de su anfitrión.

Esto tuvo lugar el domingo. El jueves previo otra acusación se sumó contra el exmandatario brasileño, ya que Bolsonaro fue acusado en una investigación judicial por apropiación ilegal de joyas millonarias recibidas de gobiernos de Medio Oriente durante su administración. Se trató de regalos de Estado, pero que el exmandatario vendió en EEUU como si se tratase de artículos personales.

El expresidente Bolsonaro enfrenta también una investigación policial por haber adulterado certificados de vacunación contra el coronavirus para ingresar a EEUU en diciembre de 2022.

El meollo de las batallas judiciales de Bolsonaro, sin embargo, está en lo que Lula da Silva considera un fracasado intento de golpe de Estado. Se trata del ataque a las sedes de los tres poderes en Brasilia el 8 de enero de 2023, episodio por el que el expresidente conservador está siendo investigado como autor intelectual, con pruebas que lo comprometen como parte de esta trama.

Inhabilitado políticamente hasta 2030, con su pasaporte retenido por la Policía, no pocos en Brasil esperan que Bolsonaro vaya a prisión.

En su mensaje en Santa Catarina, Milei insistió en hablar de "mi amigo" para referirse a Bolsonaro y de forma reiterada lo presentó como una víctima del sistema judicial. Tal como señala Tokatlian, la diplomacia se asienta principalmente en la defensa de los intereses del Estado, mientras que la antidiplomacia tiene como eje central el interés personal. Esto tal vez haya quedado demostrado en estos días.