Una empresa emergente estadounidense está construyendo una nueva clase de satélites con cámaras muy potentes. Las mejoras en las imágenes que se generan de la superficie preocupan a los expertos, dado el potencial que tienen para espiar y vigilar a las personas, reportó The New York Times.
"Somos muy conscientes de las consecuencias para la privacidad", dijo en una entrevista Topher Haddad, director de Albedo Space, la empresa que fabrica los nuevos satélites. La tecnología de su compañía tomará imágenes de las personas, pero no podrá identificarlas. Sin embargo, Haddad agregó que Albedo está tomando medidas administrativas para abordar una amplia gama de problemas de privacidad.
Cualquier persona que viva en el mundo moderno se ha familiarizado con la disminución de la privacidad en medio del aumento de las cámaras de seguridad, los rastreadores integrados a los teléfonos inteligentes, los sistemas de reconocimiento facial, los drones y otros tipos de control digital. No obstante, según los expertos, la vigilancia desde los cielos puede ser aterradora por su capacidad para invadir zonas que antes se consideraban intrínsecamente prohibidas.
"Es una cámara gigante en el cielo y cualquier gobierno puede usarla, en cualquier momento, sin nuestro conocimiento. En definitiva, deberíamos estar preocupados", dijo Jennifer Lynch, directora jurídica de Electronic Frontier Foundation, quien instó a los reguladores de satélites civiles para que abordaran este asunto en 2019.
Ante esta inquietud, Haddad y otros defensores de la tecnología de Albedo dicen que hay que sopesar los beneficios reales, en especial cuando se trata de luchar contra los desastres y salvar vidas. "Se sabrá cuál casa se está incendiando y por dónde huye la gente", afirmó D. James Baker, exdirector de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, agencia que otorga las licencias de los satélites civiles que captan imágenes en EEUU.
Con sede en Denver, Albedo Space tiene 50 empleados y ha recaudado unos 100 millones de dólares. Según Haddad, tiene planes de lanzar su primer satélite a principios de 2025. A largo plazo, prevé tener una flota de 24 naves espaciales.
Entre los inversionistas de Albedo se encuentran Breakthrough Energy Ventures, la empresa de inversión de Bill Gates. El consejo asesor estratégico de Albedo incluye a exdirectores de la CIA y de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial, una división del Pentágono.
El sitio web de la empresa no menciona nada de tomar imágenes de personas ni los problemas de privacidad. A pesar de todo, para los expertos en reconocimiento, los reguladores deberían despertar antes de que sus naves espaciales empiecen a tomar sus primeros planos.
"Es algo muy importante", afirmó Linda Zall, exfuncionaria de la CIA, cuya carrera de varias décadas incluyó algunos de los satélites espías más potentes del país. Zall predijo que las capacidades tocarán una fibra sensible cuando la gente se percate de que las cosas que intentan ocultar en sus patios traseros ahora pueden observarse con mayor claridad. "La privacidad es un problema real", aseguró Zall.
Jonathan C. McDowell, un astrofísico de la Universidad de Harvard que publica un informe mensual sobre los avances espaciales civiles y militares, agregó: "Nos está acercando un paso más a un tipo de mundo en el que nos vigila un Gran Hermano".
Aunque durante mucho tiempo las naves espaciales en órbita han estudiado el planeta, el desastre nuclear de Chernóbil dejó en claro el potencial de que los satélites vigilaran la vida civil. Moscú había negado que hubiera problemas graves. Sin embargo, el 29 de abril de 1986, un satélite estadounidense no militar tomó una fotografía en la que se observaba una fractura ardiente del núcleo del reactor y se veía cómo esos restos radiactivos mortales eran expulsados a la atmósfera. Los medios informativos de EEUU difundieron la imagen. Confirmó un desastre, ayudó a iniciar el campo del periodismo por satélite y, casi de inmediato, avivó los temores del espionaje desde el espacio.
En la actualidad, los satélites civiles que toman imágenes son más potentes y pueden diferenciar objetos en tierra de apenas 30 centímetros de diámetro. Las imágenes permiten que los analistas distingan las marcas de las carreteras e incluso las matrículas de los aviones.
Albedo busca dar un salto adelante al obtener imágenes de objetos de apenas diez centímetros. Esto fue posible gracias a que en 2018 el Gobierno de Donald Trump tomó medidas para relajar las regulaciones que rigen la resolución de los satélites civiles. "Pronto, los satélites podrán observarte en todas partes todo el tiempo", advirtió Technology Review, una revista del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en 2019.
Según Haddad, el objetivo Albedo de obtener una claridad nítida se inspiró en una imagen espía estadounidense que mostraba una plataforma de lanzamiento muy dañada en Irán, que el presidente Trump compartió en 2019 en su cuenta de X (Twitter en ese momento). Se consideró que la resolución de la imagen era de unos diez centímetros, lo que originó un gran debate en torno a las posibilidades comerciales.
Los fundadores de Albedo, con basta experiencia en el sector, se percataron de que había un mercado comercial para las imágenes de diez centímetros, pero no tomaron en cuenta si los costos eran astronómicos. Su solución fue colocar los satélites en órbitas muy bajas que estuvieran comparativamente cerca de sus sujetos terrestres. De esta manera, la flota de satélites podría utilizar cámaras y telescopios más pequeños y así se reducirían los costos.
A más de 640 kilómetros de altura orbitaba el satélite que tomó imágenes de Chernóbil. En contraste, los fundadores de Albedo planearon órbitas de apenas 160 kilómetros. En diciembre de 2021, Albedo obtuvo la aprobación regulatoria para lanzar un satélite de imágenes con una resolución de diez centímetros. Su tecnología atrajo de inmediato la atención del Ejército y las agencias de inteligencia de EEUU.
La empresa espera que entre sus clientes civiles haya planificadores urbanos en busca de baches, grupos conservacionistas que monitoreen la vida silvestre, aseguradoras que inspeccionen los daños en los techos, y empresas de tendido eléctrico cuyo objetivo sea prevenir incendios forestales.
...y despues nos sueltan toda una campaña de que los USA estan preocupados por una base de espionaje china en Cuba...con tanta tecnologia maravillosa...como le pueden temer a los globos chinos o a unos chinos paseando por la calle Zanja???...
"Los fundadores de Albedo, con basta experiencia en el sector.." En serio, basta en vez de vasta..?? No tienen redactores y correctores ortograficos en Diario de Cuba..?? Mas respeto para los lectores por favor...
Buen enfoque, Zayas!
Cualquier tecnología que signifique una mejora cualitativa que satisfaga una necesidad humana, se impondrá. No importa cuantas regulaciones le impongas. Si no lo haces tú, lo hará tu enemigo y entonces estarás en desventaja. Los fabricantes de velas y de aceite de ballena del siglo XIX seguramente se quejaron pero la luz eléctrica se impuso. Igual los fabricantes de ruedas de carretas, pero el automóvil se impuso al caballo. Asi que los que se orinan en su patio, estan jodidos.😀