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Tecnología

A un año de su nacimiento, se estrena un modelo más poderoso de ChatGPT

Mientras OpenIA celebra por todo lo alto el primer cumpleaños de su producto estrella, vale recordar que no todo ha sido color de rosa en este tiempo.

Madrid
Ilustración sobre el aniversario de ChatGPT.
Ilustración sobre el aniversario de ChatGPT. Eventbrite

OpenAI, la empresa desarrolladora del popular chatbot de inteligencia artificial (IA) ChatGPT, anunció un nuevo modelo más poderoso, GPT-4 Turbo, a propósito del primer aniversario del lanzamiento de su versión inicial, reportó la agencia EFE.

También se hará efectiva una reducción del precio que se cobra a las empresas y los desarrolladores por utilizar el programa.

En un evento en el que también participó Microsoft, que ha invertido miles de millones de dólares en el desarrollo de estas tecnologías, la empresa de IA anunció que el nuevo modelo de su chatbot tendrá acceso a información hasta abril de 2023 (los modelos anteriores dejaron de "aprender" cosas nuevas en enero de 2022).

Además, ahora ChatGPT aceptará entradas de unas 300 páginas, lo que en principio serviría para poder resumir libros enteros. La compañía introdujo también un portal propio para que los desarrolladores de aplicaciones que utilizan GPT puedan ofrecer sus productos, lo que les permitirá ganar dinero en función de cuántas personas los descarguen.

Por último, todos los productos de OpenAI, como el generador de imágenes DALL-E, estarán disponibles a través de ChatGPT. Ello permitirá utilizar el "chatbot" para generar imágenes, para hacer búsquedas en documentos PDF o para navegar por internet.

El nuevo modelo de ChatGPT ya está disponible para desarrolladores y se hará público en las próximas semanas.

Mientras OpenIA celebra por todo lo alto el primer cumpleaños de su producto estrella, vale recordar que no todo ha sido color de rosa en este tiempo. Los anuncios de este lunes muestran los intentos de OpenAI por desmarcarse de la competencia en un gremio que ha sido cuestionado por su rápido desarrollo.

En marzo, un grupo de empresarios del sector tecnológico —entre ellos Elon Musk— solicitaron en una carta de tono apocalíptico que se suspendieran durante seis meses los sistemas de IA "más poderosos que GPT-4". Sam Altman, director ejecutivo de OpenIA, calificó entonces la idea de "ridícula", pero aseguró que su compañía no está trabajando por el momento en un chatbot sucesor.

Y es que la influencia de la IA ha llegado a transformar sectores como la producción artística y la industria del entretenimiento. En mayo de 2023 comenzó una huelga en Hollywood que exigía poner límites al uso de ChatGPT en la producción de contenidos.

Según un texto publicado por ese entonces en el diario El País, los guionistas (a los que después se sumaron los actores) buscaban regular la IA para que programas como ChatGPT "no puedan escribir o reescribir material literario, y que tampoco puedan entrenarse con textos sujetos a derechos de autor". Como era de esperarse, debido al uso que ya hacían de estas tecnologías, la Alianza de Productores de Cine y Televisión se negó a aceptar las demandas.

Después de seis meses de protestas y de haberse atrasado la producción de decenas de películas y series, esta semana el principal sindicato convocante anunció el fin de la huelga. Además de un aumento salarial histórico, se llegó a acuerdos para regular el uso de la IA.

Por otra parte, en sectores como la justicia, la IA ha generado polémicas más complicadas de solucionar. China, por ejemplo, ya utiliza en sus tribunales varios mecanismos a base de IA que han sido cuestionados por expertos del gremio. Sobre las consecuencias que ello podría generar, DIARIO DE CUBA conversó a principios de octubre con el abogado español Sebastian Rivero Silva, quien realiza un doctorado en el tema.

"En China están usando jueces robots también para temas de propiedad intelectual o de internet. Esto genera ciertas preguntas en relación a en qué medida puede un juicio dirigido por IA ser justo, en qué medida se podrá apelar para que un juez humano revise la situación, y si esto se va a extender o no a otros países con sistemas totalitarios", dijo Rivero en ese momento.

Esos usos cuestionados de la IA, según el letrado consultado por esta redacción, podrían ampliarse a otras dictaduras como la cubana. Ello no resulta una idea descabellada si se tiene en cuanta que a mediados de octubre China inauguró en la provincia de Hebei el Instituto Internacional de Investigaciones en IA, un proyecto en el que trabajan expertos cubanos desde hace años.

Más allá de los peligros que traiga su uso, la IA ha generado notables avances en materia tecnológica. Óscar De la Torre, asesor de tecnología y ciberseguridad de Arcano Partners (un grupo de empresas de asesoramiento financiero y gestión de activos alternativos), considera que la IA ha sido uno de los grandes avances que se han producido en los últimos 25 años desde el nacimiento de internet. Por ello, De la Torre cree que la IA "ha venido para quedarse, sobre todo, porque es muy sencillo ver el valor añadido que aporta".

Este experto estimó que con la IA todos aquellos trabajos mecánicos serán robotizados: "En un futuro los trabajos o las tareas manuales desaparecerán". De cara al futuro, lo que será importante es que los candidatos a un puesto de trabajo cuenten con conocimientos en este tipo de tecnología. Saber de IA "será lo homólogo de saber de Excel o Word ahora", sostiene De la Torre. No en vano, según la Comisión Europea, de aquí a 2025, la IA y la robótica podrían crear 60 millones de nuevos puestos de trabajo en todo el mundo.

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1 comentario

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A la IA no hay quien la pare. Tratar de ponerle bridas es como si los cazaballeneros del siglo XIX quisieran detener el desarrollo de la electricidad para evitar deprimir el mercado de aceite de ballena utilizado para llenar los quinqués en las casas para alumbrarse. Sencillamente, están jodidos. La IA crea problemas, ok, pero resuelve muchísimos más de los que crea. Ir contra el progreso científico es inútil y además huele a Medioevo. Lo que tienen que hacer los que temen quedarse sin trabajo, es estudiar y prepararse mejor para el futuro, y no andarse quejando de algo que se impondrá de todas formas.